Se trata de Infernadero, seis piezas para orquesta con piano y gritos olvidados. Una composición sinfónica original con piano e intervenciones de electroacústica para la Orquesta Nacional de Música Argentina Juan de Dios Filiberto. Una obra orquestal, compuesta especialmente por María Laura Antonelli (foto superior) para la formación de la Orquesta Nacional de Música Argentina Juan De Dios Filiberto. Está integrada por seis piezas para orquesta sinfónica, piano y pequeñas intervenciones de electroacústica. La amplitud de la tímbrica orquestal, los gestos de tango desde el piano y los bandoneones y, sumado a ello, las sonoridades disparadas en vivo, proponen llevar el discurso musical a lugares inexplorados donde confluyen la búsqueda de una identidad contemporánea con los fantasmas de la música de Buenos Aires en el Siglo XXI. Duración: media hora.
La cita es el miércoles 30 de octubre en el Auditorio Nacional del CCK (Sarmiento 151, CABA, con entrada libre y gratuita.
María Laura Antonelli habla sobre esta nueva experiencia:
“Cuando fui convocada a componer esta obra para La Orquesta Nacional de Música Argentina Juan de dios Filiberto (ONMA), se me ocurrió que sería interesante pensarla como una maquinaria donde se pudieran explayar todos los colores de la instrumentación de la ONMA y no como una textura para acompañar un piano solista. Me entusiasmó mucho esa idea y además a eso sumarle electroacústica, es decir, más colores que tengan que ver con lo sintético y hasta con lo documental dentro de los discursos sonoros que nos intervienen a diario. El empaste de lo analógico y lo sintético siempre es un desafío para mí y es un lugar donde estoy trabajando para ver qué más se puede hacer entre lo histórico y lo nuevo sin que ninguno de los elementos arrasen con el discurso compositivo sino que convivan en su diversidad de origen. El piano está musicalmente compuesto como uno de los engranajes fundamentales de esa maquinaria y va de un rol a otro sin quedar fijo como el solista. Me gustó pensar que dialogue con las otras texturas orquestales que propone la obra. En cuanto a si es Tango o no…Creo que una de las cosas fundamentales del tango fue unir un instrumento alemán como el bandoneón con otros criollos y armar sonoridades típicas. Creo que para que el Tango no muera eso debe estar en movimiento. La identidad de nuestra música siempre está en construcción y me parece interesante que se pueda hacer un recorrido de las sonoridades sin entrar en las categorías de los géneros. Si no, en todo caso, Infernadero será una música degenerada.”
“La electroacústica en Infernadero abre el juego a más sonoridades. Aparece como los timbres que escuchamos a diario y que integramos sin darnos cuenta. Yo busco explicitarlo disparándolo en vivo desde una computadora como un discurso más que integra la textura compositiva, como un instrumento más de la obra. Me interesó pensar en variables diferentes a las de un instrumento “analógico” como un piano o un violín, sonidos captados de la calle y otros que puedo diseñar y trabajar en una máquina en el estadio de “laboratorio” según lo que me pida el discurso compositivo. Para mí están abiertas las posibilidades tímbricas en tanto la música lo necesite”.
Acerca de la Orquesta Juan de Dios Filiberto
Fundada por el compositor Juan de Dios Filiberto en 1932, la entonces “Orquesta Porteña” formada por catorce músicos se propuso enaltecer el legado musical de los autores argentinos. En 1948 se la elevó a la órbita de la Nación adquiriendo un cuerpo de 40 integrantes, y el nombre de Orquesta Nacional de Música Argentina con sede en el Teatro Nacional Cervantes.
Finalmente en 1973, por decreto presidencial, se la renombró Orquesta Nacional de Música Argentina Juan de Dios Filiberto, en homenaje a su fundador. Hoy pertenece a la Dirección Nacional de Organismos Estables. Su intención es fomentar, jerarquizar y difundir la música argentina en todas sus manifestaciones, incrementando y fortaleciéndose tanto de la memoria como de la evolución de la música nacional, participando activamente en escenarios tradicionales así como en barrios, fábricas, escuelas, festivales y otros ámbitos populares de carácter nacional como internacional.
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