Marcelo Pérez Cotten, locutor, docente y periodista: “La radio es indestructible, es resistible a todos los formatos y al paso del tiempo”

Por Jorge Daniel González.

En el marco del aniversario por los 100 años de la Radiofonía Argentina y el festejo por los 40 años de trayectoria, el locutor, docente y periodista Marcelo Pérez Cotten lanza una web llamada El Buscahuellas, (homónimo de su programa difundido en Radio Nacional 2005-2006 y Radio Ciudad 2007) un espacio en el cual comparte 30 de las principales entrevistas de su carrera ubicándolas en el contexto y tiempo en el que fueron hechas, como documentos de difusión libre: “Yo tenía catalogado y digitalizado el  material de archivo de todos estos años de los distintos programas pero estaba prácticamente inactivo, me daba pena que esté guardado sin uso y se me ocurrió que una buena forma de convidarle a otro a escuchar y utilizar, tomar las voces y opiniones de quiénes fueron entrevistados, era organizarlos en un sitio de radio llamado ‘El Buscahuellas’: eché mano a la obra, me reuní con mi amigo Rodrigo Picotti que maneja los términos virtuales, le conté el proyecto que tenía y así surgió la idea. ‘El Buscahuellas’ no es solamente mostrar 30 entrevistas, de esa línea de tiempo desde 1980 al presente, sino dar un poco el contexto de cada uno de los programas, de los ciclos que hice, también de cómo fueron realizadas cada una de las notas, el encuentro con el personaje, en qué términos, eso también puede ser atractivo porque estamos hablando de cosas que pasaron hace mucho tiempo, y que fueron, por ejemplo, en cassette, un formato que ya no existe, que puede ser anecdótico hasta desconocido”.

“Un joven locutor de apenas algo más de veinte años al frente de un programa que comenzó siendo inicialmente de folklore y luego se fue abriendo hacia otros géneros, inclusive difundiendo el nuevo canto uruguayo y esquivando las Listas Negras de intérpretes de aquella dictadura” (M.Perez Cotten, fragmento de “Los Inicios”, del sitio “El Buscahuellas”). En 1980 comenzó con “Horizonte Cero”, por Radio Splendid (1980-1982), Radio El Mundo (1982-1983), Radio Excelsior (1984-1986), Radio Nacional (1986-1989) y transmitido para 25 emisoras del país mediante HD Producciones (1990-1991), y además del programa “El Buscahuellas”, también condujo “De Memoria” por Radio Madres Am 530 (2010), “La Balada del Álamo Carolina” por AM750 (2011) y “Un Tal Pérez” por Radio Madres (2011-2013), y entre todos esos espacios, ha destacado entrevistas con músicos, poetas, escritores como Antonio Dal Masetto, Mezo Bigarrena, Hamlet Lima Quintana, Armando Tejada Gómez, Chabuca Granda, Cuchi Leguizamón, Eva Ayllón, Alfredo Zitarrosa, Horacio Fontova, Lito Nebbia, por nombrar algunos: “¿Por qué esas 30 entrevistas y no otras? Una gran discusión interna. En esto intervinieron mis estudiantes: traté de hacer un listado de todo, lo conversé con ellos, alumnos de 25 a 30 años quienes quizás no conocían a todos los protagonistas y producían curiosidad presente sobre esos personajes. Un ejemplo fue Raúl Carnota, un gran compositor del folklore argentino, lamentablemente desaparecido, que ha dejado una obra realmente importantísima y me pareció por demás relevante que esa voz estuviera entre esas 30 porque es una forma de que no quede en el olvido. Yo siempre he apelado a la memoria y mi pequeño aporte está resumido en que esas treinta voces tomen estado público y lleguen a otros para que no se pierda lo que ellos dijeron y contaron en esas entrevistas”.

Junto al recordado Horacio Fonova. Foto: Cristina Arraigada.

“Los Locos de la Azotea” (El médico Enrique Susini y los estudiantes Luis Romero Carranza, Miguel Mujica y César José Guerrico) son los responsables de la primera transmisión radial masiva argentina, desde el techo del Teatro Coliseo de Buenos Aires el 27 de agosto de 1920 a las 21 horas, en la que se publicó el Festival Sacro “Parsifal” de Richard Wagner , escuchado por menos de 100 oyentes privilegiados que tenían auriculares a galena. Posteriormente, llegaron las primeras estaciones radiales, las óperas difundidas, la música clásica, las trasmisiones de fútbol y boxeo, la asunción del presidente Marcelo Torcuato de Alvear en 1922, publicidades y radioteatros, entre lo más destacado de un comienzo que continuó con paso firme hasta las radios FM y AM, las radios online, los podcasts, una mutación que renueva la forma radial que la mantiene vigente en el tiempo: “La radio es indestructible, es resistible a todos los formatos y al paso del tiempo. ¿Quién no tiene un radio en casa? A un joven, más atraído por los formatos contemporáneos de comunicación, computadoras, lo digital, tiene una radio porque de pronto lo heredó, porque se lo compró o lo tiene en el teléfono, es decir, la radio como objeto, si bien no tiene ya su viejo aspecto físico, impronta de otros tiempos, sigue siendo un vínculo de comunicación importante y necesario como artículo preciado dentro de un hogar. No compite con las otras plataformas digitales porque se ha puesto en igualdad de condiciones: se puede escuchar cualquier radio AM o FM por la web porque la red lo permite. Yo cito que cuando apareció la televisión, y esto lo cuenta muy bien Carlos Ulanovsky en su literatura, se hablaba sobre la muerte de la radio y que iba a desaparecer. Nunca pasó eso, ni siquiera cuando la televisión en 1978 se transformó y coloreó, especialmente con el mundial de fútbol; la radio no perdió capacidad y cantidad de oyentes, muy por el contrario, se multiplicó, primero dejando de ser sólo AM para ser AM y FM, después se reinventó a partir de los medios digitales con los portales de cada una de las emisoras, en las plataformas online, es decir, la radio adecuándose a los tiempos de acuerdo a las necesidades del oyente”.

 Pérez Cotten, periodista y locutor, destacado cultor del estudio y la investigación, de la soltura y la seguridad de preparar una entrevista profesional para motivar la pregunta justa al protagonista, creador del libro “La Entrevista Radial” junto a Nerio Tello (Editorial La Crujía 2004), comparte opiniones sobre las necesidades y complementos que tienen entre sí los locutores y periodistas en el estudio de cada profesión: “Un locutor puede no ser periodista pero son profesiones muy aliadas. Yo he conocido grandes locutores que no trabajan en el aspecto periodístico, sino en lo comercial, como la lectura de grandes marcas vinculadas al mundo de la publicidad. Ahora cuando un locutor es informativo, conductor periodístico, o como ha sido en mi caso, la conducción de programas donde la entrevista es una de las materias primas, creo que es altamente recomendable que el locutor sea periodista, como también un periodista complemente su formación como locutor: en algunas universidades en donde se estudia periodismo existen convenios firmados para que esos licenciados en comunicación, como los egresados en la Universidad de La Plata, realicen dos años de entrenamiento a través del ISER para obtener también su matrícula como locutor, para mejorar su estándar en lo expresivo y modulatorio”.

Como locutor de 40 años de experiencia, actual docente adaptado a los mecanismos virtuales de la cuarentena y ex director de la carrera de Locución Integral de radio y Televisión en ETER, Marcelo ha experimentado la evolución del idioma y las palabras, desde la formación heredada de los sesenta hasta el lenguaje inclusivo que habitan los tiempos modernos: “Me parece que va de la mano con los tiempos. El idioma en toda la historia del lenguaje es dinámico y va tomando el formato de la Era y también de sus hablantes. Creo que a eso no hay que resistirse, sino asimilarlo y participar de él, sobre todo cuando se trata de algo, ya desde el vamos, bueno como lo Inclusivo, que le abre los brazos a aquello que en otro momento era rechazado. Si me preguntas ¿Qué me parece? Va más allá de cambiar una letra por otra, va inicialmente desde un punto de vista filosófico, como una postura de la voluntad de incluir. Yo no me resisto en tanto y cuánto tenga relación con la dinámica del lenguaje”.

Toda pasión tiene su origen, por tal motivo el protagonista desarrolla una remembranza para traer al presente las razones de un vínculo directo con la profesión elegida: “Mi hogar era uno típicamente de la clase media de los sesenta, en un país que se debatía algunos cambios sociales y políticos que venían transitando mundialmente y en una Argentina más discursiva que la tradicional de aquella que venía del palo del conservadurismo; estamos hablando en términos políticos de hogares de clase media de trabajadores y profesionales, que mandaban con orgullo a sus hijos a la escuela pública, como en mi caso que me formé así en la primaria y secundaria, en el barrio de Belgrano y que han funcionado estupendamente como base para mis estudios posteriores. Viví la aparición de la televisión, y lo tengo muy presente como integrante más de la familia, pero también como un pequeño rango de esparcimiento, aunque no era invitado a la mesa a la hora de la cena ni en los almuerzos de los domingos; en casa había tiempo para debatir sobre literatura, además recibíamos dos diarios por día y alguna revista los fines de semana. Yo no tenía muy presente la idea de que iba a ser periodista o locutor cuando era niño porque lo tuve avanzada en mi adolescencia: lo que me marcó fue un regalo que me hizo mi padre: una pequeña radio de transistores, que me empezó a generar una curiosidad inmensa, donde escuchaba programas musicales de la época y me encontraba con lo que después fui descubriendo, es decir, la magia de la radio, las voces, los sonidos, los musicales, los silencios, que me fue atrapando de a poco, hasta que terminado el secundario, me fui solo a anotar a la escuela de periodismo y luego, locución”.

Gran cantidad de los diálogos periodísticos realizados en su trayectoria fueron a artistas vinculados a la música popular argentina que explotaron en los sesenta, en la época conocida como la década dorada, con el nacimiento de grandes conjuntos, festivales y la difusión de poetas que han sido felizmente entrevistados por Pérez Cotten: “La década del sesenta fue un punto importante de arranque para el folclore en Buenos Aires y a nivel nacional. Mi hermano mayor cantaba aficionadamente en un conjunto en la escuela, me acercó al género para entender el repertorio y empezar a conocer algunos autores. Con la radio también escuchaba folclore, aunque reconozco que en aquellos primeros años yo estaba más metido con la música en inglés, como joven, admirado por la música llamada Beat. Después ya me fue atrayendo el tango y el folclore”.

Junto al uruguayo Alfredo Zitarrosa, en «Horizonte Cero», por Radio Excelsior.

¿Qué responsabilidad tiene en lo cultural y político La Radio? ¿Qué ocurre con las radios alternativas en contraposición a las grandes radios nacionales? Perez Cotten desarrolla conceptos y fundamentaciones de radio como una institución perdurable, comprometida e interminable de variantes y vigencia permanente además de una renovación de comunicadores: “En materia de comunicación, la radio ha avanzado mucho en algunos lugares donde no le era propio y actualmente tiene un buen desarrollo, como en Córdoba, Santa Fe, Entre Ríos, e inclusive Chaco donde existe el terciario Instituto Nuestra Voz que también tiene su FM. Existe la radio comercial de formato tradicional ligada a empresas periodísticas o grandes grupos multimediales monopólicos del periodismo que tienen su brazo audiovisual en canales. Para mí, a partir de la discusión de la Ley de Medios y la implementación, (y posterior derogación de algunos artículos de la ley en el gobierno de Macri) se generó toda una política de medios públicos en lugares donde la radio era solamente un taller, como en universidades, centros culturales, radios alternativas en torno de sociedades de fomento, agrupaciones sociales, bibliotecas, es decir, hay una infinidad de comunicadores trabajando en esos medios, que uno no tiene la certeza de nombrar cuántos son, porque son inmensos. Todo ese manifiesto de emisoras nuevas son el semillero de los comunicadores que luego tomarán la posta de trabajar en materias de comunicación en un medio tan explorado y explotado”.

Si Marcelo tuviese que definir en dos palabras las características principales que destaque la radio frente a la televisión su respuesta encuentra una justificación más que comprobable: “La radio es la portabilidad e instantaneidad. Hay un potencial enorme de comunicadores que se están formando, trabajando en proyectos y formatos nuevos de radio, no solamente la tradicional con el estudio con el control, sino en la actualidad en el formato podcast, un nuevo vehículo para comunicar al oyente a partir de las facilidades de la tecnología. Vos podés escuchar la radio en el teléfono todo el día con una aplicación, siguiendo a través de un link de una página, por eso la radio sigue abonando a algo que es histórico e imbatible. El otro, la Instantaneidad: la radio te dice ahora lo que está pasando, en cambio la tele necesita desplegar un operativo para difundir lo que está pasando en este instante a partir de una aplicación o un móvil de exteriores. La radio como tal, ha cambiado su formato físico a través de la historia, pero jamás su esencia ni sentido de ser”.

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