Aline Miklos y el ensamble Kalo Chiriklo es un proyecto de investigación muy interesante, precisamente llamado «Kalo Chiriklo», sobre la música y los músicos gitanos/romaníes en América Latina, a cargo de la directora, compositora y cantante del grupo, Aline Miklos (ella es brasileña, con ascendencia gitana, radicada en Argentina ) El ensamble musical adquirió el nombre del proyecto Kalo Chiriklo (que quiere decir Pájaro negro, en romaní). El nombre del disco también lleva el nombre del ensamble en español «Pájaro negro».
Las obras se inspiran en leyendas de origen gitano y en leyendas de proveniencia no-gitana sobre los pueblos gitanos que encontramos en algunos países de América Latina y Europa. A través del lenguaje musical, Kalo Chiriklo busca visibilizar, cuestionar y desmentir las calumnias, prejuicios y falsedades que se cometen contra el pueblo gitano.
«El nombre del ensamble y del álbum que aquí presentamos fue tomado de la letra de una canción anónima que concibió, probablemente, una mujer romaní prisionera del campo de concentración de Auschwitz. En la letra, ella solicita a un pájaro negro (kalo chiriklo, en romaní) que le comunique a su familia que, a pesar de las dificultades que atraviesa, regresará a su casa», explican sus exponentes.
El repertorio del álbum cuenta con cinco composiciones propias del ensamble y con tres canciones tradicionales romaníes, con arreglos propios. Todas ellas están interpretadas a partir de un abordaje contemporáneo y en diálogo con ritmos latinoamericanos.
En el abordaje musical de este disco se aprecia la mezcla de la música gitana con la música árabe y brasileña, como es el caso de la canción «Maldición», de autoría de Aline Miklos (nacida en Brasil), donde se toca el forró brasileño con el derbak y los chichines árabes.
Kostas Zigkeridis, compositor, acordeonista, director musical y el principal arreglador del álbum, es griego y por esto lleva a muchas de las canciones su impronta mediterránea y sus ritmos irregulares, como es el caso de las canciones «Fantasía» y «Clavo Santo», de su propia autoría.
Aline Miklos mezcla los vibratos típicos de las cantantes gitanas con la suavidad de la voz brasileña. Las canciones están cantadas en tres idiomas distintos: romaní, portugués y español.
Si bien por un lado, el álbum trae una impronta del jazz y de la música académica, gracias a la formación de algunos de sus integrantes, por otro lado, también está marcado por un fuerte carácter de la música popular y gitana, de las manos de Aline Miklos, Juan Romero y Diego Rodríguez, como se observa en la canción Salto del Gitano, compuesta por Aline Miklos.
Todas las canciones son un acto político, sin hablar de política. Son dulces, a veces melancólicas y a veces alegres, pero siempre dulces y comprometidas.
Foto superior: Sol Janik.
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