Mai Lawson, la Dj más representativa de Argentina en el mundo: «He tocado para veinte mil personas y mi sueño es llegar a las cien mil»

Con 16 años de carrera como Dj, la cordobesa Mai Lawson (37) sin duda alguna es una de las artistas más prestigiosas en la actualidad dentro del dance y la electrónica, representando, de manera sublime, a Argentina en diferentes escenarios del globo.

Lo de ella todo ha sido a pulmón: primero instalarse en Buenos Aires y, a la par de la música, encaró su faceta como actriz, pues ha participado en diversas tiras tanto en cine, teatro como televisión, aunque la balanza de pronto se inclinó a su ser Dj, girando primeramente por Argentina, para luego empezar a subirse a aviones y aterrizar en boliches de renombre en el extranjero, o bien copar bandejas en prestigiosos festivales para veinte mil personas.

Una vida vertiginosa la de ella, quien no reniega de acostarse tardísimo cuando de trabajo se trata, o tener que responder llamados de otros continentes a las 5 de la mañana para acordar fechas, por ejemplo con países del Viejo Continente.

A Mai en unos pocos días le toca salir de vuelo de nuevo, aunque también se encuentra entre una mudanza de departamento y la producción de temas, pues se trata de una «mujer orquesta», siempre inquieta y a la caza de nuevas aventuras.

Aunque cuenta que cuando no es el turno del trabajo, le gusta el «modo casero» y se acuesta a las nueve de la noche.

La vida de la artista es así: se amolda según a la situación que lo toca vivir.

Mai, ¿cómo te trata el verano 2024?

-Estoy en Buenos Aires y mañana salgo de tour. Voy a Córdoba para tocar en La Estación, luego a Rosario y de allí a Mar del Plata. Hace como cinco años que no tengo vacaciones. Incluso en pandemia me la pasé produciendo y dando clases de música. Después Miami, Europa y México.

-¿Cómo arrancaste en tu faceta de Dj?

-Estudié piano y ballet. Y hace 16 años decidí vivir de esto. Para eso me vine a Buenos Aires y me prometí lograrlo.

-¿Al principio te resultó difícil?

-Mirando para atrás no fue nada fácil. Al principio tocaba a las nueve de la noche en bares, los jueves, viernes, sábado o domingos. Estaba ocho horas tocando y me pagaban pésimo.  Hasta que se dio la oportunidad en Mute, en La Cañitas, cuando esa zona estaba de onda en la ciudad, era justo frente al bar del Zorrito Vön Quintiero. Después fue el turno de Club 69, justo en la época en la que iban todos los artistas. Recuerdo que al principio yo iba a bailar allí, hasta que le empecé a enviar por mail mi soundcloud a Nico y apareció la oportunidad.

-Por lo que narrás, se trató de un trabajo casi artesanal para lograr imponer tu propio lugar en las bandejas de espacios importantes, ¿no?

-Así fue. Lo hice todo por mi cuenta en Buenos Aires. No es que se me abrieron las puertas enseguida. Porque por otra parte cuando estoy en mi rol de Dj suelo ser bastante tímida. Fue un trabajo de hormiga largo hasta llegar a tocar en Crobar. Encima, no había muchas mujeres en las bandejas por aquellos años. Estaban Romina Cohn, Mina, Carla Tintoré, pero no muchas más.

-¿Tus padres te apoyaron?

-Mi familia me apoyó siempre en esto. No es que me empujaban, porque al principio no entendían, pero me dieron la libertad de salir y soñar.

«¡No dormís nada, te la pasás viajando!», me reclamaba mi madre, preocupada, aunque también viene conmigo a las fechas. Mi papá, por su parte, me acompañó a varios tours, por ejemplo, a Playa del Cármen y a Ibiza, allí conoció a Hernán Cattáneo.

-¿Habías viajado al exterior antes de dedicarte a la música?

-Cuando era más chica viajé al exterior, pero no en plan de trabajo. Aunque como además soy actriz, en 2010 me fui a Nueva York dentro del marco de un intercambio, para ver y tomar clases. Entonces aproveché para meterme en el Nunu Club, donde iban los Rolling Stones, Norah Jones. Ahí fui caradura y me puse a hablar con los dueños. Cerramos fechas para ese año y el siguiente.

-¿Y qué sucedió después?

-Llegaron los logros, pero me la pasaba enviando correos varios meses antes de llegar a Europa. Es que yo nunca tuve agencia ni manager, solo a un amigo cordobés, quien me aconsejaba hasta el color del cabello. Recién ahora tengo dos agencias (en Argentina y otra para el mundo ).
Pasa que yo pensaba que nadie podría tener tanto empuje como uno mismo para conseguir lo que uno desea.
Estoy acostumbrada a cerrar los contratos, a que me suene el teléfono a las cinco de la mañana y empezar a responder a las siete.

-Tu trabajo es de tarde o de noche, ¿solés salir a divertirte por fuera de tu agenda?

-Para nada. No soy de vivir la noche. Por cuestión de trabajo no me queda opción. De lo contrario, a las nueve de la noche yo ya me acuesto a dormir.

-¿Cómo manejás el tema de la alimentación? ¿Hacés pedidos especiales cuando te toca salir de tour?

-Yo no como carne de vaca. Entonces me llevan a comer comida vegetariana. Aunque no soy una mujer jodida con ese tema, más allá de que tampoco puedo comer harinas. Pero bueno, voy de avión en avión, de acá para allá. Cuando tengo que tocar a la madrugada, solo pido café para beber unos sorbos o bien algún energizante.

-La música va mutando o cambiando constantemente, ¿cómo fuiste adaptándote con el paso de los años en tu profesión como Dj?

-Fui cambiando según mi gusto. Primero de todo me tiene que vibrar, sino no me sirve. En la actualidad se suman más pibes a las bandejas. Hoy los jóvenes tienen la posibilidad de aprender y experimentar desde sus casas por el avance tecnológico. Es que existen software de última generación. Por ejemplo, mi sobrina que viene en México, de tan solo 11 años ya se armó un track, eso te lo dice todo. O bien tenés a jóvenes como Bizarrap, que es un talentoso total.

-En esos viajes por el exterior te habrás cruzado con consagrados de las bandejas, ¿qué momento bisagra atesorás?

-Haber conocido a Diplo, Hugel y Carl Cox. Fue impresionante. Sucedió en el Festival de Burning Man, en Nevada, Estados Unidos. Es un evento que dura siete días y se hace en un desierto. La gente traslada su arte hasta allí. Y fue increíble porque me las tuve cómo ingeniar para vivir en el desierto tantos días. Fue una experiencia increíble. Durante tres años me invitaron hasta que fui el año pasado.

-Por una cuestión generacional sería extraño que no te hayas vinculado con el rock, pese a dedicarte a la electrónica.

-Soy de la generación del rock e incluso de chica tocaba canciones de Green Day, que hacía punk. Y te aseguro que fui a todos los recitales que pude a lo largo de mi vida. Porque me encanta el rock.

-Por otro lado, contás con un emprendimiento de ropa, ¿a qué se debe esa faceta tuya?

-Hace 12 años arranqué ese emprendimiento. Empecé en Buenos Aires y luego la trasladé a Córdoba, llegué a tener un local de dos pisos. Pero hoy por hoy vendemos por internet. Mis prendas son muy particulares porque utilizo muchas tachas. Pasa que yo estudié diseño, además de comunicación. Yo empecé con mis manos a hacer mi propia ropa. Hasta que el paso del tiempo no me dejó otra que tercerizar la ropa que vendemos.

-¿Cuando salís de viaje por razones de trabajo, te tomás algún día más para conocer el lugar al que llegás a trabajar?

-La verdad, nunca me dan los tiempos. Cuando arreglé para ir a Canadá, pedí un día más para quedarme y conocer. Para Escocia, el promotor puso la condición de que nos quedáramos tres días así conocíamos . Pero me ha pasado de ir tres veces a Jujuy a tocar y nunca poder quedarme a conocer.

-¿Conservás tus amistades de siempre o tu carrera hizo que te tuvieras que alejar de algunos?

-Me limita mi trabajo. La mayoría de mis amigas mujeres tiene sus familias conformadas y entonces se hace difícil verse seguido. Pero a los varones los veo más seguido. Muchas veces se organizar para venir a verme a Buenos Aires y una vez hasta fueron a Nueva York a verme tocar.

-¿Cuándo arrancaste en esto de la música soñaste que viajarías por el mundo para tocar para miles?

-A veces sí, pero no. Sí lo soñé, porque fue buscado. He tocada para veinte mil personas y el sueño que tengo es llegar a tocar para cien mil. Pero cuando pienso en todo lo vivido, realmente lloro de felicidad.

-¿Qué viajes proyectás para este año que recién comienza?

-En dos semanas me voy a Bolivia. Y después me voy para Europa. Desde allí viajaré a Canadá. Cuando esté en Europa voy ir a Lituania y a Dubai, venues nuevos para mí . Por otra parte, este año voy a dar un curso de Music Busniss, que tratará el paso a paso a dar para una carrera de Dj profesional. Me iré y volveré, tal como sucede siempre. Es que siempre quiero volver a casa.

Fotos: Gentileza Mai Lawson.

 

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