Jorge Daniel González.
Con 28 años de trayectoria, el docente, experto en audio y operador de sonido Oscar Sofio ha ganado experiencia y escrito su nombre en la historia del rock, directamente desde el campo de batalla a la par de un gran equipo de trabajo como integrante del staff de Los Piojos (1993-2009) como su actualidad en Las Pastillas del Abuelo (desde 2006) y Ciro y Los Persas (desde 2010), alcanzando el respeto y admiración de músicos y colegas, quiénes lo impulsaron a crear un ciclo en su canal de YouTube y el de CMTV, de videos técnicos sobre el audio y el sonido de shows en vivo: “El primer puntapié me lo da Fernando Vecchio, uno de los guitarristas de Las Pastillas del Abuelo, quién me dice: ‘Mirá, en CMTV hay un espacio, un canal de tutoriales de músicos que tocan distintos instrumentos con detalles técnicos, pero no hay nada con relación al audio. ¿Tenés ganas de hacer unos videos y hablar sobre el sonido general, de tu trabajo y de paso impulsar tu canal?’. La idea me encantó y me copé como forma de entretenerme en casa el tiempo libre que se generó en época de pandemia”.
Tanto la práctica en campo, la continuidad, la pedagogía y claridad lo prepararon como un docente donde las consultas específicas contienen en él una respuesta y una solución: “Lo de la docencia surgió de casualidad, teniendo más tiempo en esta época en casa y poco tiempo de gira; me crucé con algunos colegas de la industria del audio que querían profundizar en algunas cosas técnicas específicas dentro del rubro ‘colega’, o sea, muchachos que tienen empresas de sonido o trabajan en sonido y que no querían caer en una academia tradicional para ir a buscar cosas puntuales. Ellos me propusieron la idea, me gustó siempre la cosa pedagógica y el intercambio, ver y leer juntos sobre técnica, teoría y práctica”.
En una evaluación de los últimos años junto con el avance de la tecnología, Oscar explica las facilidades y ventajas sobre las consolas digitales a diferencia de las analógicas en festivales donde la grilla es amplia: “El primer festival argentino que fui donde se utilizó una consola digital como única opción fue en Cosquín Rock 2004, por lo que podríamos decir que los festivales en Argentina empezaron a utilizarla. La gran diferencia de la consola analógica -más allá de la calidad del audio-, con las consolas digitales, o sea el beneficio que existe es poder grabar en la consola todos los controles, sumado a las necesidades de cada artista, pero todo en la misma consola. Vengo yo, hago mi prueba de sonido, todo lo que hice a nivel audio en la consola queda grabado, al rato me voy, inclusive por seguridad, puedo llevarme la sesión en un pendrive. Luego prueba otro y así sucesivamente, generando muchas escenas. Lo que hay que hacer en el momento del concierto es llamar a la propia escena que quedó grabada, al igual que lo último que hiciste en la prueba de sonido; entonces esa practicidad que dan las consolas digitales te permiten probar mucho antes. Todos usan la misma consola y todos grabamos. Antiguamente, cuando eran analógicas, había que poner una consola por cada artista de los principales y una para el resto”. A partir de ello, Oscar explaya las responsabilidades que tiene un equipo de trabajo y especialmente un operador técnico, inclusive cuando las cosas no salen como se esperan: “Los conciertos de música hace tiempo son shows integrales, entonces es determinante la creación de un equipo de trabajo. Un show con el mejor sonido de la historia, si están las luces apagadas, no sale bien; si te alquilás o comprás la mejor iluminación o el mejor escenario, si suena mal no sirve. Si suena bien y se ve bien pero no andan las pantallas tampoco sirve; si se escucha, si se ve bien, todo está bien pero los músicos no se sienten cómodos también falla… Hay muchas cosas que pueden afectar a un show porque existen los músicos, técnicos, el sonido, la iluminación, un escenario, luces, pantalla, cámara, video, pirotecnia, efectos especiales, la comodidad del público, el personal de seguridad. Muchas cosas hacen a un show, entonces la responsabilidad nunca es de uno, sino de un equipo, quien se encarga de ese engranaje de la maquinaria para que todos estén bien”.
Los shows Streaming, si bien ya existían, ahora es una palabra adaptada al mundo general del arte al ser unas de las principales posibilidades de retomar las actividades y en este ámbito, sobre esto Oscar mantiene una postura y analiza sus ventajas: “Todos estamos acostumbrados a un formato durante tantos años; en mi caso particular, trabajo de esto hace 28 años de la misma manera; o sea, modificar algo que hiciste durante tantos años de una manera drástica y rotunda, de un día para el otro, de movida no te agrada porque es raro; en vez de hacer 50 shows, hacés 5, cambiando disponibilidad económica, cambiando el oficio y también, por otro lado, la comunicación y el vínculo con la gente no existe más: de movida no me gusta. Por lo que creo, es un formato de emergencia, pero que a la vez permitió descubrir y profundizar una posibilidad que ya existía y que no lo teníamos muy desarrollado, que llega para quedarse como un complemento del concierto convencional. Un ejemplo: hoy hacemos un concierto con todas las entradas vendidas, vía Streaming puedo transmitir ese mismo concierto a un lugar donde la gente no puede llegar, como otra provincia o país, sin costo adicional, porque el escenario estará igual, el show se hace igual con sonido, cámaras. En vez de transmitir sólo para las pantallas, re transmitir con un buen sonido y una buena calidad de imagen vía Streaming a otro lado país por ejemplo, a modo de prensa, publicidad, difusión, sería una apuesta a un lugar nuevo donde podrías viajar”.
La pandemia mundial ha sido un revés doliente en la actividad laboral del arte, por lo que cada país ha encarado políticas para apalear una crisis que no abarca a todos ni puede conceder facilidades a cada habitante cuando el aislamiento obligatorio y la cuarentena han primado en términos de salud por sobre todas las cosas. En nuestro país se han creado subsidios y facilidades para intentar ayudar a cada habitante dentro de las posibilidades que se evaluaron convenientes y, desde allí, Oscar puede explayar una experiencia cercana: “Las políticas públicas en pandemia existieron; no creo que nuestro país tengo un respaldo económico para poder solventar las necesidades de tanta gente, porque no es sólo la industria de la música, sino hay muchísima gente que se quedó sin trabajo y que todavía sigue sin trabajo, otros que volvieron con un índice de beneficio bajo, y además lamentablemente vivimos en un país, en términos globales, que no tiene un respaldo económico para todos, entre los que me incluyo. Hubo políticas de ayuda porque existieron préstamos, becas, cosas dando vueltas ayudando a distintos lugares; en mi caso hubo un préstamo para monotributistas, créditos a tasa cero que yo lo pedí, como muchos colegas. Hay una beca del Ministerio de Cultura para la industria de la música y todo esto es mejor que nada, pero seguramente sería un poco iluso pensar que nuestro país tendría un respaldo para la economía de tantas personas que quedaron sin trabajo”.
El 27 de octubre del 2000, Los Piojos lanzaron su quinto disco de estudio llamado “Verdes Paisajes del Infierno” que incluyó éxitos como “María y José”, “Vine hasta aquí”, “Ruleta” y contó con la imagen de Osky en el arte de tapa: “Lo de mi imagen en la tapa fue alucinante, no sabía que iba a suceder y sucedió, me lo propusieron y obviamente accedí y si bien en su momento no tomé verdadera noción de lo que significaba, con el tiempo más que nada lo entendí por la devolución y el cariño de los seguidores y amigos, cuando te cruzas con gente que te dan las gracias, como si hubiese hecho algo, ¿viste? No hay ningún mérito de mi parte, todo beneficio y agradecimiento. En cuanto al nombre del disco, de lo que recuerdo desde mi interpretación, esta cosa del infierno a nivel país, la sinusoide de la economía y las políticas, en esta época como en otras donde estábamos bien y mal socialmente al mismo tiempo y los artistas, que son personas muy esponjas de todo eso, transmiten a su manera como lo hicieron los chicos de Los Piojos; más allá de que les estaba yendo muy bien como banda, veían que muchas cosas estaban mal por el entorno, por las familias, amigos; y a nivel grupo, justo fue el disco en el que se fue Daniel Buira, uno de los integrantes de la formación original, y era una etapa importante. En el 2000 la banda ya tenía 11 años de existencia, y fue el primer disco que ya no estuvo Dani, entonces fue buscar otro baterista y un momento estresante para los chicos, por eso lo que venía siendo ‘Verdes Paisajes’ originalmente donde estaba todo bien, se sumó la partida de Dani y los conflictos del país, el nombre mutó de ‘Verdes Paisajes’, a ‘Verdes Paisajes del infierno’, pero aclaro, es una interpretación solamente mía”.
Su palabra, humilde y experta, viaja en un remanso de paz y desde allí, recuerda sus comienzos y aconseja a los jóvenes desde su historia: “Mi camino y el de muchos fueron el de trabajar en el audio, o asistente, o técnico, y empezar tirando cables o soldando, cargando cajas, laburando de plomo, de asistente de una empresa de sonido o de una banda en vivo, ese es el camino que hizo mi generación y la anterior a la mía, que era comenzar laburando y aprender el oficio, haciéndose de abajo. Paralelamente te ibas capacitando con lo que ibas viendo, o te anotabas en una escuela de audio, o en una facultad en la carrera de Ingeniera de Sonido, libros e información. Hoy creo que eso tiene que ser a la par, es decir, estudiar y trabajar porque por separado uno se pierde algo. Si estudiás solamente y no tenés mano ni practica y sin laburar, también te perdés algo. Es un esfuerzo que cierra todo. Nuestro oficio tiene mucho de lo humano, de las horas en el trabajo y además permite definir el perfil, porque hay gente que no le gusta no dormir por las giras y estar tirando cables, yendo y viniendo, y le gusta el estudio de grabación, o le gusta el sonido pero para el cine, la televisión, hay muchas ramas por eso laburando vas descubriendo el propio perfil”.
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