El cuarteto vocal Flores Negras habla sobre su nuevo álbum: “ ‘Maldito tango’ es un resultante de la historia nuestra, donde las experiencias de vida de cada una, los cambios internos del cuarteto, las nuevas propuestas de arreglos y las elecciones del repertorio arman este trabajo”

El Cuarteto Flores Negras inauguró el lanzamiento de su último trabajo discográfico, «Maldito Tango», en formato presencial, a partir del mes de marzo, en diferentes escenarios del país.

Cecilia Bonardi, Laura Esses, Alejandra Cañoni y Laura Hatton, con arreglos de Oscar Laiguera y Diego Vila, acompañadas por Edgardo Acuña en guitarra, recrean un repertorio que abarca desde las propuestas más tradicionales hasta la música ciudadana de reciente creación. Así se escuchan tangos, valses, milongas y candombes de compositores y autores actuales y tradicionales. 

En estas presentacones recrean, también, algunos temas de su próximo disco en homenaje a Ástor Piazzolla.

Reunidas en 1996, estas cuatro mujeres decidieron nombrarse Flores Negras inspiradas en el título del tango de Francisco De Caro, abriendo a partir de allí un camino poco transitado en el país al reafirmar el lugar de la mujer como intérprete de tangos. Comienzan a desarrollar su propuesta en diferentes escenarios de Buenos Aires y de su país, llevando también su sonido a Uruguay, Portugal, España, Holanda y Francia en su recorrido internacional.

Figuras emblemáticas del tango tradicional como Ben Molar y Horacio Ferrer, destinaron sólo halagos a este grupo. A dicho reconocimiento se sumó el del Maestro Rubén Juárez, quien las honró apadrinándolas artísticamente en su primer CD Flores Negras, Cuatro Voces en Tango editado en 1999.

El camino recorrido desde ese momento inaugural fue nutrido por algunos cambios en la formación original de sus integrantes, por tiempos de realización de proyectos personales que alimentaron luego la madurez interpretativa del cuarteto, por el enriquecimiento con nuevos arreglos y por músicos que acompañaron las diferentes etapas. Encuentran así su síntesis conceptual y de sonido en su nuevo trabajo discográfico Maldito Tango que presentaron en noviembre de 2020.

Guardan con orgullo las palabras que Horacio Ferrer les destinó definiéndolas como “una de las más refinadas agrupaciones del tango actual”.

Charlamos con el cuarteto Flores Negras y nos cuenta todo acerca del lanzamiento de “Maldito Tango”.

-Alejandra, creaste junto a Oscar Laiguera “Flores Negras” y existe una anécdota muy hermosa sobre la grabación de “Cafetín de Buenos Aires” en cassette. ¿Cómo fue?

Alejandra Cañoni: En 1995 con Oscar Laiguera, primer arreglador del cuarteto, comenzamos a pensar en la posibilidad de juntar cuatro voces femeninas en arreglos vocales. El primer tango que probamos fue Cafetín de Buenos Aires. En ese momento, con la tecnología bastante antigua ya a estas alturas de la modernidad y la era digital (usábamos una portaestudio Tascam que permitía superponer sonidos),  y utilizando el cassette, grabé las 4 voces y comprobamos que podía ser muy buena idea. La voz más grave (que excedía mi registro) la modificamos también con ayuda de estas herramientas. Por suerte, al encontrar a las cantantes para cada voz, la experiencia se enriqueció, superó expectativas y fue creciendo a lo largo de los años.

-¿En cada etapa que fueron viviendo, consideran que hubo una maduración del repertorio aunque con una visión clara y arraigada del grupo para seguir creando música?

A. C.: En los comienzos, el repertorio era principalmente elegido principalmente por el arreglador siempre charlando con nosotras. Compartíamos el gusto por la elección de los tangos, valses y milongas elegidas.  Luego fuimos apropiándonos de la voz de Flores Negras y comenzamos a proponer nosotras. Esta “maduración” tuvo que ver con nuestro recorrido cantando juntas y también el crecimiento como artistas, ya que cada una fue haciendo su trayecto como solista también.

-¿Cómo descubrieron que “Flores Negras”, inspirada en el tango de Francisco De Caro, iba a ser el nombre que las iba a representar como grupo hasta el día de hoy?

A.C.: Tener un nombre remite a la identidad. Sabíamos que era muy importante  elegir uno que nos represente.  En el nombre se imprime algo de la estética elegida y se condensan imágenes que tienen que funcionar como una marca simbólica. En la etapa en la que buscábamos nombrarnos, muchos fueron los nombres que imaginamos. Dora, la mamá de Oscar Laiguera, que muchas veces compartía momentos de ensayos, una tarde nos propuso este nombre. Sabíamos que ella había sido en su infancia cantante en la época de los espectáculos que se llamaban Variedades. Dora imitaba a Azucena Maizani. Su propuesta resonó inmediatamente en el grupo: elegante, tanguero, exótico y femenino.

-El color negro en el nombre no remite al luto. ¿Qué significa para ustedes este color?

A.C.: Con los colores sucede algo complejo. Por un lado, traen consigo una enorme carga cultural, simbolismos, imágenes que remiten a emociones.  A su vez, para cada uno y cada una representa algo singular. Para nosotras el negro es un color que nos transmite elegancia y  distinción  (el negro siempre queda bien, solemos decir al vestirnos), aunque  también  remite a cierta pesadumbre y la muerte se cuela en su sombra. Una flor negra es rara pero existe. Hay muy pocas en el mundo. Crecen en zonas donde la tierra es volcánica y el color del suelo da esta coloración. 

-Diego Vila tiene mucho que ver con “Maldito Tango”. ¿Cómo fue ese proceso en el disco?

A.C.: Diego Vila es nuestro director musical. El proceso del disco pasó por varias etapas relativas a disponibilidad horaria de todos y momentos para dar cada paso hacia el disco físico, la elección de repertorio, lo económico, ¿por qué no? (no es un gasto menor hacer un buen trabajo discográfico), entre otras cosas. Diego Vila es un ser especial más allá de su talento como músico y su modo de guiarnos, siempre está vinculado a la confianza, la responsabilidad y la independencia en la toma de decisiones. No podíamos encontrar a alguien mejor para recorrer este camino.

-¿Consideran que el humor y la fresca manera de expresarse que tienen en cada letra permite que sea posible una reformulación de las canciones y la reacción que tiene el público ante ello?

A.C.: Con el paso del tiempo hemos entendido que este género tiene otros matices -tal como la vida-, y comenzamos a necesitar algo que aterciopele ese dolor que se esconde en gran cantidad de tangos, algo que nos reconcilie y nos acerque. Y el público lo agradece, porque todos necesitamos salvarnos un poco de la nostalgia, la melancolía o algún tipo de sufrimiento. No encaramos todos los temas desde el humor, no todo es tan liviano, pero hay un componente personal -tal vez por nuestras propias experiencias de vida- que lleva a muchas versiones del tango que cantamos a no ser tan trágico como la historia lo ha descripto.

-La música se redescubre permanentemente. ¿Qué sienten al realizar nuevos arreglos de obras emblemáticas que nos han acompañado durante tantos años?

A.C.: Es un desafío hermoso. Yo siento que los temas se renuevan con cada nuevo arreglo y después nosotros en los ensayos vamos buscándole la vuelta a la interpretación  y en éste caso al ser cuatro, tenemos que congeniar muchos ítems. Por suerte, en general no hay desavenencias, todas tiramos para el mismo lado. 

-¿Cómo encuentran la síntesis conceptual y de sonido a lo largo de todo este tiempo hasta llegar a su último disco “Maldito Tango”?

A.C.: Verdaderamente es todo aquello que hoy suena en nuestro disco. Y estamos muy contentas con esta resultante.

-Sus voces son las protagonistas durante todo el repertorio potente que llevan a cabo, sin embargo hay tintes bien marcados del aspecto teatral. ¿Cómo fue fusionar esos universos para crear una puesta en escena e impronta tan personal?

A.C.: De alguna manera cada tema, con su poesía y melodía, nos convoca a entrar en contacto con escenas, con las historias que allí vamos contando. A veces se potencian con puestas escénicas concretas, otras quedan desde la propuesta musical para ser ensoñadas por quienes nos escuchan…

-Alejandra, estuviste rodeada de musicoterapia, psicomotricidad y docencia. ¿Considerás que es posible que la música sea un remanso ante las adversidades?

El placer y privilegio de hacer música, de compartir proyectos artísticos en diferentes agrupaciones, siempre enriqueció mi trabajo en salud y docencia y viceversa. Llevar adelante proyectos musicales, subirse a un escenario y cantar, coordinar un evento escolar, escuchar a un paciente, poner el cuerpo junto a algún niño o niña con dificultades, investigar, componer, dar clase y acompañar a alumnos y alumnas que quieren cantar, son todas facetas de mi camino como persona que se entrecruzan y permiten comprender e interpretar las canciones con mayores matices.


-Laura Esses, ¿por qué te dicen “La Grave»
?

Laura: Eso tendrías que preguntárselo a mis compañeras… Mi propia teoría es que soy la contralto del cuarteto; esto es, entre las mujeres, la que lleva la voz más grave en el espectro vocal. No sé por qué, pero me las imagino leyendo esto y riéndose en silencio…

-Laura Esses, ¿cómo fue la experiencia tan importante de representar cuatro personajes en un Drácula para público sordo y oyente a través de la Lengua de Señas? Laura Esses: ¡Fue maravillosa! Una experiencia singular, y a la vez un desafío increíble, ya que pude integrar la música, el teatro y la Lengua de Señas, en una misma actividad. Tanto sordos, hipoacúsicos como oyentes fueron

a ver la obra, y la idea era que absolutamente TODOS estuvieran cómodos e integrados. Del Globo es un teatro grande y hermoso y cuenta con sistema de aro magnético, además del staff en escena teníamos una pantalla gigante detrás nuestro para que la gente pudiera vernos desde otros ángulos y distancias, y un display con todo el libreto de la obra para que, entre las señas, la música y lo escrito, todos pudieran seguirla del modo más conveniente. 

-Laura H., toda una vida en la música y con participaciones junto a artistas muy renombrados de altísimo nivel. ¿Cómo fue, por ejemplo, formar parte de “Gulp”, el primer disco de Los Redondos? 

Laura Hatton: Creo que tuve la suerte de vivir los últimos años en que había mucho trabajo de singles y grabaciones de discos, por eso de la mano de Jorge Calandrelli grabé con muchísimos artistas algunos muy importantes, como Mercedes Sosa, Leonardo Favio, Chico Novarro entre otros. Había días en que íbamos de un estudio a otro. He llegado a tener 3 grabaciones en un día.  Muy distinto fue la grabación  del último disco de Buenos Aires 8, grupo del que fuí integrante y que requirió más entrega y responsabilidad. «Gulp», el icónico primer trabajo de Los Redonditos de Ricota, fue algo intermedio, ya que si bien yo no me consideraba parte del grupo, ensayé con ellos varios meses, y canté en la presentación del disco en Cemento. En cuanto a lo que sentí en el momento de grabar “Gulp”, fue muy divertido, y en otra época de la vida… Jamás pensé que se convertiría en lo que se transformaron. Fue una grabación más, sólo que más divertida que otras. Después fueron cerrando las grabadoras, se puso de moda grabar afuera, y tuvimos que reacomodarnos al nuevo contexto para seguir viviendo de la música…

-Cecilia, teatro, jazz, rock, y tu viaje por la música rioplatense. ¿Cómo fue encontrarse y reencontrarse en tantos universos musicales y cómo influye en tu carrera musical? 

Cecilia Bonardi: Creo que cada uno de esos tránsitos musicales, donde también se suma el teatro, forman parte de mis búsquedas personales y de mi crecimiento como artista.

Tu pregunta Lucía me hizo recorrer rápidamente muchos recuerdos. Mis inicios profesionales como cantante fueron de la mano de una agrupación vocal llamada Pirámide interpretando un repertorio de jazz-rock, que me dejó, además de toda la enorme experiencia de escenario compartido con mis compañeros, el claro registro del disfrute del canto a voces. Y esta experiencia posibilitó muchos años después que me convocaran para el entonces “proyecto” de Flores Negras. Y a su vez me conectó como intérprete a sumergirme en la música rioplatense. Y allí me quedé, sumando años después  un extenso recorrido mi grupo Pulso Ciudadano. El teatro me sumó mucho enriquecimiento escénico que espero poder desplegar también en futuros proyectos.

-Inauguraron lanzamiento en formato presencial. ¿Qué sienten al respecto?

A.C.: Felices, emocionadas. Hace mucho que no llevábamos a cabo este formato, y es extraño para nosotras que veníamos acostumbradas a lo presencial y al intercambio de energía con el público, que es lo que más nos cautiva y enfoca. 

-¿Qué sienten por «Maldito Tango», este disco tan preparado cuidadosamente y esperado?

A.C.: Maldito Tango es sin duda un disco deseado, en el que logramos plasmar nuestro crecimiento compartido como cantantes. Me gusta decir que es una resultante de la historia recorrida de Flores Negras, donde las experiencias de vida de cada una, los cambios internos del cuarteto, las nuevas propuestas de arreglos, las elecciones del repertorio arman este trabajo. Un importante mojón en Flores Negras.

¡Seguirá también otros, sin duda!

-¿Hay alguna primicia que pudieran adelantarnos sobre lo que están gestando en homenaje a Ástor Piazzolla? 

A.C.: Desde hace muchos años tenemos el proyecto de dedicarle un trabajo discográfico completo a Ástor Piazzolla. No logramos plasmar el año pasado, pero sin duda será una realización en este 2022. Nos vamos a dar el gusto en este tiempo de lanzamiento de Maldito Tango de anticipar y compartir algo de este renovado repertorio. ¡Y estamos disfrutando cada nota de estos nuevos arreglos!

Próximas fechas de Flores Negras:

Domingo 24 de abril en Pista Urbana a las 20hsen el marco del Ciclo TANGO MIX, Ciclo de tango de mujeres- http://www.alternativateatral.com/espacio4701-pista-urbana
Sábado 11 de junio Teatro de Cámara de City Bell
Espectáculo «Flores en la Luna» en homenaje a Astor Piazzolla Flores Negras y De Luna y Fango: https://lumenartis.org/programacion/
Miércoles 29 de junio- 20:30 hs en el nuevo Bebop de Palermo. https://bebopclub.com.ar/

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