La Delio Valdez es una agrupación argentina que nació en el año 2009 con una impronta propia y de carácter colectivo. Formada en Buenos Aires, se trata de una cooperativa de músicos y músicas que se fusionan de manera heterogénea, en donde habita la cumbia con un estilo bien marcado y con notorias referencias de sonidos colombianos. La orquesta LDV en 2019 celebra sus 10 años de carrera y cuenta con cuatro discos editados en su haber. Además de los festejos por su década de vida, el grupo está presentando en vivo “Sonido subtropical”, un nuevo álbum en el que incorporan música andina, salsa, rock, jazz y reggae. En esta oportunidad Santiago Moldovan, clarinete de la agrupación, cuenta cómo viven éste proceso de continuo crecimiento y qué expectativas tienen a futuro.
Por Lucía Salto
-¿Cómo surgió La Delio?
-Es muy linda tu pregunta porque me trae muchos recuerdos. Pienso que La delio surgió como surgen muchas bandas, todo empezó con un grupo de amigos que teníamos ganas de tocar, nos juntábamos a tocar sin muchas expectativas sino sobre todo para disfrutarlo. Recuerdo que Tomi, el percusionista de la banda me pasó unas canciones de cumbia colombiana, era la orquesta de Pedro Laza y esa fue la primera vez que escuché cumbia colombiana. Fue como una revelación porque yo toco el clarinete y de repente encontré un rol para el instrumento que no había escuchado antes y una manera de usarlo y tocarlo que era nueva y de alguna manera me absorbió. Yo creo que a todos nos paso eso alguna vez. A cada uno con lo suyo pero con el estilo en general y eso fue como el abrir una puerta al género y en todo este proceso nos permitió abrirnos y crecer mucho.
-¿Recordás la primera fecha de la orquesta?
-¡Uff! ¡Me llevás al recuerdo directamente! La primera fecha de la banda fue una invitación a tocar en un día del amigo para un restoóperuano, para ese momento no teníamos nombre y solo teníamos tres canciones ensayadas y parece que a la gente le gustó muchísimo, después de las tres canciones la gente nos pidió que siguiéramos tocando y decidimos tocar de nuevo las tres canciones. (Risas)
-¿Las expectativas que tenían en un principio concuerdan con la realidad que viven actualmente?
-Con respecto a lo que soñamos o como nos pensamos como banda, creo que el presente actual ha superado ampliamente las expectativas que teníamos al comienzo, de hecho lo que te digo es verdad, cuando comenzamos no teníamos demasiadas expectativas o lo hacíamos por puro disfrute y la verdad es que es una alegría total vivir de lo que te gusta y es un gran privilegio también poder viajar, conocer gente haciendo música y la verdad es que La Delio nos va tachando sueños de la lista. Sin embargo tenemos un deseo permanente de seguir haciendo cosas, viajando, extender los horizontes, conocer nuevos lugares con nuestra música. Hemos tenido experiencias maravillosas como compartir con artistas que admiramos, viajes, cantidad de gente que nos sigue, gente que canta nuestras canciones, son todas cosas maravillosas que no nos las imaginábamos al comienzo.
-¿Se puede hablar de las influencias que tiene cada uno de ustedes? Sobre todo, por la gran cantidad de integrantes en la orquesta.
-Creo que hablar de influencias seria hablar de manera infinita, porque somos muchos y venimos de diferentes palos no solo en el consumo de música sino de estilos de vivir la música, hay algunos que estudiaron en el conservatorio, otros que son mas autodidactas, algunos vienen del punk, reggae, rock, jazz, hasta algunos vienen de la música clásica. Somos un colectivo heterogéneo y creo que eso nos nutre mucho y forma parte del resultado final de la banda. Claramente hay una clave común que es la cumbia como un ritmo tan amplio y noble en el cual nos encontramos como en un campo abierto para poder expresarnos y con los años hemos logrado de a poco tener una identidad propia. Al principio tocábamos tratando de imitar un estilo parecido al de nuestros referente y con el tiempo nos formamos nuestra propia identidad, la identidad de La Delio. Sobre todo en el último disco, ya que son todas canciones propias.
-¿Cómo influye la cumbia colombiana en la carrera de La Delio?
-La cumbia colombiana es la madre de todas. Nosotros como grupo no podemos autonombrarnos como músicos de cumbia colombiana sino que somos una orquesta de cumbia y especialmente somos una orquesta de cumbia argentina. En un inicio teníamos la mirada muy puesta en las orquestas de cumbia colombiana porque eran como un buen espejo para la formación que teníamos pero luego fuimos agregando material de todos los estilos de cumbia que hay en el continente. La cumbia colombiana tiene en su raíz es folklore, y surge como una mezcla de indios, esclavos, españoles, y a partir de ahí se fue ramificando con el acordeón, la orquesta, y se fue difundiendo a otros países. Como una opinión muy personal te puedo decir que la cumbia colombiana es la más sabrosa, bailable, pero eso no le quita merito a las demás cumbias, sino que hay algo en el toque que la hace distinta.
Es muy parecida a la cumbia venezolana, pero en varios países de Centroamérica tocan más salsa de cumbia, la cumbia colombiana tiene un toque sincopado, relajado, se siente el Caribe en la música. Creo que eso se traduce y es un ritmo con una simpleza increíble, transmite cosas muy poderosas e enriquecedoras.
-La agrupación tiene un gran sello ideológico, ¿cómo fue ese proceso, al día de hoy?
-Creo que lo que pasa a nivel social e ideológico es que estamos inmersos en la realidad que vivimos, lo cual es imposible escaparse o quedar ajeno y nosotros desde el inicio de la banda hemos intentado utilizar a la orquesta y la música como una herramienta de transformación sabiendo sobre todo que no es la única ni la mas importante pero si que la música es una herramienta muy poderosa para darle alegría a la gente, generar cosas distintas, comunicarse. Siempre tuvimos la inquietud de llevar nuestra música a espacios que no tengan exclusivamente que ver con un baile o con una joda, de alguna forma ver qué nos pasaba como músicos tocando en otros ámbitos. Somos una orquesta de cumbia comprometida. Por eso las primeras fechas de la banda tenían que ver con tomas de universidades, cárceles, psiquiátricos, y hoy en día lamentablemente motivos para reclamar en nuestro país sobran, y cada vez que nos sentimos convocados por alguno o que nos invitan a participar vamos, vamos con nuestra música que es lo que humildemente podemos aportar, creo que la realidad social esta a la vista de todo el mundo, nadie lo niega, ni ellos mismos lo niegan. Esta complicado de manera transversal para toda la sociedad. Nosotros somos un colectivo de artistas muy grande en la que trabaja mucha gente, y nos sentimos muy afortunados de tener un trabajo y sabemos que a la orquesta hay que empujarla mucho y cargársela mucho al hombro, trabajar para que salga adelante y funcione. Y eso tiene que ver con otros rubros de la sociedad, con lo jodido que está todo, y sobre todo vivir del arte. A veces pareciera que es un bien intangible que no tiene precio, todavía hay lugares que cobran por tocar, trasladarse al interior o afuera del país es muy difícil a veces, sobre todo siendo tantos. Así que hay que ponerle el pecho, no queda otra.
-¿Cómo fue el camino para llegar a un nuevo disco con un “Sonido subtropical”?
-El “Sonido subtropical” ha sido como un quiebre en la historia de la banda, nosotros siempre hicimos mayoría de covers digamos. Versiones que al principio las tocábamos de oído como podíamos, y de a poquito se fue armando un estilo, una forma de tocar y versionar con un desarrollo constante. De esta manera le ponemos el sello Valdez a todo lo que hacemos, con los años fuimos creciendo, aprendimos a arreglar, versionar, tuvimos la inquietud de hacer canciones propias pero en los primeros discos la mayor parte de las canciones, son versiones. El sonido subtropical vino a romper con todo eso, era algo que teníamos pendiente, fue un proceso de casi un año y medio del trabajo, con una elaboración de muchas canciones, filtros de ellas, correcciones, y el hecho de que escribamos y compongamos nuestra propia música hace que nos hayamos consolidado con la identidad de La Delio con unos colores diferentes a lo que estábamos acostumbrados. Le abrió la puerta a otra música, a otros géneros, y creo que va creciendo el abanico de expresión de la banda.
-¿Cómo describís estos diez años de carrera?
-Estos diez años los describiría como un proceso de crecimiento, y sobre todo disfrute como una línea conectora, siempre se sacó adelante con mucho amor y con trabajo, gozando del laburo, disfrutando del camino recorrido y el que nos espera.
La Delio Valdez se presenta el 1 de noviembre en El Teatro Flores (Rivadavia 7806, CABA) a medianoche.
Acerca del autor
Dejanos tu comentario