Delfina Luna debuta junto a Reno y presentan su homónimo álbum en este reportaje con MDM: “La temática fue surgiendo sola. En la medida que avanzábamos, se generaba una narrativa musical de la experiencia misma. Y cuando terminamos, encontramos otras historias que se unían y entretejían, entre cada canción distintos imaginarios, formando la totalidad”, revela la artista

Por Lucio Le Moal.

Luego de su reciente y último disco solista dividido en dos partes, “Un Pie en la Tumba”, recordado por su clásico estilo de rock, noise y folk, que nos traslada a la vida del campo y nos recuerda ese aire puro de pueblo, en esta oportunidad, Juan Pablo Gonzalez “Aka” Reno, nos presenta su último proyecto en el que venía trabajando junto a su amiga Delfina Luna, una serie de seis canciones a la que les fueron agregando diferentes sonidos, probando fusiones entre los instrumentos y conjugando los conocimientos de ambos para la realización de este primer disco, que fue producido y arreglado enteramente en “Horrible Studio”, pueblo de Rancho.

Reno es un artista y productor del sello Laptra, que nace musicalmente al calor de la crisis social del 2000/1, a eso de los quince años haciendo covers de bandas de punk rock, junto a sus amigos de la adolescencia. Con el paso del tiempo, su perspectiva musical se fue ampliando a medida que fue escuchando nueva música y asistiendo a diversos recitales. Siempre fue una persona muy abierta, no de encasillarse en un género puntual, ya que como productor sabe sacar lo mejor de cada sonido.

En cuanto a Delfina, es una gran conocedora de la música clásica y popular, el violín y el piano en sus manos fueron configurando las melodías de estas seis canciones. Durante su infancia y adolescencia estudió en una escuela de música municipal, donde formó parte de una orquesta infanto / juvenil. Ahí aprendió a tocar en grupo y participó de distintos encuentros orquestales. Luego ingresó al conservatorio Piazzolla y se recibió en técnica en música. Actualmente cursa el profesorado superior. Esta es su primera experiencia haciendo un disco y la idea es que este proyecto pueda plasmarse en vivo, sumándose también su hermana Lucía Mayayo en flauta traversa.

El disco puede definirse como una gran conjunción de sonidos retro e instrumentos, donde los arreglos de violín se destacan sobre el resto y junto al teclado midi generan una atmósfera atrapante con una bella melodía entre bajo, batería y guitarra que te dejan con ganas de escucharlas una y otra vez. El prolijo sonido y la voz de Delfina Luna lo transforman en un disco de seis canciones que se funde en un viaje espacial, donde el plano terrenal se desarma, se quiebra y hay un pasaje hacia la búsqueda de aquello que es esencial, natural y propio de uno mismo y que configura nuestros modos de vincularnos / relacionarnos. En una entrevista exclusiva, Reno y Delfina me cuentan un poco de este proyecto a dúo, que fue parido en plena Pandemia.

-Reno, contame un poco cómo nació este proyecto. Teniendo en cuenta que venías haciendo producciones de tipo solista, ahora sos parte de un proyecto a dúo que tiene a Delfina a la cabeza. ¿Cómo fue que empezaron a trabajar juntos?

-Con Delfina veníamos hace tiempo pensando en hacer música juntos, y nunca se daba por A o por B y cuando por fin me mudé a Ranchos y me arme una casa estudio para grabar low fi, más tranquilo y contando con mis instrumentos de cabecera, fue que finalmente arrancamos en serio. Antes ya habíamos hecho algunas cosas, pero más música “cute and paste”, ella me mandaba partes y yo las modificaba y sampleaba en mi disco fuzz del 2019, pero ahora queríamos armar algo en conjunto, más en equipo.

-Delfina, siguiendo un poco con esta línea. ¿Cómo es trabajar junto a Reno, por qué decidiste encarar este proyecto junto a él?

-Desde hace mucho hablábamos de hacer música juntos con Reno, como amigos, y yo anteriormente ya había participado con algunas líneas melódicas (grabadas aparte) en su disco Fuzz. La idea original de grabar un disco seriamente, fue que cada uno pudiera trabajar aspectos personales en un proyecto común. Esto surgió por un anhelo compartido de, no sólo ponernos a hacer música, sino adentrarnos en una tarea profesional artística, que fuese retroalimentativa. Por un lado, Reno como productor (lo que conlleva además del trabajo de grabación y edición de mezcla, el de componer) y por otro lado, yo como música autora.

En lo personal, encuentro dos sensaciones opuestas que convivieron en el proceso: una calma y otra abrumadora. Aunque suena más grave de lo que fue. Si bien yo tuve que armar arreglos además de tocar, y realizar modificaciones que surgen sobre la marcha, trabajamos sobre bases compuestas por Reno. Lo cual me dio cierta tranquilidad. A veces moverse dentro de «límites» establecidos puede resultar mucho más creativo que arrancar de 0, en blanco. Y cabe mencionar la atmósfera de trabajo (una casa de campo, entre amigos, tardes soleadas, con meriendas entre medio).

La parte «abrumadora» se dio en algunas incertidumbres y frustraciones pasajeras. Al principio no sabíamos sobre qué iba a hablar el disco, la intención era la de hacer música, pero no teníamos una temática o una historia en común, y nos mandamos sin tener eso definido. Eso a mí me generó un poco de desconcierto. A su vez nos encontramos con algo totalmente nuevo, nunca habíamos trabajado en conjunto, y tenemos distintos modos. Mi manera novata de hacerlo se vio influenciada por la exigencia y corrección constante implícita de la práctica orquestal académica, mientras que Reno contando con experiencia en grabación como autor, pudo acelerar el proceso y darle más espontaneidad. Aprendí mucho de esto.

Finalmente, la temática fue surgiendo sola, de la que identifiqué cierto carácter meta-textual, porque en la medida que avanzábamos se generaba una narrativa musical de la experiencia misma. Y cuando terminamos encontramos otras historias que se unían, y entretejían entre cada canción distintos imaginarios, formando la totalidad. El sentido se fue construyendo solo, sin dar más vueltas, estaba ahí, en el hacer musical mismo.

Fue una experiencia muy gratificante.

-El disco es una fusión de sonidos, se puede ver la influencia rítmica de tu parte. Sin embargo, este proyecto difiere mucho al resto de los anteriores. ¿A qué se debe, Reno? ¿El proceso de grabación y producción difirió mucho de otras veces?

Reno: Desde que empecé a tocar me gustan las bandas que están más orientadas a la orquestación, Rem, Belle and Sebastian, Magnetic Fields, Beatles, clásicos y me pareció que en esta etapa quería hacer este tipo de música. Siempre me gustó este tipo de música pero nunca la he podido interpretar por varias razones, es un estilo que para tocarlo en vivo necesita de sonido, infraestructura práctica, así que mejor hacerla parte por parte en el estudio.

El proceso de grabación comenzó con unas maquetas que empecé pasándole a Delfi e iba imaginando qué líneas melódicas podía hacer. Luego fuimos eligiendo de varios temas que mandé, las maquetas y cuando por fin terminamos de seleccionarlos, ella se vino a Ranchos y grabamos durante cinco días las partes de violín. Dejamos la mezcla lista, junto a la edición. Queríamos que el producto sea serio, pero no por eso que pierda su calidez de home – studio.

-Delfina, ¿cuáles son tus influencias musicales? ¿Cómo podrías definir a este nuevo dúo naciente? Por otra parte, Reno, ¿cómo podrías definir tu relación / vínculo artista con Delfina?

Delfina: Podría decir que mis influencias musicales más directas son Bach, Vivaldi, Mozart, entre otros músicos clásicos, porque tengo una formación académica, que marcó mi forma de tocar. Estudio en un conservatorio y soy integrante de una orquesta de cuerdas. No obstante, me gustaría remontarme a las primeras músicas que escuché, las que me ponían cuando era un bebé, que tienen una influencia más inconsciente o involuntaria. Entre ellas está la música de Enya y Björk, y la música clásica que siempre estuvo presente.

Otra gran influencia la encuentro en la época en la que formé parte de una orquesta-escuela, en los comienzos de mi estudio musical. En este tipo de orquestas juveniles se busca integrar repertorios populares además de clásicos, así abordábamos compositores tanto nacionales como de afuera. Entre los que más me marcaron está Piazzolla, aunque no se note en mi estilo, su ritmo es inequívoco en mi mente.

En el estilo que tengo o que busco, podría identificar la influencia más notoria de bandas como Gorillaz, que me la pasé escuchando toda mi infancia y adolescencia. La música de Yann Tiersen también tuvo un gran peso en mi adolescencia, me hizo abrir los ojos ante otros modos de tocar el violín, más «bestiales», «rústicos». Por otro lado, los últimos años me encontré fascinada con la música que usa Lynch, más que nada la de Ángelo Badalamenti y Julee Cruise. Me transporta a escenarios oníricos, y eso es lo que más me identifica.

Divergente. Tanto como grupo musical como amigos, tenemos muchas diferencias. Aun así logramos complementar ambos estilos para formar el disco. Compartimos y diferimos en gustos e intereses. No obstante, a veces nos sorprendemos reflejados unx con lx otrx.

Reno: Creo que lo que más nos une es la cultura, en su expresión más amplia. Series, películas, libros, que nos pasamos. En cuanto a lo musical encontramos algunos puntos de encuentro, en Poppy y Grimes pero no por la música en sí, sino por el concepto de crear una imagen y un artista desde el estudio. Clásicos como Dylan, entrevistas suyas y bandas de los setenta como Beach Boys y Beatles. Para pensar los nombres de los temas, tuvimos muy en cuenta las novelas que leíamos los dos. Nos detuvimos a pensar esos pequeños detalles que hacían al proyecto. 

-¿Cómo definirías este proyecto, Reno?

Reno: Este disco es el primero que hago en Horrible Studio y casi todas las canciones tienen bateria, guitarra eléctrica, distorsionada, con efectos, una guitarra acústica por cada lado y un teclado melotromo emulado con midi y el violín que le aporta una impronta propia de la música clásica. 

-Delfi, ¿qué expectativas tienen para este disco? ¿Piensan tocar en vivo?

Delfina: Queremos continuar este proyecto, no darlo por finalizado, que es lo que al comienzo creíamos que iba suceder una vez que termináramos. Nos dimos cuenta que es una gran idea seguir haciendo música juntos como grupo. Más allá de que yo en simultáneo quiera profundizar en la carrera artística como solista o participando con más gente, explorar el lado de la composición, entre otras cosas.

Todavía no tenemos certezas por el contexto que nos toca, pero tenemos muchas ganas de salir a tocar en vivo en cuanto se pueda. Estuvimos charlando, tenemos algunas ideas, entre ellas la de incluir a mi hermana Lucía, que también es música en flauta traversa.

-Reno, sabemos de tu rol como productor y del asesoramiento que le das a otras bandas del sello Laptra. ¿Cuál es la diferencia entre la mirada del productor y del artista?

Para mí es lo mismo porque meto mi arte y es más, la puedo ver con más detenimiento, cuando yo hago la música y luego termino de componer todo, quizás no tengo una visión de “afuera” porque no me gusta trabajar con productores, también es un tema por ser independiente. Yo creo que estar del lado del productor me da más libertad y puedo poner más arreglos pero no veo la diferencia ya que además de producir toco instrumentos también.

-A modo de conclusión, dejo la última pregunta para Delfina. ¿Cuál es tu consejo para aquellas personas que están dando sus primeros pasos en la escena de la música  y quieren grabar su primer disco o EP?

-Vivirlo como un juego. Para dejar el miedo hay que tener en cuenta que se está explorando, experimentando. No ponerse tantas presiones, dejarse llevar por el acto creativo sin esperar tanto, dejar que fluya en el acto mismo. Hacer muchas pruebas seguidas hasta conseguir la que nos gusta no está mal, mientras no sea un gasto energético. Y permitirse todas las pausas necesarias, para merendar algo rico.

Acerca del autor

Compartir en:

Dejanos tu comentario

Tu email no se publicará