Valparaíso, la Joya del Pacífico, colorida capital de la bohemia frente al mar, con su trolebús, ascensores, museos y particulares festividades a lo largo del año

Existen dos versiones sobre el origen de su nombre, una se le atribuye a Juan de Saavedra, quien la habría bautizado en 1536 como Valparaíso a la rada donde encontró la nave «Santiaguillo», en recuerdo de su pueblo natal de Valparaíso de Arriba (Ayuntamiento de Carrascosa del Campo, Cuenca, España) Otra versión le atribuye este nombre a los soldados del navegante Juan Bautista Pastene, quienes lo habrían llamado «Val del paraíso», es decir «Valle del Paraíso», y que con el uso se habría transformado en Valparaíso.

Por otro lado, los mapuche del sector le llamaban Aliamapu (mapudungún: alia mapu, “tierra quemada”) seguramente en relación a sus frecuentes incendios forestales. A Valparaíso se la conoce también como “Pancho”. La tradición cuenta que en 1846 se comenzó a construir la iglesia de San Francisco en el cerro Barón, de la cual sobresalía la torre que albergaba la maquinaria para el reloj y cuatro grandes esferas que se podían ver desde cualquier ubicación, especialmente desde alta mar, siendo una referencia obligada para los marinos que recalaban a la bahía. Al ver el campanario, coronado por una cruz de hierro, los marinos decían: ¡Allá está Pancho! Los marinos, especialmente ingleses, la apodaron la “pequeña Londres” debido al «buen aire londinense» que se respira de esta ciudad. La ciudad también es llamada “La joya del Pacífico”, existiendo una popular canción que lleva ese título y considerada el “himno” de Valparaíso. Los habitantes locales denominan a la ciudad comúnmente con la abreviatura “Valpo”. Si bien la ciudad de Valparaíso jamás fue fundada bajo un nombre específico, cabe destacar que entre los años 1789 y 1791 se proclamó un cabildo, logrando en 1802 por parte del Rey de España el título de “Ciudad de Nuestra Señora de las Mercedes de Puerto Claro”, en honor a su patrona, quien además aparece en el escudo oficial de la ciudad.

La Independencia de Chile y el libre comercio que se decretado fueron el impulso inicial para que Valparaíso llegue a ser puerto principal del Pacífico Sur. Con el Estrecho de Magallanes como único paso entre los océanos Atlántico y Pacífico, el puerto es parada obligada para los navegantes. Ciudad pionera y elegante, polo comercial y atracción de santiaguinos, pobres del campo e inmigrantes de todo el mundo. Valparaíso de los marineros con la bohemia del puerto, que se dice, era como llegar a Nueva York.

La ciudad es valiosa a los ojos de un mundo modernizado y global, que busca la comunidad perdida, el sabor de lo gastado, la historia en los trazos de las ciudades. Desde el 2003 la Ciudad de Valparaíso es Patrimonio de la Humanidad. El principal atractivo físico de Valparaíso es su original arquitectura colonial española, que se entrelaza con otros estilos europeos no hispanos, especialmente el victoriano, que fueron traídos a este puerto por inmigrantes británicos, y desarrollados extensamente durante el siglo XIX, dando a la ciudad un diseño único en el mundo.

Bohemia y colorida. Valparaíso invita a descubrir siempre un nuevo decorado urbano, una interesante galería de arte o un rincón gastronómico, entre sus laberínticos cerros que han sido inspiración de poetas y escritores. Recorrer siempre a pie sus estrechas calles, infinitas escaleras, históricos ascensores y sus múltiples miradores. La alegría de sus carnavales y espectacular show de juegos artificiales que despiden desde el mar las Fiestas de Fin de Año.

Su puerto y caletas, fiel retrato de la idiosincrasia chilena. Sorprenderse con el mercado de productos del mar recién extraídos y la extrovertida labia de los pescadores.

La Joya del Pacífico es sede del Poder Legislativo de la Nación y Casa de la Armada Chilena.

El Área Metropolitana es una de las más habitada del país, es uno de los puertos más importantes de la costa pacífico, capital cultural de Chile y uno de los centros culturales más importantes del Pacífico sur.

En total, dentro de esta ciudad tan cultural existen más de 95 monumentos nacionales, un casco histórico declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, un puerto y sus característicos cerros que cubren la ciudad.

De los cerros altamente conocidos son Concepción, el cerro Alegre y el cerro bellavista. Todos ellos gozan de una mezcla de arquitectura la arquitectura nacional y europea, lo que le da un carácter excéntrico y al mismo tiempo bohemio. Al mismo tiempo, dentro de los cerros hay distintas cafeterías, museos, paseos e iglesias que permiten pasar el día completo recorriendo esta bella y colorida ciudad. 

Valparaíso es la única ciudad del mundo que ocupa ascensores o funiculares no sólo con fines turísticos. Son una forma habitual de transporte público. Debido a las pendientes de sus cerros, muchos de los sectores aledaños de Valparaíso son inaccesibles por los medios de transporte colectivo. Es por ello que los ascensores cumplen la función de comunicar la parte alta de la ciudad con el plan, además de ser fuertes referentes turísticos. Los rieles y la silueta de las estaciones en lo alto de los cerros han llegado a constituir el símbolo de Valparaíso. El vaivén, el crujir de los carros y su elevarse por sobre la bahía, hacen del breve viaje en ascensor toda una experiencia.

Los colectivos transportan varios pasajeros en líneas de recorridos fijos. Su ventaja es la rapidez y el acceso a puntos de la ciudad donde no llegan otros medios de transporte colectivo, debido a la geografía de cerros que presenta. El número o nombre de identificación de cada línea va en el techo del vehículo junto al recorrido que este realiza.

Los taxis simples son de color negro y techo amarillo. También existen los taxis de turismo, de cualquier color y siempre de patente naranja con letras negras, cobran por kilómetro y su costo varía según la empresa. Además existen los Radio taxis, vehículos sin distintivo oficial, modernos, dan un servicio con destino, tiempo y precio fijados con anterioridad.

Trolebús: vigentes en la ciudad desde 1953, siendo actualmente la única red de trolebús en Chile y la segunda más antigua de Sudamérica, hacen ocho kilómetros de recorrido en dos circuitos por el plan de la ciudad. Viajar en ellos, es una experiencia única para el visitante. Porque son los más antiguos trolebuses de su tipo funcionando en el mundo – verdaderos museos rodantes – y por la utilidad que aún prestan, son un símbolo urbano de Valparaíso.

Los museos son impresionantes:

-Museo a Cielo Abierto: Murales de grandes artistas en un amplio sector del Cerro Bellavista. A todo horario y de acceso libre.

-Museo de Historia Natural: Más de 20.000 especies y colección permanente de vestigios precolombinos. Ubicado en calle Condell 1546 – sector El Almendral.

-Museo In Situ: Vestigios de barcos y antiguas instalaciones portuarias, en él también se encuentran puestos de artesanía local, situado en el subsuelo de la Plaza Sotomayor. Abierto de lunes a domingo de 9:30 horas a 14 horas y de 16 horas a 18 horas. Cierra cuando hay actos públicos en la plaza o en caso de temporales. Entrada liberada.

-Museo La Sebastiana: La Sebastiana, residencia en Valparaíso del poeta chileno y Premio Nobel Pablo Neruda. Ubicada en Ferrari 692 – Cerro Florida. Abierto de martes a domingo: 10:10 horas a 18 horas.

-Museo de bellas artes, Palacio Baburizza.

-Museo Municipal de Bellas Artes: Importante colección de obras de artistas nacionales y extranjeros en el Palacio Baburizza. Ubicado en Mirador Paseo Yugoslavo – Cerro Alegre.

-Museo Naval y Marítimo de Chile: Se exhibe el patrimonio Naval de Chile. Paseo 21 de Mayo – Cerro Artillería. Abierto de martes a domingo de 10 horas 17:30 horas.

-Museo Organológico: Más de 600 instrumentos musicales de todas partes del mundo. Ferrari 488 – Cerro Bellavista.

-Museo Renzo Pecchenino: Piezas originales de Lukas, caricaturista de nacionalidad italiana que emigra a Valparaíso, los mejores dibujos e ilustraciones sobre Valparaíso. Paseo Gervasoni 448 – Cerro Concepción. Abierto de martes a domingo de 11 horas a 18 horas.

-Museo Lord Cochrane: Fue convertido en Museo por la Ilustre Municipalidad de Valparaíso. Es la casa más antigua de Valparaíso (1842). esta en el cerro Cordillera.En este Museo se exhiben piezas de Modelismo Naval montadas por el Club de Modelismo Naval de Valparaíso, y se realizan exposiciones rotativas durante el año. Aquí Juan Mouat estableció el primer observatorio astronómico que tuvo Chile en el año 1843. Dirección Calle Merlet 195 – Cerro Cordillera. Abierto de martes a domingo. Entrada Gratuita

Si de gastronomía se trata, en la zona central, existe una gran variedad gastronómica durante todo el año. Uno no se puede ir sin probar las tradicionales empanadas chilenas o sin haber bebido un buen vino chileno. El charquicán, la cazuela o las sopaipillas con pebre para pasar el frio del invierno o preparaciones hechas a base de maíz como los son el pastel de choclo y las humitas que son características del verano. También es fundamental refrescarse con un buen mote con huesillo a base de durazno y mote. También puedes encontrar una gran variedad de pescados y mariscos que se encuentran a lo largo de toda la costa. Caldillo de congrio, machas a la parmesana, empanadas de camarón y ostiones al pil pil son sólo algunos de los platos más característicos y favoritos. 

Como los cerros que conforman la ciudad, comer en Valparaíso significa entrar a un mundo muy diverso. Esto se ha acentuado en los últimos años, al instalarse en centenarias casonas una serie de pequeños bistrós, que han traído aires de refinamiento a la gastronomía local. Su llegada ha elevado la calidad y variedad de la oferta porteña, llevándola a nivel internacional. Estos locales se ubican de preferencia en los cerros más turísticos: Alegre y Concepción.

Otros en la Zona Comercial de la ciudad y en el extenso barrio del Almendral. Su cocina: internacional, italiana, tailandesa, rusa, japonesa, regional francesa y por supuesto la cocina chilena, donde pescados y mariscos tienen protagonismo.

Festividades

Desde el Laguna Verde hasta Concón en 21 kilómetros de largo revientan más de 31 toneladas, 28 mil bombas de fuegos artificiales por todo el borde costero, por cierto el más extenso del mundo. Es la estruendosa tradición del Año Nuevo en el Mar, magnífico festival pirotécnico que durante media hora se toma el cielo de la bahía de Valparaíso. Por estar lo más cerca posible del intenso bombardeo luminoso, miles de personas llegan de todas partes del mundo, copan las calles del puerto, los miradores y cerros de cara a la bahía; es la ciudad sitiada por la fiesta. El movimiento empieza desde la mañana del 31 de diciembre. Los más adelantados ganan lugar en los miradores públicos de mejor vista: Gervasoni, Yugoslavo, Atkinson, Barón y 21 de Mayo. Otros, más previsores aún, disfrutan de la cena -reservada con semanas o meses de antelación- en los restaurantes cercanos a la rada. Otros rentan botes para apreciar el espectáculo sobre sus cabezas y desde el bamboleo las olas, mientras que el resto se parapeta en cualquier rincón que mire hacia el mar. Porque el anfiteatro natural que es Valparaíso, ofrece fiesta para todos. El Año Nuevo en el Mar partió en 1952 y va creciendo año a año en entusiasmo y toneladas de pólvora, siendo considerado uno de los eventos más importantes del mundo en su tipo. Pero la media hora de luces y ruido es apenas el inicio. La celebración se vuelca a los espectáculos callejeros organizados en la Plaza Sotomayor, al saludo entre vecinos de los cerros, con las propias fiestas caseras o al ritmo incesante de bares y salones de baile, que se han preparado con especial esmero para la ocasión. Así todos abren de la mejor manera el año que empieza.

Valparatango: El tango nacido en el Río de la Plata, en Valparaíso tiene un bastión que se mantiene firme en las decenas de academias de baile y bares que reservan un espacio para este ritmo. Danza explícita y provocadora, con letras de fuerte carga sentimental, cuando no ganadas por una total melancolía, recala en Valparaíso en una fiesta anual que, en pleno verano, celebra el compás y baile del dos por cuatro. Valparatango es un evento de varios días que nació en la caleta de pescadores El Membrillo y que ya acumula veintipico de ediciones, constituyéndose como el primer festival de tango en Chile, con competencia internacional y múltiples actividades anexas que cautivan a los siempre bien dispuestos porteños. Valparatango no sólo despliega el baile y los sones de clásicos tangos, sino también organiza ciclos de cine y muestras pictóricas alusivas, literatura y poesía ad hoc, espectáculos en vivo, conferencias, vestuario y todo un circuito cultural en torno al tango.

Festival de las Artes: iniciativa del Estado chileno para apoyar el desarrollo de la ciudad de Valparaíso, declarada Patrimonio de la Humanidad; por tanto, es el centro de las actividades culturales de relieve nacional y latinoamericano. Arrancó en el año 2001 con el nombre de «Carnaval Cultural de Valparaíso», pero en 2010 obtuvo su actual nombre. La organización de este evento corresponde al Consejo Nacional de la Cultura y Las Artes y a la Ilustre Municipalidad de Valparaíso. Su implementación y ejecución está a cargo de un comité ejecutivo conformado por el Director del Consejo Regional de la Cultura y Las Artes. Las actividades se realizan por cuatro o más días, en los cuales hay cientos de actividades como: intervenciones urbanas, exposiciones de artes callejeras, obras teatrales, música en vivo, show de luces, noche de museos, bailes, caravanas y desfiles por las calles, y más. Hasta el 2011 comenzaba a mediados de diciembre, hoy en día se realiza a mitad del mes de Enero.

Semana Santa: cada Viernes Santo, alrededor las nueve de la noche, se recuerda la Pasión de Cristo en un Vía Crucis en las calles del Cerro Placeres. Todos los vecinos participan, de actor o espectador. Con absoluto realismo encarnan a los personajes de la Pasión de Cristo. El Vía Crucis se inicia en Avenida Placeres, frente a la Universidad Santa María y todo concluye con la Cruxifición, que se realiza en la Plaza de la Conquista. Cómo llegar: Tomar en el plan el microbús 501 o el 510, bajarse en la Universidad Federico Santa María y seguir la procesión hasta la Plaza de la Conquista.

Quema de Judas: transcurre en los cerros de Valparaíso para el último día de Semana Santa, en Domingo de Resurrección. Niños recorren las calles pidiendo monedas para el Judas, que es un muñeco confeccionado con ropas, también recolectadas entre los vecinos. Luego viene la quema del Judas, que en sus orígenes simbolizó todo el repudio del pueblo a la traición de dicho personaje. El rito es parte de la herencia española y era practicado por soldados, marineros y misioneros a la salida de las iglesias. La primera referencia periodística de la Quema data de 1846, en publicación de El Mercurio de Valparaíso. Al inicio el ritual se hacía en las cercanías de la Parroquia de los Doce Apóstoles y en la Plazuela de La Matriz; con el pasar del tiempo, el desprecio de la elite ilustrada lo alejó de las iglesias. Se instaló en los cerros, donde el ritual es más libre y creativo. A veces existe una “viuda” y otras no; en algunos casos es un acto organizado y en otros, espontáneo.

Día de las Glorias Navales: es la segunda fecha nacional de importancia tras las Fiestas Patrias del 18 y 19 de septiembre. Se conmemora la gesta del Capitán Arturo Prat Chacón, quien un 21 de mayo de 1879 -recién iniciada la Guerra del Pacífico con Perú y Bolivia- enfrentó en las costas de Iquique a la más poderosa embarcación peruana de su tiempo, El Huáscar. Al mando de la vieja corbeta Esmeralda, que fue cañoneada, espoloneada y hundida, su sacrificio y sentido del deber lo llevaron a constituirse en símbolo de los hombres de mar en Chile y héroe nacional. Una gran parada militar en Plaza Sotomayor, ante el monumento que recuerda a Prat y sus camaradas muertos en combate, les rinde honores. Están presentes en la plaza las autoridades navales, regionales y el Presidente de la República, que viene de dar la cuenta anual de su gestión ante el Congreso Pleno en el mismo Valparaíso. Es la máxima solemnidad y emoción para recordar a los héroes. Al igual que en las Fiestas Patrias de septiembre o como en el Año Nuevo, los preparativos comienzan por anticipado. Mucho antes, por los cerros y barrios se empieza a escuchar el resonar de cajas, flautines y cornetas de las bandas de guerra escolares. Ensayan para su propio desfile, que ocurre el día previo a la ceremonia oficial. El 21 de mayo los edificios públicos amanecen embanderados y desde temprano la gente se agolpa en las calles cercanas a la plaza para ver el paso de las tropas. Los niños se visten de marineros o con trajes típicos chilenos. Por donde pasen los marinos hay gente y vendedores de golosinas, cantores populares y chinchineros. Porque la marcialidad del desfile es el espectáculo que corona una de las festividades más características de la ciudad.

Fiesta de San Pedro: los porteños celebran al patrono de los pescadores para el día de San pedro y San Pablo, con una programación que incluye una romería, bailes que recorren las calles aledañas a las caletas, cultos religiosos, comidas del mar, música y la tradicional procesión por el mar en donde se lleva la imagen del santo, un recorrido que parte en tierra desde la Capilla de San Pedro en Playa Ancha, luego a la caleta el Membrillo en donde es puesta en bote donde recorre la bahía de Valparaíso.

Festival de Cine de Valparaíso: desde 1997, Valparaíso ha tenido Festival de Cine. Busca rescatar del patrimonio fílmico, la exhibición de cintas restauradas, ciclos especiales dedicados a escuelas o factorías cinematográficas, homenajes a autores nacionales y extranjeros, presentación de filmes de culto e inéditos en Chile, retrospectivas, ciclos temáticos, cortos patrimoniales e históricos – como los funerales de Neruda y de Luis Emilio Recabarren o un paseo por Playa Ancha en 1902 – y por supuesto, la competencia que premia documentales.

Fiestas Patrias: El 18 de septiembre en Chile se celebra la Independencia Nacional. Ese día, en 1810, se instauró la Primera Junta Nacional de Gobierno, que fue el primer paso para lograr la libertad. El 19 de septiembre se celebran las Glorias del Ejército, entonces el 18 y 19 son días feriados y de fiesta, una suerte de pequeñas vacaciones de primavera. La música folclórica se toma las radios y calles, las banderas chilenas se alzan en todas las casas y todavía se mantiene para algunos la costumbre de pintar las fachadas y comprar traje nuevo para las fiestas. Fondas y ramadas se levantan en espacios públicos. Son construcciones livianas en madera, lona o como su nombre lo indica, ramas, que reviven costumbres muy antiguas de celebración popular. Allí llegan familias completas a comer, beber y bailar sones diversos, pero siempre el baile nacional: la cueca. En Valparaíso la fiesta parte El 17 por la noche es la Fogata del Pescador en la Caleta El Membrillo. Viene a ser una especie de vigilia en torno al gran fogón que ilumina la explanada de descanso de los botes. Se vende todo tipo de productos -principalmente pescado- al compás de músicas populares interpretadas en vivo por entusiastas grupos locales. A las 00 horas del día 18 de Septiembre hay un show de fuegos artificiales en la bahía. Las fondas se instalan en el Parque Alejo Barrios de Playa Ancha, la explanada más grande de la ciudad. Son organizadas por privados o instituciones de larga data en el puerto, como el Club Deportivo Santiago Wanderers. Allí, el potente sonido de las orquestas y grupos de cueca, el olor de las carnes en las parrillas, los gritos de los niños en los juegos típicos y los aires de fiesta que se respiran en el paseo, en las mesas y pistas de baile.

Festival Teatro Container: la utilización de los contenedores como espacio para desarrollar el imaginario nace a través de la observación cotidiana de la dinámica entre el puerto y la ciudad. Partiendo de esta experiencia y de la búsqueda de nuevos espacios para la representación, es que se toma conciencia de que al ocupar un contenedor para el teatro, la danza o las artes visuales, se está utilizando un soporte propio del comercio para desarrollar una actividad cultural. De esta manera se homologa lo que sucede en Valparaíso: una ciudad originalmente destinada al comercio, hoy convertida en patrimonio cultural de la humanidad. Festival Teatro Container, por medio del Centro Cultural Teatro Container, busca constituirse como un nuevo referente cultural; local, nacional e internacional, a través de la re significación de un formato universal, itinerante, que potencia la experimentación y la innovación artística.

Mil Tambores: el primer fin de semana de octubre el ritmo de la percusión se escucha por toda la ciudad. Es el Carnaval de los Mil Tambores, fiesta que saluda la llegada de la primavera. Nació por iniciativa de centros culturales autónomos y sigue así, como un festejo representativo de las manifestaciones artísticas alternativas de la ciudad, abierto a la participación de todos. Hay espectáculos teatrales, malabarismo, muestras de cine, presentaciones musicales y danza. En Caleta Portales, Playa Ancha, Cerro San Juan de Dios y el Centro Cultural Ex Cárcel se suceden los talleres de cuerpos pintados, los juegos tradicionales indígenas y actividades en torno a la plástica.

Y las coloridas murgas que recorren las calles del plan, desde Barrio Puerto a Parque Italia, donde participan miles de personas contagiadas por el entusiasmo primaveral. Un encuentro de respeto mutuo y autogestión que atraviesa toda la ciudad.

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