Mariel Conde es la propietaria de Extasis Disco, un histórico boliche marplatense que alberga, desde hace 27 años, tanto a la comunidad gay de la ciudad costera como a un sinfín de turistas que llegan principalmente en verano, en tiempos de vacacionar.
La historia de este espacio nocturno suyo arrancó en diciembre de 1995, en aquellos tiempos denominados los del “pizza y champagne”, a mitad del menemismo, donde la diversión nocturna fue furor y marcó parte de una época.
Para el caso, la X, tal como se conoce a Extasis entre los habitués del boliche bailable, se transformó en un lugar pionero del ámbito ambiguo que albergó incluso a figuras destacadas del espectáculo, tales como Aníbal Pachano, Moria Casán e incluso luego, con el correr de las décadas, a estrellas como Lizy Tagliani y Florencia de la V, entre otras tantas.
El próximo fin de semana es el aniversario de este boliche que se encuentra en un sótano sobre la calle Corrientes y en donde todos los fines de semana la pista arde con buena música, entre humo y luces de colores intermitentes, además del pole dance, que a esta altura es un clásico: por lo general a través de chicas trans o bailarinas con físicos esculturales que dejan a todos los visitantes boquiabiertos.
Pero no todo finaliza con lo narrado dentro de ese atractivo subsuelo: el transformista Santiago Flores desarrolla un simpático set de bienvenida a la visita a mitad de madrugada, generalmente acompañado de su joven colega no binaria Diamante, quien deslumbra a propios y extraños por su deslumbrante belleza.
Mariel, su responsable, antes de recorrer parte de la historia de la X, avisa que la invitación ya está anunciada en la ciudad: viernes 16 y sábado 17 serán los festejos de un nuevo año de vida de su amado negocio bailable.
Los festejos del sábado coinciden con la Marcha del Orgullo LGBTQIA+ que se desarrollará por la tarde en el Centro de Mar del Plata; por lo tanto, se tratará de una fiesta con doble sentido a lo largo de la madrugada.
-Mariel, ¿cómo se te ocurrió abrir un boliche gay hace ya casi tres décadas?
-Era un negocio de mi familia. Yo estaba en pareja. A mi ex, que es tucumano, se le ocurrió poner el boliche gay, hace ya 27 años. Esa inauguración fue bárbara. Yo antes vivía en Buenos Aires. Habíamos armado un equipo de publicidad. Recuerdo que estuvieron Juanito Belmonte, Enrique Pinti. Con sinceridad, pensé que sólo duraría en temporada, pero sucedió que se transformó en el lugar que es.
-¿Cómo viviste los cambios generacionales hasta llegar a la época actual?
-Esta es una disco que alberga a gente de diferentes edades: jovencitos, grandes. Hoy no viene solo una determinada gente. Hoy la sociedad está más abierta. Es de tendencia gay, pero no es que nos catalogamos de tal manera. Sí puedo afirmarte que la base desde siempre es el respeto. En la X no se discrimina. Es la casa de quienes se acercan los fines de semana. Y durante el verano, todos los días.
-¿Cómo fuiste adaptando tu boliche a esos cambios? Por ejemplo, es novedoso ver a transformistas con barbas y tacos danzando en su pista de baile.
-Se van dando solos los cambios. Fui evolucionando tal como le sucede a la gente. En el staff hay chicos del ambiente, tales como Santiago Flores o Diamante. El ambiente es todo un mundo. Yo siempre planteé a la X como un espacio de respeto, como ya te lo comenté: aquí no nos va eso de si sos flaco, gordo, negro, blanco. El tema central es la buena conducta. No existe la discriminación.
-¿Cómo lográs conservar a artistas como Santiago Flores desde hace tantos años?
-El artista va evolucionando solo en su carrera. Y hay quienes no solo trabajan en Mar del Plata. Pero quienes están desde hace años, claro que tienen mucho de la característica del lugar. Ese es el caso de Santiago Flores. El tiene su trayectoria y por ende otros trabajos. Pero siempre elige la continuidad con nosotros también. La X somos familia y trato de mantener al staff.
-¿Cuál es la razón por la cual algunos artistas se van de la ciudad en búsqueda de otros nuevos horizontes?
-Mar del Plata en invierno queda vacía. A veces se complica. También es importante recalcar que Mar del Plata es una de las ciudades con mayor índice de desocupación. No hay muchas fuentes de trabajo. Buenos Aires es distinta porque todos los días hay ofrecimientos, hay variedad. Es por eso que muchos se van para allá. Mar del Plata está creciendo en habitantes, eso es cierto, pero en invierno se parece a una ciudad fantasma.
-Además de los artistas que mencionaste para cuando inauguraste la disco, ¿quiénes más pasaron por la X y con quiénes trabaste amistad?
-La inauguración fue de la mano de Flavio Mendoza. El me ayudó con toda su decoración cuando se definió que sería un boliche gay. Me veo con él cuando voy a Buenos Aires o cuando viene de visita o por trabajo. Con Lizy también conservo una gran amistad. Dejó de venir a Mar del Plata porque tiene actividades en Capital u otras ciudades en verano. También han venido Federico Bal y la recordada Cris Miró. En febrero, nosotros entregamos los Premios Rey y Reina. Este año incluiremos a enero, o sea entregaremos premios los dos meses. Recuerdo que Flor de la V fue premiada un verano.
-¿Quiénes más pasaron por tu boliche?
-Marcelo Polino estuvo como coreógrafo. Moria Casán y Cármen Barbieri estuvieron en la disco. El divino de Maxi Diorio, Aníbal Pachano, Santiago del Moro y hasta Fátima Flores, quien ha sido premiada. Pensá que todos vienen a hacer temporada en verano en los teatros. Entonces todos terminan visitando la X.
-¿Qué le aportó a tu vida Extasis Disco?
-Tengo dos hijos, uno de 17 y otro de 22. El mayor está trabajando en el boliche también. Cuando la abrí se transformó en mi hija y mi medio de vida. O sea, tengo tres hijos. Ni se me pasó nunca por la cabeza cerrar la X. Es más, queda mucho más por hacer.
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