Madagascar, la imponente isla africana que fue refugio de piratas que escondían  sus botines. Con sus costas bañadas por el Índico, mezcla de religiones, lenguas, tradiciones; con una población de ojos rasgados y vestimenta asiática, junto a personas de tez negra y aire africano. Una identidad propia irrepetible

Nada es común en la mayor isla africana. A mil kilómetros de las costas de Mozambique, cuando África termina y el océano es ya inevitable, la enormidad de Madagascartiene una superficie similar a la península ibérica y 1600 kilómetros de largo- se yergue en mitad de las aguas del Índico como un gigante de piedra inesperado. Ese aislamiento geográfico y un pasado ligado a la leyenda otorgan a Madagascar el aura de lugar diferente, único.

Madagascar es un país inusual situado en el oéano Índco, frente a la costa sureste del continente africano, al este de Mozambque. La nación está comprendida por la isla de nombre Madagascar, la más grande de África y lacuartamás grande del mundo, y por pequeñas y numerosas islas periféricas. Está separada del continente por el canal de Mozambique. A pesar de su cercanía actual al continente africano, Madagascar formaba parte en su origen del subcontinente indio, del cual se separó hace unos 88 millones de años. Por ello su aislamiento ha favorecido la conservación en su territorio de multitud de especies únicas en el mundo, la mayoría de ellas endémicas de la isla. Las más notables son los émures (un infraorden de primates), el fosa carnívoro, cinco familias endémicas de aves y seis especies endémicas de baobabs.

El gentilicio de Madagascar es malgache y el idioma nacional es el malgache, su segundo idioma es el francés. La mayoría de sus habitantes tiene creencias tradicionales, son cristianos, o una amalgama de ambos. Madagascar pertenece al grupo de los países menos desarrollados, según las Naciones Unidas. El ecoturismo y la agricultura, junto con mayores inversiones en educación, salud y empresa privada, son elementos clave de la estrategia de desarrollo de Madagascar. Sin embargo, estos beneficios no se distribuyeron uniformemente en toda la población, produciendo tensiones sobre el creciente costo de vida y la disminución del nivel de vida entre los pobres y algunos segmentos de la clase media.

A lo largo de la historia, sus costas recibieron la vista de cientos de navíos de piratas y corsarios, que buscaban un lugar apartado donde descansar o esconder su botín, y de embarcaciones de comerciantes y exploradores de medio mundo. Aquellas visitas continuadas de árabes, franceses, portugueses, indonesios, chinos y africanos dejaron en herencia una suerte de torre de Babel derramada y bañada por el mar.

Hoy, la mezcla de religiones, lenguas, tradiciones, técnicas de cultivo e incluso rasgos físicos, con población de ojos rasgados y vestimenta asiática junto a personas de tez negra y aire africano, son la seña identidad de un cruce de caminos hecho isla.

Aunque hay que prepararse para un viaje largo, acercarse a Madagascar es más fácil (y más barato) desde que Turkish Airlans ha apostado por este destino. En los meses de verano en España, la compañía ofrece tres vuelos semanales, que se amplían a cinco semanales en invierno. Además de Barcelona y Madrid, la aerolínea ofrece conexiones desde Valencia, Málaga y Bilbao.

Las pobres infraestructuras dificultan la logística en el terreno, así que si se deben recorrer distancias largas, es aconsejable usar vuelos internos. También es buena idea confiar en una agencia especializada y con mucha experiencia como Tierras Lejanas, que ofrece rutas alternativas de 15 y 24 días para grupos reducidos.

La estación de lluvias es de diciembre a febrero y en el invierno malgache (de junio a agosto) puede hacer fresco en las zonas altas o por las noches. Aunque el país se puede visitar en cualquier época del año, los meses de primavera y otoño, cuando bajan las temperaturas y el tiempo es más seco son una buena opción.

Madagascar ofrece bastantes posibilidades de alojamiento, desde el lujo exótico del Miavana a backpackers para todos los bolsillos. En la capital Antananarivo, y cerca del aeropuerto, el Lodge Au Bois Vert está construido en una arboleda y es un buen tentempié de la fauna y flora local. Aunque depende de la zona y la época del año los mosquitos escasean, es recomendable llevar profilaxis contra la malaria y un buen repelente.

Campos de cultivo en las Tierras Altas, la presencia en la zona central de la isla de campos de arroz, el alimento más popular entre la población, dan un aire asiático al paisaje.

Los campesinos de las Tierras Altas son común ver a las afueras de Betafo. Más de dos tercios de la población malgache vive en zonas rurales y el 80% de sus más de 25 millones de habitantes vive de la pesca o la agricultura.

La isla lleva tanto tiempo aislada del resto del mundo —se separó de África primero hace 165 millones de años y de la península de India hace 88— que su ecosistema ha evolucionado de una manera única. Alrededor del 90% de su flora y su fauna son endémicas. El lémur coronado (Eulemur coronatus) es una de las 75 especies de este primate que habitan la isla.

A menos de un día de viaje desde la capital, Antananarivo, se puede visitar el lago Tritriva. Según la leyenda, a este lago volcánico de aguas turquesas acudieron dos enamorados a suicidarse juntos, en una revisión malgache de la obra Romeo y Julieta, cuando sus familias les prohibieron casarse por ser de clases sociales diferentes.

El camaleón es uno de los reyes de la fauna malgache. El 70% de las especies conocidas en el planeta se encuentra en la isla africana. Pese a la creencia popular, el camaleón no cambia de color para camuflarse en la vegetación, sino a causa de la temperatura, durante el cortejo para aparearse o cuando se ve amenazado.

Baobabs milenarios que según las creencias locales albergan espíritus en su interior, son la puerta de entrada a un universo malgache insólito y excepcional. Este tipo de árboles, que sólo crece en África o Australia, tiene en Madagascar su paraíso particular: en la isla viven hasta siete especies de baobabs diferentes. Es un tesoro natural en peligro: la erosión y la tala indiscriminada amenazan esta joya de la biosfera.

Los tsingys son formaciones de roca caliza o arena, que esculpen pináculos y chimeneas naturales. Estos bosques de piedra en constante cambio se distribuyen por todo el territorio, aunque destacan los Tsingy rojos de Irodo, formados en piedra arenisca rojiza, o los del Parque Nacional de Ankarana (en la imagen), tallados en roca caliza.

La mayor de las islas del archipiélago de Nosy Ankao, a 45 minutos en helicóptero de Diego Suárez, alberga desde abril de 2017 una propuesta pionera en el turismo de lujo africano. El Time + Tide Miavana es un hotel de 14 villas frente al mar, que busca abrir el mercado del turismo exclusivo en Madagascar.

El Miavana está situado en una isla desierta que sólo está habitada durante unos meses al año por un grupo de pescadores y en sus villas ofrece piscina privada, cocina con servicio personal y deportes de Masgasacar,

Para cerrar, párrafo aparte para la música: muy diversa y distintiva de Madagascar ha sido moldeada por las tradiciones musicales del sedeste asiático, África, Arabia, Inglaterra, Francia y Estados Unidos debido a las sucesivas oleadas de colonos que han hecho de la isla su hogar. Los instrumentos tradicionales reflejan estos orígenes: la mandolina y el kabosy deben su existencia a la introducción de la guitarra por los marinos árabes o europeos, el yembée se originó en África continental y la valiha, la cítara de bambú considerado el instrumento nacional de Madagascar, directamente se desarrolló de una forma anterior de la cítara llevada por los primeros pobladores austronesios.

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