Agustina Massara, saxofonista de La Delio Valdez: “Creo que aportamos una cuota a la historia de la cumbia, que es larga; aparte, tiene la característica que es la tierra, y es de América, porque cada país la va tomando y la hace propia como en Perú, Chile, Argentina, Colombia”

Por Jorge Daniel González.

La orquesta argentina La Delio Valdez ha creado espacios de dispersión para integrar familias, amigos, fiesta, cumbión y sano baile donde la música sólo funcione como una excusa para juntarse, un grupo cooperativo de 11 años de trayectoria ganador del premio Gardel al Mejor Álbum de Grupo Tropical por su disco Sonido Subtropical, primera propuesta de temas íntegramente propios, conjunto que llenó el Teatro Gran Rex (2019) grabando un disco en vivo y que promete un espectáculo único este sábado 14 de Noviembre como único show oficial, libre y colaborativo por YouTube, tras el comienzo de la cuarentena: “Conexión Cumbiambera será un tremendo show. Hace meses que no nos presentamos,  estuvimos guardados y con el deseo de volver salimos con toda con una hermosa producción en el Malvinas Argentinas”, confiesa la saxofonista Agustina Massara.

El trabajo en cooperativa para un grupo musical conlleva compromiso, división de tareas y por supuesto, depender de la propia responsabilidad para generar espacios, producir, crear, estar en movimiento remando hacia la misma dirección: “La Delio es una cooperativa legal hace años. Desde los inicios naturalmente adoptó esa forma, no porque fuéramos a trabajar así, sino que la cooperativa nos llamó, era la manera natural de trabajar; investigamos sobre el tema y terminamos juntándonos con otras cooperativas, porque hay de todo, de vivienda, arquitectura, textil, gastronomía y sí, es una rareza que una banda trabaje así, pero nosotros lo super recomendamos, es mucho más trabajoso, no es solamente ir y tocar, sino tomar decisiones, debatir en grupo, ponerse de acuerdo y llevar las ideas a cabo: somos nosotros los que decimos cuándo, dónde y cómo hacerlo, no es sólo la palabra sino la acción”.

El año pasado La Delio fue reafirmación, explosión, y este año con la pandemia mundial y la extensa cuarentena que significó suspensiones y postergaciones, fue impulso que no mermó las ganas ni la fortaleza de seguir progresando, por ello hoy sus fanáticos pueden encontrar al conjunto en el Almacén Valdez o en nuevos proyectos como Birra Valdez: “La cuarentena nos afectó terriblemente por la cantidad de suspensiones, pero además se desmanteló la situación de trabajo precario como la música donde si no salís a tocar, no cobrás siendo afectados los músicos como el staff, por ello nos vimos obligados a mantenernos mediante nuestro taller con los productos de Almacén Valdez donde vendemos nuestras remeras, buzos, gorras haciéndolas nosotros mismos con serigrafía. La Birra Valdez es una novedad junto a Iaine Birra Querida, una cervecería artesanal con quién nos fusionamos y de la que saldrán las promociones junto con el Streaming”.

Por si fuera poco, la energía de La Delio también se direcciona hacia los responsables de la composición, que según Agustina, comenzaron a pensar en un próximo sexto disco con el estilo, la fuerza y el sonido íntegro de una orquesta que sorprende en cada una de sus secciones instrumentales: “En el parate los que componen estuvieron a pleno, pasándose de manera virtual sus nuevas obras que después la pasaban al grupo. Ahora que está permitido, se están haciendo ensayos de sección con vistas a grabar nuestro nuevo disco en tiempos complejos donde estamos súper unidos y fuertes.  La Delio encontró en el Sonido Subtropical una impronta: veníamos haciendo grandes versiones de la cumbia colombiana pero con el Sonido Subtropical hicimos un quiebre total que tiene que ver con nuestra cultura, con el palo de donde viene cada uno de los integrantes como el que hacía funk, Salsa, música Clásica, jazz y en el disco que ganó el Gardel se nota”.

En la historia de la cumbia argentina, desde fines de los cincuenta hasta los sesenta con la creación de grupos como Los Wawancó y el Cuarteto Imperial como excelencias, ha crecido un movimiento que aportó baile, alegría, abriendo el abanico de posibilidades sonoras con el surgimiento de infinidad de grupos de influencias peruanas, colombianas y de Centroamérica, a nuevos subgéneros integrados al folklore de algunas provincias como la cumbia santafesina con guitarra, cumbia norteña en Jujuy, la guaracha santiagueña, el cuarteto cordobés, el nacimiento de las bailantas, los sellos discográficos, la difusión masiva haciendo que la movida tropical sea una enciclopedia de alternativas culturales. Hoy La Delio Valdez llegó para devolver al género la familiaridad, la riqueza instrumental y el ambiente de pura diversión: “Creo que aportamos una cuota a la historia de la cumbia, que es larga, y aparte tiene la característica que es la tierra y es de América, porque cada país la va tomando y la hace propia como en Perú, Chile, Argentina, Colombia. En todo esto, van pasando muchas historias desde Los Wawancó, un contexto histórico y todo un desarrollo, como la cumbia villera con un libro distinto. Hoy volvieron las orquestas de cumbia y contemporáneas para que la gente baile”.

Agustina Massara comenzó en La Delio Valdez en los primeros tiempos de formación y hoy es una de los pilares del grupo musical: “Empecé hace diez años casi; en ese momento estudiaba en la Escuela de Música Popular de Avellaneda donde estaba haciendo la carrera de jazz, y un compañero saxofonista, el Oso, que es el otro saxo de la Delio, me decía que en donde había entrado a tocar estaban buscando saxo alto, fui al ensayo y la verdad me enamoré del repertorio, de lo que había que tocar, me sorprendía mucho, era algo que no conocía literalmente pero había sentido corporalmente que lo había escuchado: fue amor a primera vista”.

Si alguien pregunta si Delio Valdez es una persona, una entidad, una creación podría aclararse que la Delio son muchas cosas que se transforman de múltiples maneras, por ello para comprender habrá que vivir una nueva ceremonia sonora como sucederá con el show gratuito y colaborativo “Conexión Cumbiambera”.

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