Julieta Iglesias, la pianista argentina que versiona a Serú Giran en Londres: “Los ingleses lo asocian más al género neoclásico que al rock, porque para quien no conoce la banda, realmente suena a música clásica del siglo XXI”, describe quien además conoció a Paul Mc Cartney

Julieta Iglesias, pianista argentina radicada en Londres, homenajea a la gran banda de rock argentino presentando algunos de sus mayores éxitos versionados para piano en  estilos clásico, fusión y rock. El álbum llamado “Londres suena a Serú Vol. 1: Tributo a Serú Giran”, nacido de improvisaciones espontáneas, remarca el rol primordial del piano en los temas originales y se enfoca en explotar los recursos musicales y sonoros de este instrumento para mantener intactas la majestuosidad y genialidad del recordado conjunto argentino. Desde la capital inglesa, la pianista conversa con MDM.

-¿Desde cuándo vivís en Londres, a qué edad y por qué te fuiste a vivir allá

-Vivo en Londres hace tres años y medio. Me mudé en junio de 2018, con 33 años. En realidad, la idea de instalarme en Inglaterra se debió a una propuesta de trabajo en la academia de un pianista argentino, pero 12 días antes de venir, la oferta se cayó igualmente viajé. Así que empecé de cero. Yo ya conocía bastante Londres porque había venido a estudiar unos meses en 2013, y me había quedado enamorada de la ciudad. Y como principalmente me dedicaba a la música clásica y al tango, sentía que aquí tendría más posibilidades de continuar desarrollando mi carrera profesional. Y así fue. Por suerte, a pesar de la llegada “accidentada”, pronto encontré trabajo: primero, en una escuela como maestra de música (actividad que había desempeñado por doce años en Argentina), y luego pude dedicarme solo a enseñar piano de manera particular en mi estudio y ofrecer recitales.

-¿A qué edad comenzaste con el piano?

-Comencé a tomar clases cuando tenía 10 años, pero toco el piano desde que tengo memoria. De muy chiquita me sentaba a sacar canciones de oído, con las dos manos, como si fuera algo natural. Y luego de varios años, le pedí a mi mamá que me llevara a aprender con una profesora. A los 11 comencé a participar en muestras de alumnos y desde los 17 ofrezco conciertos de manera profesional.

-¿Cómo es vivir en Inglaterra?

-La verdad es que estoy muy contenta con mi vida acá. La posibilidad de dedicarme de lleno a mi carrera musical se dio bastante rápido. Hay oportunidades, si bien siempre hay que estar moviéndose, y lo bueno de estar en Europa es la proximidad con otros países donde se generan más posibilidades para actuar. Por ejemplo, llevando música argentina a las distintas embajadas, difundiendo nuestra cultura y absorbiendo también lo que las distintas ciudades te brindan. Londres particularmente es muy cosmopolita, diversa y abierta. No deja de sorprenderte. Además de que tiene una oferta cultural y artística muy rica, por lo que se disfruta como artista y como espectadora.

Mi día a día consta de varias horas de estudio y de composición. Esto último varía muchísimo según la inspiración. Hay días que tengo millones de ideas musicales, y otros en los que mi creatividad está dormida. Pero siempre estudio. Ya sea mi repertorio de música clásica, tangos (Piazzolla, más precisamente), mis arreglos propios, etc. Algunos días también tengo alumnos particulares, en su mayoría virtuales. Y también, de vez en cuando, tengo ensayos con los ensambles en los que participo. Hace poco presenté un tributo a Piazzolla con una flautista y también estamos trabajando juntas en un trío de música latina y jazz.

Si bien la pandemia causó muchos daños en el mundo de las performances, de a poco todo se está reestableciendo. Al ser Londres una ciudad tan diversa culturalmente, cualquier estilo de música que hagas tiene sus lugares para ser presentado. Constantemente hay conciertos de todo tipo, incluso muchísimos gratuitos con artistas excelentes.

-¿Cómo se dio lo de llevar al rock argentino dentro del plano anglosajón?

-La idea de presentar rock argentino acá se dio de casualidad. Fue más bien una consecuencia. Si bien, alguna vez había tocado en algún pub argentino haciendo rock nacional con otros músicos, mi tributo a Serú Giran se dio de otro modo. En 2020 se cancelaron mis conciertos y giras, más varios alumnos que dejaron de tomar clases. El panorama no era nada alentador. Pero decidí usar todo ese tiempo libre para jugar y crear. Además de estudiar las obras de mi repertorio de música académica y tango, empecé a conectar con una faceta más creativa. A hacer arreglos simples de canciones de rock, empezando quizás por los referentes de mi niñez: The Beatles y Queen. Los versionaba en un estilo clásico, como si Chopin tocara un tema de Brian May. De ahí a Serú, había un paso muy pequeño.

-¿Por qué elegís tributar a Serú Giran? 

-Serú Giran y principalmente Charly García están muy ligados a la música clásica, que es a lo que siempre me dediqué primordialmente. En sus canciones se destaca el uso de recursos de este estilo, las progresiones armónicas, los enlaces, las formas, las melodías tan descriptivas que podrían estar pensadas para una flauta o un violín. Además, es una de mis bandas favoritas, por lo cual, durante el 2020 mientras tenía tanto tiempo para sentarme a jugar con el piano, rápidamente empecé a esbozar arreglos sobre algunas canciones. Siempre con mi impronta académica, con mi estilo, empleando elementos que podemos observar en las piezas de Mozart o Liszt, incluso con algún giro jazzero. También me dediqué a escuchar las líneas de bajo de Pedro Aznar, que me parecen fabulosas, y les di un lugar destacado en varios de mis arreglos, pasándolas al registro agudo en algunos casos, como si fueran la voz lead de algún pasaje. Todo lo fui haciendo de una manera muy intuitiva. Si bien estudié armonía, contrapunto, formas musicales, nunca me especialicé en composición, pero las ideas fluyeron con bastante facilidad y naturalidad. Si bien todo comenzó como un entretenimiento, al cabo de unas semanas me di cuenta de que ya tenía tres temas armados, y ahí me pico el bichito de la curiosidad: quise indagar en canciones más desafiantes, como “Serú Girún”, que creo que es la obra maestra de este Vol. I del tributo.

-¿Cuál es la respuesta del público inglés?

-Con respecto a la respuesta del público inglés, fue muy buena. De hecho recientemente me hicieron una review muy linda sobre “Canción de Alicia en el País”, que es el primer single del Vol. II. Por supuesto, creo que el disco lo asocian más al género neoclásico que al rock, porque para quien no conoce la banda, realmente suena a música clásica del siglo XXI. Todavía me quedan más oportunidades de presentarlo en vivo en Reino Unido y pronto lo haré también en USA y Francia, por lo que estoy bastante intrigada con el recibimiento y el feedback del público.

-¿Cómo se dio lo de festejar los 70 años de Charly García en un concierto en Borough  Market? 

-La idea de festejar los 70 años de Charly García surgió junto al administrador de un grupo de Facebook que se llama ArenIn (Argentinos en Inglaterra), Sergio Schuchinsky. Yo me comuniqué con él para ver las posibilidades de presentar el disco en algún local argentino y justo se venía la fecha del 23 de octubre. Sergio habló con Federico Fugazza, el dueño de Porteña, un negocio de comida argentina en Borough Market, quien enseguida se enganchó con el proyecto. La verdad es que fue todo muy emotivo.

-¿Qué te quedó de esa experiencia tocando y festejando a Charly?

-El público estaba completamente absorto. Si bien estoy muy acostumbrada a tocar y que la gente esté en silencio y prestando atención completamente (ese es el marco de cualquier recital de música clásica), en este caso particular estaba preparada para que la audiencia estuviera un poco bulliciosa, o cantando, más que nada teniendo en cuenta que el show fue al aire libre en un mercado turístico repleto de personas que paseaban, comían, etc. Por el contrario, todos los que estaban sentados en Porteña estuvieron en completo silencio, desbordados de emoción, llorando. Fue una experiencia única. Y también mucha gente que estaba de paso se quedó a disfrutar, incluso quienes estaban en los negocios aledaños estaban completamente conectados con lo que pasaba en este rinconcito argentino. Al final de cada canción el aplauso era efusivo, ya no era un evento que se cerraba sólo a los que conocíamos de qué se trataba. Gente de distintos países y nacionalidades estaba siendo parte de un momento inolvidable y emotivo.

-¿Hay muchos argentinos en Londres?

-La cantidad de argentinos en Londres es impresionante. Frecuentemente, camino por la calle y me cruzo a alguien con ese acento inconfundible. Y gracias a los grupos de argentinos en redes he logrado hacerles llegar mi música y que vengan a verme cuando actúo. Además de los mensajes reconfortantes de agradecimiento y felicitaciones que recibo constantemente. Es muy gratificante recibir tanto cariño y saber que por lo menos por un ratito los hice conectar con sensaciones de su juventud, recuerdos de Argentina, o que se sienten acompañados por estar hablando “el mismo idioma”, que en este caso es la música de uno de los grupos más representativos de nuestra cultura. Y el apoyo que recibo con su devolución, ya sea compartiendo lo que hago, siguiéndome por redes, escuchándome en plataformas, es lo que me da más energía para seguir con este y otros proyectos adelante. Incluso no dejo de emocionarme cuando me cuentan que escuchan mi disco mientras trabajan, o me escriben argentinos que viven en otros países preguntándome cuando me presentaré allí.

-¿Entablaste relación con artistas de Inglaterra? ¿Compartiste escenarios? 

-En estos años he conocido bastantes artistas que viven en Inglaterra, de varios países distintos, sobre todo muchos argentinos con los que estuve tocando tango y música latina. También durante el 2020 colaboré en proyectos musicales virtuales con músicos de aquí. Sinceramente, cuando se trata de música creo que todos hablamos el mismo idioma y tenemos los mismos códigos. Mi primera experiencia fue con la London Tango Orchestra. Por medio de un contrabajista argentino con el que teníamos un conocido en común me llamaron para hacer un reemplazo. Y de hecho fue la primera vez que toqué con una orquesta de tango. Nos presentamos en una milonga en la ciudad de Fleet, donde además comimos empanadas y en la previa estuvimos tomando mate (no sólo los argentinos). Fue una muy linda experiencia. Luego empecé a tomar contacto con varios músicos de rock que conocí en pubs, con los que hice lindas amistades. En el último tiempo, cuando se volvieron a retomar los shows en vivo, estuve presentándome con músicos argentinos con los que tenemos muchos proyectos para llevar a cabo este año. De hecho, junto a Ianina Pietrantonio (Flauta) y Camila De la Vega (Percusión) estamos lanzando “Baires Connection”, un trio de tango y jazz que fusiona la música argentina e inglesa.

-¿Conociste algún astro de la música británica?

-Sí, conocí un cantante muy famoso. En 2012, cuando visité Reino Unido por primera vez, tuve la suerte de cruzarme en la calle a Paul Mc Cartney, mi ídolo desde que soy chica. Hasta el día de hoy lo recuerdo como una de las experiencias más emocionantes de mi vida. Yo venía de pasar por Abbey Road y comencé a caminar hacia su casa, que es a muy pocas cuadras. Cuando estaba llegando, él salió. Me saludó y paralizada apenas pude hablarle y decirle lo mucho que lo admiraba. Fue un día inolvidable.

-¿En qué zona de Londres vivís y cómo es tu vida cotidiana?

-Vivo en un barrio que se llama Little Venice, muy cerca de la estación de Paddington. Como su nombre lo dice, es una “pequeña Venecia” ya que las casas dan a un canal por el que se puede caminar, con un recorrido muy hermoso. Es una zona muy tranquila y residencial, pero a la vez con varios lugares de comida muy bonitos a muy pocos minutos. Y está bastante cerca del centro de Londres, por lo que es una combinación perfecta de desconexión y conexión con la movida londinense.

-¿Costumbres argentinas que conserves?

-Mantengo muchísimas costumbres argentinas. Tomo mate todos los días. De hecho, me hago uno todas las mañanas y me lo llevo a mi “sala de música” para que me acompañe mientras estudio. Me preparo empanadas muy seguido (aprendí a hacer la masa incluso porque las tapas son muy caras acá). Lo único que me da mucha fiaca es hacer milanesas. Y eso sí que lo extraño mucho. Muy cada tanto, me las preparo. O cuando me visita mi mamá, me mima y me deja un montón en el freezer. También conseguí un dulce de leche que venden en un supermercado cerca de mi casa, así que tengo la cuota dulce saldada. Hasta aprendí a hacer facturas y alfajores durante la pandemia! Tengo amigos argentinos, por lo tanto las costumbres se mantienen. Nos juntamos a cocinar, a tomar mate, a comer asado, etc. Sigo cenando a las 21.30 de la noche, a pesar de que acá lo hacen mucho más temprano. La verdad es que mantengo la misma vida que en Buenos Aires en ese sentido.

Después, en relación a mi trabajo, como te comenté anteriormente, tengo alumnos virtuales y algunos presenciales en mi casa. Un par de días los tengo libres para sólo estudiar, componer, arreglar, grabar, que es lo que más disfruto. Suelo tocar una vez por mes en un restaurant argentino, y siempre estoy trabajando en mi agenda de conciertos en Europa y América.

-¿Londres es tu lugar en el mundo?

-En Londres encontré mi lugar. Me siento muy cómoda con la ciudad, a pesar de que extraño el sol de Buenos Aires. Pero tengo una conexión especial que no me pasó con otro lugar que haya visitado. Me siento como en casa, por lo que creo que voy a estar un largo tiempo por aquí, si bien ahora no puedo contener las ganas enormes de viajar a Argentina en abril.

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