Noruega es uno de los mejores lugares del mundo para observar la Aurora Boreal, ese fenómeno natural rodeado de magia, misterio y leyendas sobre su origen.
Son muchas las teorías y leyendas acerca del origen de las auroras boreales. El pueblo sami pensaba que eran los espíritus de las mujeres que no han querido o podido tener hijos y que vagan por el cielo. En Laponia se creía que era el rastro luminoso que deja la cola en llamas de un gran zorro que corre por el firmamento. En Finlandia se tenía un gran miedo y respeto a este fenómeno. No se podía decir su nombre en voz alta y se tenía la curiosa creencia de que reírse de este colorido milagro traía mala suerte. No fue hasta principios del siglo XX que el científico noruego Kristian Birkeland desarrolló la teoría que conocemos en la actualidad: es la corriente magnética que choca con los gases de la atmósfera lo que provoca las auroras boreales.
A su vez, hay una leyenda vikinga que relaciona las auroras con los reflejos de los escudos de las guerreras valquirias.
No es la única explicación legendaria de las «luces del norte» y, tradicionalmente, los Sami las han asociado al sonido. Otra leyenda escandinava cuenta que la aurora boreal era causada por grandes bancos de arenques que brincaban en el cielo.
Sea como sea, en el afán de intentar explicar los fenómenos naturales, en la antigüedad se forjaron los mitos, todo un mundo de dioses que conviven con los hombres, y entre ellos, seres que oscilan entre lo humano y lo divino, como las valquirias.
Ver una aurora boreal en Noruega
En teoría se puede ver la aurora boreal en todo el país, aunque los mejores lugares están por encima del Círculo Polar Ártico en el Norte de Noruega. El cinturón de auroras boreales entra en el Norte de Noruega por las Islas Lofoten y sigue la costa hasta el Cabo Norte.
Toda esta área es propicia para observarlas. Si nos decidimos por quedarnos tierra adentro tenemos más posibilidades de que el clima sea seco. Pero la costa también tiene sus ventajas, porque los vientos frecuentes dejan el cielo despejado y mayor visibilidad. En Lofoten o en Tromsø se puede ver las mismas luces desde ángulos distintos. También podemos optar por verlas desde el mar, en barcos que salen desde la zona.
La Aurora Boreal no va a estar esperándonos en unas fechas y horarios determinados. Las posibilidades de ver una aurora son mayores entre el equinocio de otoño y el de primavera (21 de Septiembre al 21 de Marzo).
Las «luces del norte» son más frecuentes a finales de otoño e invierno, y los mejores meses para verlas son octubre, febrero y marzo, cuando las largas noches polares dejan paso a días más largos. Aun así, las condiciones meteorológicas pueden hacer que las auroras nos sean esquivas, así que hay que tener paciencia.
Al final, al toparse con ellas, llega la recompensa en forma de espectáculo para los sentidos. De momento, podemos soñar qué tonalidades del arco iris van a sorprendernos jugando caprichosas en el cielo. La aurora boreal no es para dejar absortos a dioses, hombres, valquirias y a la propia naturaleza.
Una aurora boreal puede ser vista de muchas intensidades, formas y colores. Los más afortunados tienen la suerte de verla cambiar de color mientras brilla de manera vehemente. Cuando eso sucede, las noches de “baile” venideras serán disfrutadas también, pero ninguna conseguirá emocionarte como la noche del “baile de graduación”.
Las auroras boreales comienzan cerca del polo y dependiendo de la actividad geomagnética se podrán ver en zonas más o menos alejadas de éste. La actividad geomagnética se mide con el conocido como índice Kp, que va de 0-9, siendo 0 el valor de menor actividad y 9 el de mayor. Valores mayores de 7 es poco común que se den, pero las veces que ha sucedido han podido verse auroras boreales en países como España, Escocia, Estonia o Letonia, entre otros. Cuanto más al norte uno se encuentre, menos intensidad Kp será necesaria para ver las luces del norte. En la Noruega Ártica se puede disfrutar de esta maravilla a partir de valores Kp1 y Kp2. O sea, Noruega es el mejor lugar para ir a observarlas.
Uno de los factores principales a tener en cuenta para la previsión de auroras boreales es consultar la actividad solar de las próximas horas o incluso días. Existen páginas de internet que dan una previsión de más de 15 días, como es el caso de gi.alaska.edu. En ella se puede elegir el mapa que uno desee: Europa, Alaska, norte de América. Y ver si la cortina verde pasará por la posición. Las previsiones más exactas son de tres días como máximo. Esto tiene una explicación: las partículas cargadas procedentes del sol tardan dos días en llegar a la Tierra, es la razón de que la previsión sea mucho más exacta. Existen infinidad de aplicaciones móviles para prever las auroras. La más recomendable es Aurora Alerts Northern Lights. Una completa aplicación de previsión de actividad, nubes y porcentaje de probabilidad dependiendo de la zona en la que uno se encuentre.
El fenómeno físico de las auroras boreales se produce durante todo el año, pero no son tan brillantes como para poder ser contempladas a plena luz del día. Por encima del Círculo Polar Ártico se produce otra singularidad conocida como “sol de medianoche”: el sol no se pone durante las 24 horas del día. Al necesitar de noche cerrada es imprescindible intentar ver Auroras Boreales entre los meses de septiembre y marzo, tal como expresamos anteriormente. Esto no significa que no se las puedan ver en meses como agosto o mayo, pero se necesita de una mayor intensidad para poder distinguirlas de un cielo que no es completamente negro.
Siempre hemos escuchado que para ver auroras boreales hay que mirar hacia el norte. Pero a ciertas latitudes esto es imprevisible. En las islas Lofoten, al norte de Noruega, las auroras se encontraban justo encima de nuestra cabeza y aparecían por el este, oeste, norte y sur.
Si uno pretende observar auroras boreales es aconsejable huir de grandes focos de contaminación lumínica como ciudades o pueblos. Durante el último otoño, una ciudad como Reikiavik decidió apagar todas las luces de la ciudad durante unas horas determinadas y acabar con la contaminación lumínica de la ciudad para poder disfrutar del espectáculo de las auroras boreales. El resultado fue una oleada de fotos increíbles de auroras boreales en las redes sociales.
Son muchos los factores necesarios para observar Auroras Boreales. Uno de los mayores enemigos son las condiciones climatológicas. En los países con mayor probabilidad de éxito- como es el caso del norte de Noruega -es usual que el tiempo sea adverso en invierno. Lo recomendable es disponer de una semana en el destino para aumentar las posibilidades. También elegir un destino en el que disfrutar de más atractivos como cascadas, playas, montañas, trekking. Es muy frustrante desembolsar una gran cantidad de dinero sólo para ver auroras y fracasar en el intento.
Pero la mayor sugerencia que se puede dar a alguien que va a intentar ver auroras es que disfrute del momento. Una experiencia para nunca olvidar.
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