Cuatro Pesos de Propina es una banda uruguaya que, desde el año 2000, pisa fuerte fusionando géneros como ska y rock charrúa. Acaban de lanzar su cuarto disco de estudio llamado “La Llama”, con 13 canciones más dos bonus track, donde la combinación de sonidos experimentales se hace presente. Además, como ya nos tiene acostumbrado, el conjunto no se aleja de su origen combativo, que invita a repensar las distintas situaciones que atraviesa la sociedad. Hay colaboraciones muy importantes en el disco nuevo: Sara Hebe y Dino.
Pasaron dos años desde que el cantante Diego Rossberg se alejó del grupo y hubo un proceso de repensarse y aplicar cambios para generar una nueva dinámica musical potente. Coversamos con Rodrigo Baleato, uno de sus integrantes.
Por Lucía Salto
-Rodrigo, ¿piensan que “La Llama” tiene que ver con una nueva búsqueda interna? ¿Acaso un reencuentro personal?
-Más que reencuentro personal, quizá tiene que ver con la búsqueda interna; me parece que es un encuentro personal y no un reencuentro. Esta era la primera vez que nos pusimos a hacer un disco desde la salida de Diego y nos encontró con oportunidades muy amplias como para poder abordar distintos géneros desde cero. Eso cambió lo que fue el enfoque de “La Llama” con respecto a otros discos y nos permitió tener una fuerte búsqueda interna, e intentar encontrar cosas que reflejaran la realidad y el momento de la banda.
-Este disco arranca de una manera muy potente, con una letra que infunde fuerza y un sonido novedoso. ¿Cómo cranearon la canción del inicio, Nunca en Tregua?
-Fue una canción que enseguida para todos debía estar incluida en el disco; desde el comienzo parecía que tenía el poder suficiente para arrancarlo. Hicimos casi 60 canciones y terminamos trabajando en el estudio con 30 temas maqueteados. Recién ahí llegamos a depurar todo eso para que queden los actuales 13. Nunca en Tregua siempre tuvo un estilo muy visceral, muy arraigado a la banda… nos representaba muy bien. Con respecto al sonido, es algo que ya veníamos buscando, el hecho de tirar de la piola e intentar llegar a lugares donde habitualmente no nos paramos, casi como desafearnos. Nos gustó mucho la idea de poder meter pistas con tintes electrónicos, solos de tecla y baterías en simultáneo. Tiene mucho de experimental.
-Hay colaboraciones especiales en éste nuevo material. ¿Cómo fue la conexión musical con Francisco Fattoruso, Sara Hebe y Dino?
-Con Francisco ya habíamos trabajado para
“Surcando” (tercer disco) y luego trabajó en lo artístico cuando grabamos el
DVD. Cuando recién empezábamos a cranear “La Llama”, le mandamos los dos avances que teníamos
(“Sigo creyendo” y “Hardcore el Mambo”) y el resultado de la producción fue
increíble. La conexión fue súper buena como siempre, aportando desde un lugar
de contemplación hacía la banda y para dónde va. Como luego Francisco viajo a
Estados Unidos, decidimos que los otros temas iban a ser producidos por
nosotros. El trabajo siempre fue muy compartido, pero principalmente lo
llevaron adelante Gastón Puentes, actual cantante, y Rodrigo Calzada, bajista.
Intentamos colaborar todos desde nuestros instrumentos, opinar y llegar a un
consenso, pero le dimos la derecha a ellos dos para que tengan la posibilidad
final de decisión.
Con Sara Hebe el contacto fue por medio de Gastón Pepe, percusionista –
cantante y compositor, quien es muy amigo. En una vuelta que ella estuvo por
Montevideo, Pepe le contó que estaría bueno que participe sabiendo que era un “gran
pendiente”. Hubo un tema que tenía mucho
que ver con ella, que parecía fácil hacer la conexión entre ella y nosotros, y
así fue, muy bien.
Lo de Dino fue una joyita que pudimos rescatar. Nunca habíamos trabajado en una
milonga y esta vez que apareció, nos dio ganas de que entre en el disco. Se nos
ocurrió que Dino casi que le correspondía cantar esa parte; fue un placer
enorme, una experiencia súper enriquecedora donde mostró toda su magia. Es una
persona muy importante para la música popular uruguaya. Fue un gran orgullo y
honor.
-¿Piensan
que mantener el foco en el origen musical y fusionarlo con otros géneros, les
dio nuevos parámetros en el repertorio?
-Creemos que la fusión de géneros distintos es parte característica de la banda, de la riqueza que podamos llegar a tener. Siempre hablamos de eso, de no casarse con un estilo y ver para dónde dispara el tema y dejarse llevar por eso dándole la identidad del grupo. Quizá es un poco más difícil, pero el filtro somos nosotros mismos. Nos interesa mucho la música en general; los integrantes de 4 pesos consumen música muy dispar. En Uruguay ya ningún músico se dedica a un solo género porque no es viable. Y eso a su vez va aportando mucho en nuestra cultura. Por llamarlo de alguna manera, es como que se generan cosas “originales”. Es algo que nos interesa mucho y nos dejamos librados.
-¿Cómo se reformularon cuando Diego Rossberg siguió su camino solista?
-La salida de Diego generó cambios, pero desde antes ya la esencia de la banda fue cambiar, siempre fue muy dinámica y abierta. Nunca nos quisimos quedar justamente con un solo estilo y salimos a buscar nuevas ideas y criterios para hacer música. Hubo un quiebre fuerte, sí, tuvimos que reformularnos como banda porque si seguíamos haciendo los mismos temas hubiésemos parecido una banda de covers de nosotros mismos. Entonces lo que se planteó rearmar el show con una impronta más actual, metiendo cuestiones que ya estaban latentes. Con el lanzamiento del disco se consolidan ciertas cuestiones, aunque creo que seguimos en ese proceso de transformación. Seguimos pensando en hacer cosas nuevas, refrescar los toques en vivo y más cosas.
-¿Sienten que haber enfocado los temas desde cero les abrió un nuevo universo
musical?
-Si, claramente abrió un nuevo universo musical, sobre todo desde el punto de vista conceptual a nivel letras; nos permitió poder decir cosas de otra manera. El proceso de composición y de llegada a un disco siempre es trabajado entre todos, muy discutido y nunca quedamos sin estar conformes por algún verso. Hubo que tener un consenso para estar bien enfocados para trabajar bien. Desde el vamos, pudimos decir cosas que nos estaban pasando, contar las distintas perspectivas de vida y siempre fuimos todos los que definimos eso y el mensaje que queríamos transmitir.
-¿Por qué “La Llama” para nombrar al disco?
-”La Llama” tenía que ver mucho con un concepto visual, relacionado al video de “Nunca en Tregua”: un fuego en el medio y el hecho de contactar con eso, con lo esencial, como un lugar de encuentro. Como tema en sí, también iba de la mano del nuevo universo musical de la banda y terminó por extenderse a todo el disco porque reflejaba algo bien nuestro.
-¿Perciben la posibilidad de reflejar con las letras de éste repertorio, la
desigualdad social y económica que se está viviendo?
-Siempre entendimos que tener la posibilidad de tener un micrófono era, de alguna manera, una responsabilidad. Ninguno de nosotros, a nivel personal y grupal, nos es esquiva la realidad social que estamos viviendo en esta parte del mundo. Entonces quizá fue una oportunidad para decir lo que estábamos viendo. “UMPA”, el tercer tema del disco y en el que canta Sara, habla de eso: ya se hicieron tratados de desigualdad y de que el hombre se asfixia en sus propios escombros. Nos gustaría ver a Brasil, Argentina y a nosotros en otra realidad, pero lamentablemente a los que les damos el poder responden a otros intereses y no al bienestar colectivo. Y bueno, si podemos ser parte del decir, de una militancia cultural, la vamos a aprovechar para eso.
-Han incursionado nuevos sonidos en éste material. ¿Cómo fue que llegaron a ellos?
-De alguna manera la globalización permitió el consumo de música de todos lados y el aporte de eso como personas y como grupo. Por suerte hemos viajado con la banda y nos ha tocado encontrarnos escenas musicales en distintos lugares que suman mucho. Nos afectó para bien y muy fuertemente Berlín, donde nos encontramos cosas totalmente nuevas. También Brasil, donde tienen una producción increíble. Estamos muy abiertos a escuchar todo lo que entendemos como nuevo y de eso nos nutrimos.
-¿Cómo fue la reacción del público en los distintos lugares donde presentaron “La Llama”?
-La reacción de la gente ha sido súper buena. Desde que comenzaron las transformaciones del show, el público lo toma muy bien, entiende que la esencia sigue siendo la misma y que se trata principalmente de un momento para disfrutar juntos y conectar en un lugar. Por suerte los temas nuevos generaron una respuesta mucho mejor que no habíamos tenido antes, realmente impactaron fuerte. De hecho, ya encontramos banderas con frases, seguidores tatuados… parece que le llegó bien y con mucho cariño y eso mismo nos lo devuelven. Estamos muy contentos con esto.
-¿Con qué nos vamos a encontrar el 27 de julio?
-El 27 de julio en Palermo Club, se van encontrar con un show muy largo, más de 2 horas. Va a transitar por climas altos y bajos, entre el disco nuevo que lo tocaremos entero y otros tantos que ya venimos haciendo. Es un show similar al que hicimos en la presentación oficial en Montevideo y contamos con que la gente lo disfrute igual allá, tanto como pasó acá. Lo principal es que vamos a dejar todo, como siempre.
Cuatro Pesos de Propina se presenta el sábado 27 de julio en Palemro Club, a las 20 horas.
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