Shoni Shed, sobre sus disco «Paganías»: “Pequeños pueblos remotos con rostros originarios rezándole a una virgen y a la vez manteniendo costumbres ancestrales, la Pachamama entrelazada a una cruz, carnavales importados desde Europa, mezclados con creencias regionales”

El músico, compositor, performer y documentalista Shoni Shed nació en el núcleo de una familia típica de comerciantes. A los 12 años empezó a escribir sus primeras canciones a escondidas y, desde esa edad, encontró en la música su refugio y canal de expresión. A los 16 ya componía canciones para cortometrajes de estudiantes de cine, mientras ahorraba dinero para invertir en alguna grabación.

Más tarde, a sus 19 años, se trasladó a Tel Aviv (Israel), tras recibir una beca en la academia de jazz Rimón, nexo de Berklee. Compuso en hebreo y portugués, realizando presentaciones semanalmente con una banda de músicos de diferentes partes del mundo. Tras un percance familiar, regresó a Argentina y comenzó a estudiar dirección de cine, ampliando su visión artística. “La cultura israelí tiene muchas particularidades.  En principio es un crisol de razas, de todas las que podamos imaginar conviviendo en un territorio más chico que la provincia de Tucumán, con una diversidad impresionante de personas, paisajes, creencias e historia». Y agrega: «Me llamó la atención que es una cultura pueblo y eso se ve en las relaciones, en cómo se comunican de igual a igual. El israelí promedio es muy cálido, expresivo, te invita enseguida a su mesa y bromea como si te conociese de toda la vida. Allí se vive el ahora muy intensamente y el abanico de opiniones sobre un mismo tema puede ser más amplio que su población”.

En 2008, nació Club Silencio. Decidido a hacer algo diferente que unifique diversas artes, Shoni generó una experiencia musical de sensaciones a ojos cubiertos, posicionándose en el under porteño, lo cual le permitió presentar su música en un formato no convencional semanalmente durante diez años. El Club fue visitado por más de 10 mil personas durante más de 500 ciclos. Como resultado, en 2010 grabó su EP “Desde el silencio”, inspirado en esta experiencia.

En 2015 nació su álbum “Existencial”, cuyas composiciones cuentan con sonoridad jazz. Fue el primer disco de estudio del artista, que contó con prestigiosos músicos del estilo. Fue presentado en salas como Boris Club, Teatro del Viejo Mercado, y produjo una gira por cinco países de Europa. Al año siguiente participó de un proyecto cultural en Medellín (Colombia), realizando nuevas giras por 25 pueblos aledaños.

Actualmente, el artista se encuentra presentando su segundo álbum de estudio, “Paganías”. El mismo fue lanzado el 1 de agosto, en el marco del Día de la Pachamama. Se trata de un álbum/documental de folklore no tradicional inspirado en el norte argentino y en el sincretismo de sus pueblos originarios y su cultura ancestral. El documental, que se realizó a través de dos viajes al norte, será estrenado en los próximos meses.

“ ‘Paganías’ está inspirado en el norte argentino. A raíz de un viaje que realicé hubo particularidades que me llamaron mucho la atención y las volqué a través de composiciones, sin embargo no deja de ser una temática que se repite de diferentes modos en toda Latinoamérica. Pequeños pueblos remotos con rostros originarios rezándole a una virgen y a la vez manteniendo costumbres ancestrales.  La Pachamama entrelazada a una cruz. Carnavales importados desde Europa, mezclados con creencias regionales.  Ambas culturas coexisten en una misma cosmovisión”.

Su proceso de trabajo cuenta con una línea precisa: “En principio nace la composición como tal y más adelante la búsqueda del sonido, que además carga con mi bagaje personal. Conscientemente busqué replicar esa idea de enlace cultural desde los arreglos, la grabación y la mezcla”.

Documental más música. O música más documental. La apuesta doble no es menor. El músico habla al respecto: “Lo de documentar era una cuenta pendiente que no materialicé en su momento y cuando decidí hacerlo, redoblé la apuesta sumándole un documental. Es que otra de mis pasiones, el cine. Si yo narro desde mi canción como forastero, ahora es momento de darle la palabra a los lugareños, acompañados de sus paisajes, celebraciones y reflexiones que tienen que ver con su cultura y sus creencias”.

Este artista apuesta a las mixturas sonoras, tema central para su obra. “En principio para sumar otro grano de arena desde mi experiencia, que no va por el lado tradicional. A la vez es una búsqueda personal a nivel artístico de ir indagando un sincretismo folclórico. Nunca me puse a pensar que estas influencias tengan que ver con cantar en distintos idiomas, aunque la interpretación sin duda haya influido en varias canciones”, expresa.

Durante estos meses el músico está realizando un proyecto titulado “Músico en cuarentena”. Un autodesafío en días de aislamiento que consiste en reversionar canciones propias con las limitaciones del hogar, produciendo, grabando y realizando videoclips en casa. Su idea es la de inspirar a otros músicos a que estimulen la creatividad no se detengan en este peculiar momento. Sus dos primeros tracks ya fueron publicados. “Esta propuesta surge como idea de potenciarse ante las limitaciones.  Es una invitación a dinamitar la imaginación en la soledad del hogar e inspirar a otros artístas a componer, grabar, realizar saliendo un poco del molde del video frontal de un músico en cuarentena. Sin duda cantar en diferentes idiomas siempre me dió la posibilidad de llegar a diferentes personas y darle otras sonoridades a mis canciones”. 

El 5 de septiembre, Shoni fue el único artista internacional que formó parte de la grilla de la edición online del Festival “La Música en Venas” de Cartagena (Colombia). “Fui el único invitado internacional, de seis presentaciones de diferentes ritmos. Estuvo bueno llegar a otros lugares remotos con mi música en estos días de encierro”.

Para escuchar «Paganías»: Spotify.com/ShoniShed

Acerca del autor

Compartir en:

Dejanos tu comentario

Tu email no se publicará