Por Rocío Girabel
Antonella «China» Kruger, la actriz argentina que engrandece al cine con su autenticidad artística, sorprende con su primer protagónico. La ex reina de belleza, nacida en Zarate, protagoniza la icónica película «Solo Fanáticos» -en su etapa final de rodaje-, dándole una vuelta de tuerca artística que rebalsará los corazones del público. Dentro del último tramo de las grabaciones, la ex cara del noticiero de Canal 26 conversó con MDM Digital.
– ¿Cómo es tu personaje en la película?
-Es una heroína, transita desde lugares lujosos hasta sus inicios, es ahí donde se cruza con su tía (Nacha Guevara). Mi personaje capitaliza el abuso cotidiano, incluso se burla de eso y se venga con sus amigas.
– ¿Cuál es el aura que se vive en el set de «Solo Fanáticos»?
– La energía es armoniosa. Leo genera un clima totalmente libre, en donde cada actor puede poner su impronta. Nos retroalimentamos entre todos desde el día uno de rodaje.
-¿Cómo es Nacha Guevara detrás de escena?
-Nacha tiene un espíritu y una lucidez impresionantes. Una actriz super respetable y comprometida con su papel. Las charlas en el rodaje no paraban. Una noche estábamos los tres cenando en un restaurante, Leo se levanta a pagar la cuenta y Nacha me dice: Que visionario, que hombre moderno y culto, su arte nos va a hacer muy bien a todos.
Una de las tantas escenas intensas de «Sólo fanáticos».
-¿Cómo conociste a Leo Damario?
-Me convocó para el video de Carca junto a Julieta Venegas, El mejor viaje. Era para actuar de una mujer indigente a la que le faltaba una pierna. Por un lado, era tan distinto a lo que venía haciendo, yo me sentía diferente. Después empezamos a hablar cada día un poco más sobre arte y nos dimos cuenta de lo mucho que sabía el otro. Un mundo por descubrir para ambos. Y desde ahí, te digo, nunca más nos separamos.
Guevara junto a Leo Damario y su pareja, Antonella Kruger
-Si tuvieras que elegir, ¿conducción o actuación?
– Actuación, sin pensar. Yo siempre quise ser actriz, lo que pasa es que me había desilusionado bastante. Me daban papeles para estar literalmente vestida de comparsa, en ropa interior. Era un objeto de decoración sexualizado. No estoy de acuerdo con la idea de que se muestre solo eso, hay mucho más allá afuera. Pero ahora mi personaje maneja armas y autos a gran velocidad ¡Soy una estafadora, por momentos! Ya no soy solo la chica linda, me encanta.
Cuando Kruger conducía en Canal 26.
-¿Qué sentías cuando ibas al rodaje?
-Quería estar a la altura. Nunca deje de formarse. Incluso, volvía y tomaba clases con Mónica Bruni. Estoy en el 90% de las escenas junto a actores de renombre, todo un desafío. Además, rodé estando embarazada.
– ¿Participaste fuera de tu actuación?
-Si, obvio, incluso hablamos un montón sobre el guion o mi punto de vista. A medida que las escenas avanzaban estando ya en las locaciones, uno ve con otros ojos lo que tenía que plasmar. Es auténtico.
-¿Cómo fue la noticia del embarazo?
-Al contrario de lo que muchos creen, nos dio más potencia creativa. Mi personaje es una mujer embarazada, así que hay mucho amor en el guion. Nuestro amor. Con Leo vivimos en el arte. Nuestra casa está llena de libros, jazz y rock. De hecho, nuestro hijo se va a llamar Florencio, por Cortázar (su segundo nombre). Así que sí, llegó en el momento justo de la película.
La China, en uno de los sets del film.
-¿Cómo te preparás para ser madre?
-Soy primeriza, pero observo mucho la experiencia de Leo con sus hijas. Desde la niñez, hasta la adolescencia. Creo que la respuesta es estar presente. Mis padres también fueron muy compañeros conmigo, así que voy por esa misma línea. Aunque no me crie en un ambiente artístico en casa, me cuidaban y estaban super atentos. Sin duda, hay que aprender a escuchar a los chicos y que estén amparados en el arte.
-Por último, ¿cómo ves a la juventud en relación al tema parejas?
-Bueno, no todos, pero gran parte solo quieren estar solos. No piensan en compañerismo, mucho menos en familia. Son egoístas y el arte se enaltece, creo yo, en compañía. Al menos, ese es el mensaje que se da en streamings masivos, en los cuales charlan pavadas o solo de sexo. Son pocos los que hablan de cine o el arte en general. Pero entre todos podemos cambiar ese mensaje, no importa de dónde vengas. El tiempo es ahora.
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