Eduardo de la Puente y su relación con los vinilos: «Algunos me los pidieron prestados, otros me los robaron vecinos del edificio malandra donde vivía»

La relación de Eduardo de la Puente con los vinilos no es de ayer, sino de gran parte de su vida, aunque, según revela, tuvo su gran impasse con la aparición de los CDs o bien con una lejana época de su juventud en la que los casetes fueron lo que más a mano tuvo por una razón de lógica económica.

Eduardo a esta altura es un clásico de la radio FM. Por ese motivo, no es casual que conduzca Clásicos de Clásicos los fines de semana por la histórica Rock & Pop.

Primeramente, su incursión en el tema de los vinilos analógicos y su difusión a través de la radio, conmocionó a una audiencia adulta, ávida por ese rescate de materiales de audio.

Pero no todo quedó allí: el Club de Vinilos empezó a ser otra de sus facetas, transformándose en una de las caras visibles de todo un movimiento en el que los coleccionistas, los puesteros y otras tantas apuestas artísticas en torno a los fabulosos longplays, comenzaron a plantear encuentros que tras algunos años ya son una especie de «misas nómades», según el espacio que lo amerite.

Tal es el caso del próximo evento que se desarrollará el domingo 2 de junio en Juan B. Justo 8420 (Liniers), a partir de las 15 y hasta las 22 horas, con la presencia suya y la de su compañera conductora Electra Violeta, con quien además lleva adelante un programa sobre la misma temática, pero con artistas invitados, por el Canal de la Ciudad.

-Eduardo, ¿cómo nació tu interés por difundir vinilos?

-Digamos que de chico me gustaban, pero con el advenimiento de los CD los dejé de lado como muchos de mi generación. Desde hace ocho años que estoy con esto. En realidad, yo no soy coleccionista. Todo esto gira en torno al laburo.

-¿Conservás discos de tu niñez?

-Sí, algunos, como uno de los Beatles, de edición nacional, de cuando tenía ocho años. La etapa del metal me agarró con la era del CD. Otros vinilos quedaron en bauleras y los restantes los heredó mi hijo; bah, se los heredó por sí solo.

-¿Y los de la baulera?

-Algunos me los pidieron prestado y como muchas veces sucede, no me los devolvieron más. Otros me los robaron vecinos del edificio malandra donde vivía.

-¿Y cómo conectabas vos, antes de los CDs, entre la época de lo cassettes y los vinilos?

-Es que soy de la generación del casete. Era: «Che, prestame el disco para grabar». Tenía mucho casete virgen grabado. Recién ahora tengo los discos.

-¿Qué es lo que te atrapó de los vinilos para que salgas a su rescate?

-A ver, yo trato de ir por el sonido, por coleccionista, como te comenté.

Me interesan los vinilos de época, que estén en buen estado, su procedencia.

Por ejemplo, la colección de rock del sello Sony de Argentina es buena, pero existe un problema con el sonido porque no existía la analogía.

Ante eso, prefiero quedarme con el CD. Por ese motivo siempre averiguo su procedencia. Claro que más allá de que me gusta la gráfica.

-En la radio, algunas veces comentás que algún oyente te regala algún vinilo, ¿cómo se produce ese ida y vuelta con tus oyentes?

-Lo del regalo es típico del oyente de radio. Se crea algo parecido a cuando éramos chicos nos juntábamos a escuchar algún disco. Aparte de la radio, guardo esa relación directa con los escuchas. Hay muchos que se acercan a la feria. Este fin de semana, por ejemplo, vendrá uno a traerme unos de los Rolling Stones.

-Por el programa de televisión pasaron decenas de músicos, ¿ellos también se copan con los vinilos?

-¿Sabés que no? Pocos son los que son coleccionistas. Por ejemplo, Wallas y Ale Sergi lo son. Pero en general, el músico en sí no es coleccionista. Hace poco conocí a Pachu Peña y resulta que es fanático del sonido y súper coleccionista. Nunca lo iba a imaginar, pero los coleccionistas son de otro ámbito.

-¿Algún músico se sorprendió con álbumes que vos tenés y ellos no?

-La otra vez yo estaba laburando y Richard Coleman se enteró, escuchando la radio, que yo tenía los dos vinilos de Fricción. Se comunicó para decirme que él no los tenía. Por otra parte, el otro día leí a Slash en un reportaje donde expresaba que no tenía ningún disco de Guns N’ Roses, que le bastaba con tocar todos los días los temas con su guitarra.

-En la feria del domingo 2 de junio, ¿con qué se encontrará el público?

-En Club de Vinilos yo preparo clásicos del rock, el pop, el funk. Realmente voy más como espectador que por trabajo. Es que la paso bárbaro con los puesteros, que son el ombligo de estos encuentros. Habrá música en vivo, emprendedores, gastronomía, tatuadores; será un gran evento artístico.

 

 

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