Por Victoria Vidovic
Desde su naturaleza tanguera, Bernardo Baraj, a quien conocemos por su obra como saxofonista argentino, creador de bandas de rock icónicas como Alma y Vida, el dúo Baraj Barrueco, cultor del género free jazz o del folklore fusión como partícipe del memorable trío Vitale Baraj González, y otros tantos espacios a través de su extenso camino musical, estrena nuevo disco de tango en el que ha puesto nuevamente su voz, composición e instrumentos. Es su séptimo trabajo solista, pero el tercero como cantante en este género.
El álbum se llama «80» y remite en directo a la celebración de sus 80 años, a su experiencia y a su admiración innata por el tango. En él encontramos una serie de clásicos: «Flor de lino», «Volvió una noche», «Yuyo verde», «Fuimos», «Qué me van a hablar de amor», «Una tarde cualquiera», pero también creaciones propias como «Linda», «Réquiem reo», «Hechicera», o «Tal para cual…».
Antes de su presentación del domingo 15 de diciembre en el CAFF del barrio del Abasto, el gran músico conversó con MDM digital.
-¿Cómo fueron sus comienzos en la música?
-Mis comienzos fueron hermosos, podría decir que el estudio de la música en la adolescencia, me ponía a salvo de una realidad que por ahí no era tan
agradable.
-¿Cómo descubrió que le gustaba tocar el saxofón?
-Yo ya tocaba el clarinete, ese fue mi primer instrumento de viento. Previo a eso, de niño, había estudiado piano. En una reunión, en casa de un
amigo estábamos escuchando música, sonó un disco del baterista Art Blakey’s y jazz messengers. Escuchando este disco apareció un saxofonista
Wayne Shorter, un histórico y referente del saxofón. Cuando lo escuché, automáticamente dije quiero tocar este instrumento y así
comencé.
-¿Qué fue lo que te llevó a ser cantante?
-Me puse a componer canciones vinculadas al tango, muy tangueras, y en un momento cuando hice un acopio de material, músicas y letras mías, dije esto
lo voy a grabar porque sino lo grabo yo, no lo va grabar nadie, iba a quedar ahí en un cajón. En ese momento armé una producción y grabé el primer disco. Paré la mente en eso, me puse a estudiar canto y esa primera experiencia sirvió para darme un empujón para seguir cantando. Descubrí algo que la música no tiene… «la
palabra», tiene una parte expresiva, maravillosa. Son 60 años de trayectoria.
– ¿Qué destaca de todos estos años de carrera?
-Al momento pienso en dos cosas, siempre me viene a la cabeza una situación que tiene que ver con lo que se llama éxito.
El éxito masivo de la aceptación de la gente y esto está vinculado al sonido del aplauso. Siempre me acuerdo una vez cuando fuimos a tocar con el trío
Vitale Baraj González en Rosario, en un auditorio, creo que era de un sindicato. No sé si por una cuestión acústica o de un sentimiento mío, el sonido de ese
aplauso fue de una intensidad impresionante, ese aplauso de recibimiento fue muy conmovedor, nunca se me fue de la cabeza. El sonido era como un
suave granizo que al mismo tiempo era muy intenso.
-¿Qué más podría agregar al respecto?
-Unido a esto, hay momentos que realmente son maravillosos cuando alguien
me viene a saludar luego de un show con una emoción muy expuesta y me dice que se conmovieron con tal o cual cosa que yo cante, toque o hice. Esos
son momentos únicos y después. Por otro lado, lo que destaco de este recorrido, de esta carrera es todo, siempre fue como una larga cadena que se fue entretejiendo formando parte de mi vida profesional. Siempre elegí las cosas que a mi me gustaban hacer, que me daban felicidad, nunca hice nada por obligación.
-¿Qué les recomendaría a los que recién están arrancando en la música?
-No soy de dar consejos, si recomendaciones para aquellos que están comenzando con una carrera en la música, básicamente es ser sinceros
consigo mismo y dar respuestas a sus deseos. Eso es lo más importante.
-¿Qué palabra definiría sus 60 años de trayectoria?
-Sí, tengo que definir con una palabra, esa seria satisfacción
-¿Cuál de todos sus proyectos te gustó más?
-No puedo nombrar un proyecto. Todos son parte de mi historia y todos los hice con mucho amor… Alma y vida en los 70, Baraj barrueco en los 80, El
Trío Vitale Baraj González en el 85, mi quinteto en lo 90, este proyecto actual de cantar tango a partir de los 2000. Después también tuve un montón
de participaciones pero me es muy difícil decir que este proyecto es mejor que este. Me siento muy orgulloso de todos.
Y acerca de mi mayor satisfacción, siempre estuve vinculado a proyectos que me interesaron, satisfactorios y que me dieron felicidad de hacerlos. Nunca hoce cosas que no me gustaran hacer vinculadas a la música.
-¿Cómo se prepara para la presentación de «80»?
-Para la presentación del disco en el CAFF estoy estudiando demasiado, trabajando muy intenso, tratando de que todo suene lo mejor posible,
haciendo mucha prensa, mucha difusión y cuidándome para llegar físicamente en las mejores condiciones. Feliz y contento.
Dejanos tu comentario