Mañana sábado, 14 de septiembre, hay reunión cumbre de punk y rock en Strummer, el bar de Leo De Cecco, batero de Attaque. Sobre el escenario estarán dos bandas fundamentales de las escenas musicales: Doble Fuerza y Manto. Una fecha imperdible que la anticipan en este reportaje Huguito Irisarri y Jorge Rossi, respectivamente. Vale la pena tomar apunte.
Por Sebastián Duarte / Fotos: Marcela Crespo
Los Ramones fue una de las bandas bisagra que se encargó de unificar el punk con el rock. Sin embargo, en nuestro país recién en los últimos años, principalmente a través de los festivales grandes de rock, empezó a suceder que los ambientes vinculados a géneros musicales se mezclaron, o bien muchos músicos a esta altura mechan estilos.
Mañana sábado el punk y rock de estirpe darán luz verde en Strummer, con la reunión de dos bandas de alto calibre. Por un lado, Doble Fuerza, la histórica agrupación retratada en Huguito Irisarri, su frontman, junto a compañeros, para “punkearla” con la experiencia y representatividad ganada a lo largo de 30 y pico de años de trayectoria. Por otro lado, la escena rockera, desde hace 10 años tiene como estandarte dentro del ámbito a Manto, un conjunto ultra rockero, comandado por Jorge Rossi, quien fue bajista nada más y nada menos que de Los Gardelitos e Intoxicados. O sea lo de mañana sábado en Strummer (Godoy Cruz 1631), a partir de las 22.30 horas, será una «reunión cumbre» de talentosos, una fecha “de la hostia”, como dirían en España.
Falta tan solo un día para el concierto y tanto Jorge como Huguito realizaron visitas por numerosos medios de comunicación, de la mano de Marcela Crespo, súper conocida en el ambiente rockero, principalmente por su gran labor en la prensa de Viejas Locas e Intoxicados, en su momento.
Los conceptos de ambos rockeros son la lógica por la cual aúnan energías para desplegar en una misma noche. Pese a la realidad que cada uno vive en la banda que comanda, la dirección es la misma: analizar la situación actual del rock, rescatar lo mejor de cada uno y desplegar la sabiduría sobre las tablas, con el afán de contagiar con adrenalina positiva al público presente.
Antes que nada, la tremenda realidad económica del país no es menor a la hora de que las bandas de rock se potencien: pagar una entrada o bien ir contra la cultura reinante, que incluye no alejarse tanto del lugar de confort, es un motivo primordial al que enseguida apunta Irisarri. “Capital es difícil. Por un lado existe mucha oferta además que la gente se acomoda en su sillón y mira Netflix, existe el aburguesamiento y el delivery, al que le piden desde una comida hasta un turrón. Ir contra eso no es fácil en la gran ciudad. El otro día un chico me preguntó ‘¿No transmiten el recital?’. Loco, yo me acuerdo cuando me tomaba el tren para ir a ver una banda o bien me subía con el balde de engrudo para ir a empapelar paredes anunciando fechas de Doble Fuerza. O bien cuando hacía cientos de fotocopias de los flyer en el laburo, cuando el jefe no me veía”.
Según el cantante de Doble Fuerza es muy distinta la realidad que viven los porteños con el público del conurbano o el interior del país. “El conurbano es distinto. Todavía hay bandas que se juntan a ensayar un montón, se mueven de una localidad a otra. O bien desde el sur viajan a Detroit, en Morón, para ver a una banda, hay efervescencia”. Vale recalcar que después del incendio que incluyó 194 muertes en el boliche Cromagnón, el rock tuvo un sacudón no menor en suelo porteño, y el músico lo aclara: “Justo ayer hablábamos del tema con Jorgito. Al no existir lugares como Die Schule o Arlequines, se hace difícil. Los pibes están con el trap, estoy de acuerdo con la diversidad de géneros, pero sabés qué pasa: desapareció el ‘hazlo tu mismo’. Incluso hasta en el punk – rock. Por ese motivo yo me muevo bastante por el interior del país. Ahí está el pibe que labura con el petróleo, viene con su realidad al concierto. O bien el chico que labura con la yerba en el Litorial, que también hace un sacrificio y se acerca al espectáculo”.
Del poder de análisis del reconocido frontman de D. F. no es difícil saltar a la realidad de Jorge, donde el sacrificio y el talento son el bastión de su trayectoria como artista. “Estuvimos tocando bastante después de la aparición de nuestro tercer álbum, ‘Festejar a escondidas’. Estoy tocando, además, con 2 Intoxicados y encima grabando 7 temas nuevos para una segunda parte del último álbum de Manto. Hemos atravesado muchas cosas estos años; con la formación actual estamos hace 6 años, andamos aceitados. Pensá que yo paré dos años de tocar, en 2013, pero en la actualidad estoy todo el tiempo del un lado al otro”. El reconocimiento y la tenacidad no son factores menores, a punto tal que todos los fines de semana le toca trabajar. “Hace un mes toqué con Los Gardelitos. Ely (su cantante y guitarrista) nos invitó a tocar antes que ellos, además de que subí a tocar el bajo en una canción, en el himno gardeliano, ‘Ciudad descalza’. Fue emocionante. Pensá que estuve muchos años con Gardelitos y grabé en todos los discos en los que estuvo Korneta (ex cantante, quien falleció en 2004). Después me toca trabajar todos los fines de semana con 2 Intoxicados, junto a Felipe y Burbuja, que también se sumó a la banda. Fuimos a Chile. Doy gracias de que hay mucho trabajo”. Llega la pregunta inevitable, que es sobre Cristian “Pity” Álvarez, su gran amigo y hermano de la vida, que está preso por asesinato. Jorge no elude y responde. “Todavía no lo vi. Aún no hice el trámite para ir a verlo. Es él quien tiene que dar el permiso de visita. Y como todavía se está recuperando de la abstinencia, de su salud, cuando esté y se sienta más estable por supuesto que iré a verlo, porque es mi amigo desde siempre y lo quiero”.
La relación y admiración de Jorge y Huguito data de varios puntos en común. “Lo nuestro empieza por la admiración mutua, lo seguí con Gardelitos y estuve en el debut de Intoxicados en Cemento. Yo me relacionaba por entonces con Pity y Marcela Crespo. Luego empecé más una relación ya con el proyecto de Manto. El tercer disco del grupo me gustó mucho. Y Jorge me invitó a cantar a algunos shows. A punto tal que además de compartir fecha mañana en Strummer, tenemos ganas de seguir armando cosas juntos. Mañana lo voy a invitar a cantar el tema más representativo de Doble Fuerza, ‘Otra vuelta de cerveza’, y yo subiré a cantar una canción con Manto”. Por su lado, Rossi plantea su punto de vista sobre Huguito: “A él lo conocía de verlo sobre el escenario. Cuando era más chico iba a festipunks a Cemento, iba a ver mucho a Doble Feurza, Flema y 2 Minutos. De esa época lo conozco. Además Pelusa, que toca con Hugo, es un gran amigo de Manto”.
“Son muchas cosas en común. Es revolucionario lo que hacemos. Un reci de una banda de rocanrol y punk. Aunque hoy en día ya las bases son similares, quizás algunas canciones más aceleradas, pero el emparentamiento existe. Creo que lo de Manto y Doble Fuerza se trata de una celebración. Algo natural, con amistades en común. Por ejemplo el bajista es de Lugano. Además el Tano recomendó a Monchi para la banda. Asimismo, Marcela es amiga de ambos. Demasiadas coincidencias entre los dos. Por lo pronto a Jorge le tengo mucho cariño y respeto, como colegas que somos. Además Jorge es muy gracioso, me hace reir mucho, es un personaje fantástico”, remata Irisarri.
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