Facundo Rini es cantor y docente de canto popular, con más de 10 años de enseñanza, oriundo del oeste bonaerense. Su cantar y decir están inspirados en la historia argentina, en su historia personal, y la música sudamericana. Para él «cantar es contar» y su repertorio está acompañado por sonidos acústicos y orgánicos de instrumentos de madera a garganta, guitarra y voz. Su técnica de «contar cantando» la imparte en barrios y pueblos del interior del país, con el deseo de transmitir un canto comprometido.
El artista bonaerense y militante de la enseñanza del canto popular lanzó su álbum debut titulado «La imposibilidad de todas las posibilidades», que incluye una presentación oficial el sábado 23 de abril, junto a la artista plástica Nora Patrich. El arte de tapa del álbum se basa en la obra arquitectónica de Francisco Salamone (ubicada en la entrada del cementerio de Laprida, provincia de Bs As) intervenida, para el caso, por la artista plástica y amiga de Rini, Nora Patrich.
Este álbum debut se encuentra inspirado en sus vivencias y en nuestra propia historia, tras recorrer con su enseñanza las profundidades de Argentina. Se trata de once canciones con aires folklóricos de llanura y pampa y guiños a ritmos sudamericanos, guiados por un canto que declama volver a mirarnos, volver a percibirnos.
Un álbum que anhela la empatía como método infalible ante tanto desamparo. Atahualpa Yupanqui, Carlos Gardel, el Polaco Goyeneche, Páez- García, Roberto Sánchez (Sandro), Violeta Parra, Víctor Jara, Ricardo Vilca y Gustavo Pena (El Príncipe) son algunas de las influencias que marcaron una fuerte impronta a lo largo de su carrera.
-Facundo, “La imposibilidad de todas las posibilidades” es un álbum inspirado en vivencias de tu recorrido por el interior del país. Si pudieras visualizar alguna experiencia, ¿cuál sería?
-Iruya, Salta. Una caminata nocturna y solitaria, en compañía de algún perro. Empezar a escuchar y tararear para mis adentros la melodía de lo que luego sería “Cenizas y arena”, una de las canciones del álbum. A los días, en La Poma, conocer a doña Eulogia Tapia, y tomar una frase dicha por su padre a Gustavo “Cuchi” Leguizamón y a J.M. Castilla: “Por ser buena cantora, le andan robando las cabras”. Haberla conocido me marcó, sin dudas.
-“Volver a mirarnos, volver a percibirnos”, es la frase, ¿sentís que tiene que ver con una vuelta a aprehender de todo lo que experimentamos en tiempos tan difíciles?
-Siento que es un intento, en forma de deseo, de saber que existe el otro, que me puede ayudar y de que lo puedo ayudar a él; somos lo que somos, en tanto exista un otro.
-¿Ser docente de canto popular representa una perspectiva completamente diferente ante una industria discográfica tan masiva?
-Creo que sí, ya que considero que lo que canto y como lo canto me posiciona en un lugar particular, desde donde defiendo mis ideales y pensamientos ante el mundo en el que vivimos. Siento que hoy en día (creo que pasó siempre, de todas maneras) existen voces “livianas”, vacías de contenido y, en algunos casos, nocivas. ¡Nos hacen pensar mal! Entonces ahí es donde siento que es necesario hacer un arte que busque hacernos un poco mejor personas.
-¿Cómo influyó en tu carrera?
-Ser docente de canto está relacionado con la comunicación; escuchar lo que la otra persona tiene para decir. Soy de tomar historias ajenas y luego volcarlas en mis escritos o en la música que compongo. Intento enseñar a contar, no solo a cantar. Voces bellas hay por doquier, cantar bien es otro asunto, contar bien es otro aún más complejo.
-Llanura y pampa. ¿Qué sentís ante tanto paisaje que conforman estos espacios tan potentes?
-El camino recorrido. Las horas en ruta mirando por la ventanilla. Las conversaciones con las personas. La soledad de algunos. El viento y la tierra. Todas imágenes que atesoro y luego intento darles vida en forma de letra y música.
–En tu disco proponés la empatía como un método ante tanto desamparo. ¿Consideras que esa empatía se puede transmitir mediante la enseñanza?
–Sin dudas. Lo creo muy necesario.
-Cantar es contar. En un contexto tan difícil como el que estamos atravesando, ¿sentís que lograste con este trabajo contarlo todo desde las entrañas?
–Absolutamente. Creo que no me guardé nada. Me gusta “romperme” delante del micrófono. No puedo ocultar nada cuando abro la boca para cantar y me gusta que así sea.
-Te interesa mucho recorrer distintos pueblos del país, pero sobre todo los recónditos. ¿Hay alguna imagen que te haya inspirado para “La imposibilidad de todas las posibilidades”
–Las obras del arquitecto Francisco Salamone. Por su estilo y por los sitios donde están ubicadas.
-En tu repertorio hacés hincapié en transmitir cantos que atraviesan allega la respuesta de cada persona que te escucha al recibir tal magnitud de compromiso social?
-Siempre es difícil recibir elogios o palabras de cariño de parte del público. Intento amigarme con esos momentos. Cuando se me acercan con la garganta cerrada o con lágrimas en los ojos..bueno, ahí siento que mi trabajo está hecho.
-¿Cómo fue el vínculo con Nora Patrich para este gran álbum debut?
-Muy amoroso y respetuoso. Soy un gran afortunado de contar con las obras de Nora para la tapa del álbum, pero sobre todo de poder contar con ella como persona. La admiro mucho, por su talento y por su lucha comprometida.
–El arte de tapa evoca a la obra de Salamone, ¿por qué elegiste esta arquitectura para la elaboración de la tapa?
-Por lo que representa en cuanto al espacio donde están en primer lugar: Obras monumentales en ciudades de no tantos habitantes. El uso de imágenes potentes, como Cristos y cruces. Una obra que uno no se espera encontrar y sin embargo está allí, y cuando lavemos no podemos escapar de su presencia. Se torna insoportable de a momentos.
-¿Sentís que el objetivo que te propusiste hace mucho tiempo en tu recorrido de contar a través del canto se cumplió?
-Podríamos decir que si, por supuesto. Pero siento que aún me queda muchísimo por contar, y así pretendo hacerlo.
-¿Cómo fue el momento en que decidiste que la música sería tu gran pasión?
-Fue de manera casi natural, pero también muy duro (lo sigue siendo). Posiblemente la decisión más acertada de mi vida. No me imagino haciendo otra labor. Se sabe, se siente y (en el mejor de los casos) se lleva adelante.
La presentación oficial de «La imposibilidad de todas las posibilidades» ,de Facundo Rini, es el sábado 23 de abril, junto a la artista plástica Nora Patrich, en El Blanco (Gascón 1437, C.A.B.A.) a las 21 horas.
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