En una fracción de pocos minutos, durante el mediodía de este lunes 14 de diciembre, el fenómeno astronómico suscitó la atención de numerosas personas que pudieron contar con anteojos especiales que se repartieron en los días previos para poder admirarlo de manera segura. En Esquel, se pudo admirar en un 90 por ciento el eclipse solar, que está previsto que recién se vuelva a repetir en 28 años.
“Los fenómenos de eclipse total son muy importantes porque permiten visualizar aspectos del sol, en especial la parte externa, que no se ve a simple vista ni con instrumental, por el brillo que tiene la luz solar. Al taparlo la Luna completamente, se ve la parte externa de la atmósfera solar, lo que se llama la corona”, reveló días antes, Néstor Camino, investigador del CONICET en Didáctica de la Astronomía.
Asimismo, subrayó que “tiene una gran importancia a nivel educativo, por todo lo que uno puede analizar del fenómeno; y cultural porque a través de la historia, los eclipses han tenido un altísimo impacto en todas las culturas de todos los pueblos de la humanidad”.
Respetando distancias y el límite de hasta diez personas, y utilizando los materiales recomendados, en Esquel algunas personas se reunieron en espacios abiertos para compartir la experiencia del eclipse solar.
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