Luego de su exitoso concierto del viernes pasado en el Movistar Arena de Ciudad de Buenos Aires, ante un marco impresionante de público presente, el cantante colombiano Carlos Vives se dispuso, en la noche del miércoles, a un festejo íntimo en Movy Dick, un pituco local de Costanera Norte, a raiz de cumplirse sus 30 años de trayectoria artística.
Hasta allí se hicieron presentes grandes músicos de la escena local, tales como El Polaco, Soledad Pastorutti y los integrantes de Eruca Sativa, entre otros notables. A su vez, diferentes medios de comunicación asistieron para también compartir la fiesta íntima del cafetero, quien se mostró feliz, de sonrisa amplia durante toda la noche y agradecido a toda la organización del sello discográfico.
Entre copas y un exquisito ágape, la reunión duró varias horas y el artista se dispuso a conversar con todos los presentes, además de mostrarse accesible para todo tipo de fotos y conversaciones de toda índole.
La charla distendida con Pastorutti, o bien la conversación extensa junto a El Polaco y este medio acerca de sus estudios referentes a los origenes de la cumbia, tan solo fueron algunos momentos destacados de la noche. «La cumbia es prehispánica», enfatizó, para luego dejar en claro un aspecto que a veces es erróneo entre historiadores: «No nació de los afrodescendientes como algunos comentan por ahi«, dejó bien en claro.
Con su copa de fernet en mano, Carlos Vives luego se dispuso a acercarse a un escenario, en el que recibió un obsequio de parte de la disquera, además de una norme torta de varios pisos, cuyo vela sopló de manera entusiasta.
Entre algunos de sus dichos hizo referencia a la época que llegó a Argentina de la mano del recordado productor Pelo Aprile. Y rememoró un hecho trascendental. «Recuerdo que estaba en el mismo hotel donde se hospedavba el grupo KISS, de visita aquí. Era increíble cruzarme en el ascensor con Gene Simmons u otros integrantes, era emocionante», expresó, sonriente.
Luego de su mini discurso, propuso cantar algunos de sus vallenatas más conocidos, para luego invitar a las integrantes femeninas del grupo Eruca Sativa y a un músicos que se hizo cargo del cajón peruano. Entre todos versionarona a Charly García y su tema «No me dejan salir», pues el músico antes había manifestado su fanatismo por el ícono cantante argentino de bigote bicolor.
El rumbo de la noche continuó a puro festejo y de pronto el salón se transformó en un pista de baile de la que tanto artistas, productores y periodistas participaron con soltura y felicidad.
Fue la gran noche de Carlos Vives en clave de festejo en su Buenos Aires querida. Fue el amor de argentinos a través de un gran gesto que el colombiano valoró y sin duda guardará por siempre en su corazón.
Fotos: Gentileza Sony Music.
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