Brujas, la capital de Flandes Occidental en el noroeste de Bélgica, se distingue por sus canales, las calles con adoquines y los edificios medievales. Su puerto, Zeebrugge, es un importante centro de pesca y comercio europeo. En la plaza Burg del centro de la ciudad, el Stadhuis (ayuntamiento) del siglo XIV tiene un cielo tallado ornamental. Cerca, la plaza Markt Square tiene un campanario del siglo XIII, con un órgano de 47 campanas y una torre de 83 m de altura con vistas panorámicas.
El anonimato que vivió Brujas durante más de cuatro siglos ha hecho que sea una de las ciudades medievales mejor conservadas del mundo. Fue fundada en el siglo XI alrededor de una fortaleza del siglo IX.
Hasta el siglo XV, Brujas fue una de las ciudades más prósperas del continente. Su red de canales, por la que muchas veces ha sido comparada con Venecia hizo que fuera un importante centro comercial del norte de Europa.
A finales del siglo XV, cuando el río Zwin se encenagó, la ciudad comenzó una época de decadencia.
A principios del siglo XX, cuando la ciudad estaba muy abandonada y sumida en la pobreza, fue objeto de una profunda restauración, convirtiéndose en un importante destino turístico.
Actualmente, más de 3 millones de viajeros visitan sus empedradas calles cada año, convirtiéndola en la ciudad más visitada de Bélgica, por delante de Bruselas. Brujas es la capital de la región de Flandes Occidental y, desde el año 2000, Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
Brujas es una ciudad encantadora pero lo suficientemente pequeña. Lo más normal es hacer una visita de un día o dos.
Bélgica, tiene frontera con Alemania, Francia, Países Bajos y Luxemburgo, hecho que influye en los idiomas que se hablan actualmente en el territorio. Sus tres lenguas oficiales son: el francés, el neerlandés o flamenco y el alemán. En porcentaje sería de la siguiente manera: neerlandés 60%, francés 39% y alemán 1%. Sin embargo, en Brujas la comunicación con el turismo se rige en inglés e incluso en algunas partes en español.
Aunque siempre se puede ir en autobús o alquilar un coche, lo más normal es llegar a ese pequeño encanto en tren o reservando una excursión organizada.
El mejor recorrido para hacer turismo por esta ciudad de Bélgica es a través de sus canales, navegando en un bote turístico. Durante el trayecto, sin duda se podrá conseguir las mejores fotografías de la capital.
Al visitar Brujas, una de las primeras actividades recomendables es darte una vuelta en barco o lancha, y atravesar las calles de esta ciudad navegando por sus canales.
Los puentes de piedra coronan el paseo en barco, y la vista de los edificios antiguos, preservados escrupulosamente, contienen una belleza incomparable y difícil de encontrar en otras ciudades fuera de Europa.
Aunque Brujas es una ciudad pequeña y es difícil que se se escape algún detalle, algunos de los monumentos para mirar y visitar en Brujas son los siguientes:
Plaza Mayor: También llamada Markt, esta plaza es el centro neurálgico de Brujas. En ella se sigue celebrando un mercado todos los sábados.
-Burg: segunda plaza más importante de Brujas. Compite con la anterior en ser la más bella de la ciudad.
-Belfort: está en una plaza y es la torre más característica de Brujas. Desde la parte más alta, a 83 metros de altura y tras subir 365 escalones, se obtienen las mejores vistas de la ciudad mágica.
-Stadhuis: el edificio más característico del Burg es sin duda el Ayuntamiento. Su fachada data de finales del siglo XIV.
-Onze Lieve Vrouwekerk: la Iglesia de Nuestra Señora es la más famosa de Brujas y su torre de 122 metros es la más alta de Bélgica.
Los museos de Brujas que merece la pena destacar son el Museo Gruuthuse, una mansión medieval que hace retroceder cinco siglos, y el Museo Groening, el museo de arte más importante de Brujas.
Si hablamos de la comida, los waffles belgas son una comida tradicional, una delicia en forma de pastelillo cuadrado con huecos uniformemente distribuidos a lo largo y ancho de su superficie, con infinidad de ingredientes y formas
Un alternativa para tener en cuenta es visitar La maravillosa ciudad medieval en consonancia con un importante encuentro musical: en Bélgica, una vez al año se lleva a cabo el festival de música electrónica más grande y popular del mundo, el tan famoso Tomorrowland, asistiendo personas de 76 nacionalidades diferentes. O sea uno puede ser parte de los más de 360.000 asistentes a ese festival.
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