En principio, el Anafre es un hornillo fabricado en barro o en metal, pensado para contener las brasas o ascuas que calentaban la olla, cazuela o sartén que contuviese los alimentos, conservándolos calientes. Una de sus propiedades era la de ser móvil y transportable. Morfológicamente es una pieza parabólica o troncocónica invertida, con dos asas, una base plana, y una característica abertura lateral, a modo de boca de horno de panadero.
Para el hondureño que come, el Anafre se escribe con mayúsculas y es mucho más que un recipiente preparado para guardar el calor de las brasas del carbón y servir de soporte físico al cuenquito sobre el que, según manda la tradición, se funden quesillo y frijoles o chorizo…
El Anafre es un platillo de altura capaz de dejar en ridículo a la tan laureada «Fondue» europea. Y es que la profundidad y complejidad de sabores que se pueden encontrar en un Anafre de categoría, elaborado con buen quesillo y mejores frijoles, no tiene parangón. La textura tersa que se logra en el momento en que se funden tan humildes pero sabrosos ingredientes, cuando se consigue el equilibrio perfecto de temperatura, antes del hervor pero lo suficientemente caliente como para que se genere ligero tostado en el fondo del cuenco, es mágica. El quemadito inferior, que sirve para realzar la golosidad de los azúcares, unido a la acidez del quesillo y la potencia sápida del frijol crean un Triunvirato únicamente complementable con el crujiente de las tostadas o fritas tortillas.
La sinfonía de sabores, texturas y temperaturas del tan aparentemente simple Anafre es asombrosa; tanto, que no sería tontería decir que se trata, en realidad, de uno de los platillos más complejos gastronómicamente hablando, de la tradición popular hondureña.
Ingredientes
-2 Cucharadas de aceite
-1 Cebolla picada morada
-1/2 Cucharadita de caldo de pollo
-Pimienta
-Frijoles cocidos y licuados
-Tortillas fritas o papas mac cain
-1/2 de quesillo
-1/2 Taza de crema
Procedimiento
1) Primero, poner a calentar el aceite y sofreír la cebolla, sazonar con el caldo de pollo y pimientar al gusto.
2) Ahora, agregaremos los frijoles licuados y mezclar bien hasta que estén hirviendo.
3) Luego, incorporar el quesillo y dejar que se derrita, hay que estarlos moviendo constantemente.
4) Finalmente servir en un anafre de barro, agregar tortillas fritas y bañar con crema.
5) Se puede acompañar el Anafre de frijoles con alguna proteína, como chorizo que le queda muy bien a este delicioso platillo.
Sobre La Cocina del Chaucha
Juan Pablo Novello (La Cocina del Chaucha) es un cocinero argentino con extensa trayectoria en el terreno gastronómico. Dentro del mismo, ha trabajado en Pepe Fechoría de Puerto Madero, entre otros espacios reconocidos. Hoy cuenta con su propio emprendimiento. Trabaja por pedido y también para empresas y eventos de toda clase.
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