Desde Tucumán, Timna Comedi, joven artista israelí que además vivió en diferentes países, habla del rol de la mujer en el ambiente musical tradicional local: “En una guitarreada de hombres decir ‘yo agarro la guitarra’ es romper una barrera que va de la mano de situaciones planteadas desde lo cultural”

Por Jorge Daniel González.

Timna Comedi es israelí, además tiene esencia brasilera por su infancia- adolescencia y sangre argentina por sus padres. Su voz posee el dulce aroma a jazmín mezclado por el manantial natural de paisajes y los cielos de muchos países que ha dejado en ella, cultura e historias por contar, modo de vida nómade que le permitió ver el mundo con la luz de la humildad y mucho por enseñar a los pueblos con su música como con su primer disco solista conceptual llamado “I.Yo.Eu” en que la joven artista, actualmente radicada en pandemia en San Miguel de Tucumán, pone a disposición una muestra de que la mujer intérprete también es compositora y puede, además, desplegar la experiencia, idiomas aprendidos y superar una barrera mental que el camino en la música le propuso superar: “ Yo creo que son barreras internas que tienen que ver con estructuras mentales, creencias con las que uno tiene que enfrentarse a la hora de hacer algo que nunca hizo en un mundo en el que, yendo a las canciones del repertorio popular en un gran porcentaje, las composiciones están hechas por hombres: en mis conciertos yo armaba repertorios y no se me ocurría prestar atención a ese detalle, pero eran todas canciones compuestas por hombres. Yo vengo de Brasil, y, por ejemplo, cantaba temas de Tom Jobim, de Vinicius de Moraes, como pasa acá con el folclore, donde su mayoría son hombres autores y por ahí el rol de la mujer como compositora por ahí está menos visibilizado y tiene que ver con varias cuestiones, pero pienso que es muy importante que no solamente las mujeres nos animemos a ponernos la camiseta de compositora sino también ayudarnos entre todos los músicos a difundir canciones de autoría femenina para impulsarnos y servir de modelos para otras personas, que la mujer ocupe este lugar”.

El siglo XXI viene a concretar definitivamente la igualdad de los derechos humanos, lucha afirmada en el siglo anterior en que la mujer luchadora junto a los hombres integradores, reman en favor de la equidad para motivar la desaparición de injustas diferencias donde el género femenino queda apartado por normas culturales, sociales, leyes políticas, obstáculos desabridos de contenido ni razón en una época donde sería lógico pensar al mundo por un todo donde cada habitante sea una persona de potencial físico-intelectual dejando en el crudo pasado las diferencias de especie: “Hay una cuestión histórica, lógicamente, donde la mujer viene luchando por ocupar espacios que antes no ocupaba, como pasó en diferentes áreas de la sociedad, como la votación, el derecho al trabajo: hoy la mujer cada vez está ganando más o igual que un hombre, la mujer va conquistando diferentes espacios y dentro de la cultura hay cuestiones que tienen características particulares más allá de lo cultural o tradicional. Por ejemplo, uno va a una guitarreada y pasa que generalmente están los hombres, que suelen ser la mayoría, quienes tienen la guitarra y la mujer ocupa el rol de cantante, que nos sentimos cómodas también porque es algo que siempre fue así, entonces que una como mujer diga: ‘Yo agarro la guitarra’ y cantar mis canciones propias en este contexto es como romper una barrera que uno ni se lo plantea, pero va de la mano de situaciones planteadas desde lo cultural”.

Por supuesto, todos los impedimentos sociales más un miedo lógico a lo desconocido como una carrera solista, forja de historias una película de vida que proyecta lo costoso que resulta ser la pendiente musical. A partir de ello, en sus redes aparece una frase llamativa como lo es  “Casi abandono, casi desisto”: “Fue justamente así. Hoy estoy atravesando un período fuerte, como lo estamos todas las personas en tiempos de pausa general. Pienso que la gente que llegó a hacer algo groso en su vida, pasó por un montón de fracasos antes, fracasos que hicieron que uno se plantee si se sigue o no, si algo tiene sentido o no, y me refería a eso. Y justo en este momento estoy en Tucumán, que es donde llegué a los 19 años y fue cuando empecé a dedicarme a la música de forma profesional y entonces es un poco como ‘volver a los 17 después de vivir un siglo’: acá yo empezaba mis primeros pasos, mis primeros conciertos, y ahora estoy de vuelta lanzando un disco, algo que nunca imaginé que podría hacer, un sueño cumplido como grabar en Nueva York con semejantes músicos. Esa frase que anunciada el ‘Casi abandono, casi desisto’, se refería a eso, a estar a punto de abandonar y de pronto decidir seguir debido al fuego interno que hace a uno continuar”.

Timna nació en Haifa, Israel y tras su educación en Brasil, vivió a los 18 años en Canadá, también dejó su huella en Estados Unidos y hoy, en tierras tucumanas puede brindar un panorama sobre la cultura argentina con relación a tantas tierras regadas de su voz y música: “Siento que hay un gran apreciación por la cultura de acá lo cual me encanta, me parece fabulosa y apreciada en el resto del mundo: Argentina debe lograr dimensionar la riqueza cultural históricamente rica, de tanta mezcla, de tanto sufrimiento, tanta historia, como el folclore y los detalles culturales como el mate, el baile, los colores, el pañuelo, los instrumentos musicales, los paisajes, ni hablar de la riqueza musical, de las canciones que surgen de acá y que en el resto del mundo la gente quiere aprender”. La facilidad y claridad para hablar en portugués, inglés, español y su aporte en hebreo permite imaginar que el vuelo de Timna puede llegar a cielos impensados, como fue aquel acto escolar en Brasil donde ofreció una canción de John Lennon en portugués comenzando a demostrar las mixturas y colores, desafiando límites pre imaginados, permitiendo también, tras el amor por el arte argentino en proponer música nuestra en otros idiomas: “¡Qué buena idea! En Israel estoy por empezar a grabar un disco con un compositor de allá que lo que se está haciendo es bossa nova en hebreo, una propuesta muy interesante; también estoy haciendo también ritmos brasileros en español, pero no se me había ocurrido hacer folklore argentino en otros idiomas y me parece una idea espectacular. Una vez canté ‘Alfonsina y el mar’ en Hebreo!!! Te confieso como medio gringa que soy que llegué de grande, me cuesta mucho tocar los ritmos argentinos, como gato o chacarera, no me gusta cómo lo toco porque me doy cuenta que no suena igual cuando lo toco en la guitarra, en comparación a un guitarrista de acá”. Y si de sorpresas se trata, Timna no es solamente la cantante que grabó dos discos con el dúo Timna y Dario, junto al guitarrista Dario Acosta Teich (“Tabula Rasa”, 2013, y “Cotidiano”, 2017), pianista de Aquarela Musical, cantante en A Tempo Trío con arreglos folclóricos (La Plata, 2008) y Proyecto Continental dirigido por el ruso Jake Pisak, creadora del coro Saravá, arregladora del quinteto femenino Mujeres Tucumanas (2010), integrante del ensamble de percusión Late-Raza del percusionista Manuel Alonso, joven artista que compartió con Juan Falú, Pato Gentilini, sino también tiene su título terciario de Fonoaudiología en Tucumán, lo que explica técnicas, cuidados, relajación del cuerpo y exposición sumando a su increíble currículum: “Siempre me interesó el tema de la voz. En La Plata estudié tres años de Dirección Coral, pero no terminé porque decidí que mi contacto con la música venía desde otro lado, sentía que lo académico no me estaba ayudando en mi búsqueda, y bueno, quise conocer la voz desde otro lugar, desde una mirada más científica y dejar que la música suceda a través de la música popular. Me vine a Tucumán en 2011 e hice la tecnicatura de Fonoaudiología de tres años recibiéndome en 2013. Curiosamente no llegué a ejercer y lo que aprendí es material y contenido que uso en las clases de canto que doy, que sirven un montón para los conocimientos de física y anatomía”.

Si el oyente escucha con detenimiento las variantes sonoras del disco, no solamente descubrirá un mundo de instrumentos y colores sino de calidad lo que demuestra, no solamente a la gran composición de Timna, sino el aporte de expertos del entorno como el ingeniero de sonido Jeremy Loucas, ganador de un Grammy (2014), el flautista israelí Itaí Kriss, el percusionista argentino radicado en Nueva York, Franco Pinna y el músico brasileño Gustavo DiDalva: “Trabajar con esta gente fue maravilloso y me llama la atención el nivel de humildad y del respeto por el arte, es gente que hace lo que hace porque tiene ese fuego interno que lo llevan a seguir. Jeremy es belga y habla su primer idioma francés, pero también inglés y español perfectos, entonces también eso permitió una comunicación fluida. Yo me sentía imagínate, en un estudio en Nueva York, más allá de que era mi disco, yo decía, esta gente tan experta; sin embargo él todo el tiempo me abría espacios para preguntarme cómo me gustaría que suene este instrumento, este otro, en fin, la gente que más sabe, es la más humilde, que se permite seguir aprendiendo, y eso es lo que sentí con él”.

El álbum tiene siete canciones y dos preludios en los que resuelve descubrir su historia con la música como compositora e intérprete de anécdotas, sentimientos, sensaciones, pensamientos como sucede con “Puro Movimiento”, “Esperanto”, “I,Yo,Eu”, “Revolta na Usina”, “Pedazos de mí”, “When I´m all Alone” cantado junto a Jair Oliveira y el acompañamiento en arpa de la belga Pía Salvia, o con “Lady in the train”: “Esto surgió a partir de una historia puntual: yo estaba viviendo en Israel todavía, esperando mi visa de artista a ver si se había aprobado o no para mudarme a Nueva York; en esa época me vine a visitar a una de mis mejores amigas de la infancia que es de Bahía, Brasil, y en el último día de su viaje nos fuimos a Jerusalén para que ella conociera el Muro de los Lamentos, y toda la ciudad vieja; estábamos caminando por ahí y en un momento hubo una situación sumada a mucho estrés del momento que estaba pasando y la alegría de estar con ella, que me emocioné mucho y me largué a llorar, ella me abraza frente al Muro durante 20 minutos y fue un momento muy intenso, creo que por el hecho de estar sola lejos durante mucho tiempo, realmente pude como percibir el valor, la potencia que tiene el abrazo de alguien que te contiene en un instante en que uno necesita, que te dice: ‘Está todo bien, te acepto tal cual sos’. Esa realización fue lo que me motivó a llorar y llorar y componer la canción ‘Lady in the Train’, esa transmisión a aceptación y compañía a través del abrazo”. En esta canción participa la popular cantante brasileña Luciana Mello.

El trabajo discográfico tendrá su presentación oficial el viernes 9 de Octubre a través del Instagram de Timna, una nueva forma de difusión online que se desplegó como alternativa a los shows en vivo que han sido lógicamente cancelados debido a la Pandemia Mundial: “Los métodos Streaming son una herramienta nueva que hay que aprender a usarla porque puede ser muy útil pero también peligrosa porque nos podemos llegar a marear entre tanta información  y posibilidades ya que uno al final uno no sabe dónde buscar, es como estar en un mar mirando en todas las direcciones fijando a dónde voy: es cuestión de tiempo y práctica, profundizando esta herramienta maravillosa. Hoy estamos todos aislados pero compartiendo más que nunca lo que estamos haciendo con la chance de ver cómo un artista de cualquier parte del mundo o nivel pone sus cosas en vivo en sus redes, es una sensación de compañía y hay que agradecer a internet. Creo que todos tenemos la tarea de amigarnos con estas posibilidades infinitas y en mi caso, aprovechar la oportunidad de llegar a la gente a la que le haga bien escucharme”. 

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