Ilegales es un grupo punk español formado en Asturias en 1982. Sus diversas influencias y sus letras ácidas y contestatarias lo convirtió en referente en la península ibérica y de los más importantes conjuntos de la década del ochenta. Entre los dieciséis álbumes en su haber, se destacan Ilegales (1983), En directo (1988) y Rebelión (2019). Pese al paso tiempo, Ilegales sigue sonando potente y gira por el mundo con el reconocimiento que bien merecido tiene. Conversamos con Jorge Martínez, líder e «historia viviente» de esta agrupación fundamental a nivel mundial.
Por Sebastián Duarte
-Jorge, luego de muchos años y una extensa trayectoria reaparecen con un disco nuevo y con mensajes en sus letras, acordes a la realidad mundial que nos toca atravesar, ¿sentías la necesidad de retratar este presente?
-Vivimos un momento difícil a nivel internacional. Existe un neoliberalismo peligroso. Rebelión aparece en un momento difícil de la historia del mundo. Pensábamos que era viejo eso de “levántate y lucha”, de los ochenta. No señor. Ahora es el momento de levantarse y luchar de nuevo. Es necesaria una rebelión.
-Es como si a esta altura de la historia del mundo la crisis se hubiera profundizado mucho más, ¿no te parece?
-Todo está muy interrelacionado. El día cada vez es más pequeño. Es inevitable esta rebelión. También tenemos temas donde se aborda la sexualidad, las drogas. Se encuentra cocaína dentro del mar, dentro de un río, ibuprofeno, de todo. Todas las cosas que suceden son realidad palpable. Lo medios de comunicación llegan con más facilidad a la gente y le trabaja el cerebro para donde quiere. Las redes sociales sustituyen todo y poseen a la gente. A veces se va todo al infierno.
-Lo expresás con cierta desesperanza
-Así es. Se trata de un momento muy desesperanzador. Antes consumías drogas para divertirte. Hoy conocemos las partes más negativas. Hoy todo es guerra, en uno, en sociedades, entre países. Los humanos no estamos para ser felices. Prácticamente la opción es elegir cómo vamos hacia la muerte. Los hispanos somos los más trágicos de todos. Los argentinos son casi como los españoles. Es como la tragedia de Grecia.
-Encima vos estás viajando por Latinoamérica y te cruzás en directo con las realidades actuales, ¿no?
-Acabo de regresar de Ecuador, estuve en Ibarra, lugar donde se está padeciendo una invasión minera, empresas multinacionales que atacan su territorio, en conspiración con gobernantes de turno. La Respsol con el petróleo en Argentina. Lo hicieron con sobornos y compraron a precio de seis meses todo el petróleo. Todo es una gran estafa. Cuando voy de cerca noto lo permeable que está todo. El neoliberalismo está con toda su escuela de Chicago encima.
-En estos últimos meses, además del Rebelión Tour, estuviste presentando un documental sobre tu vida y obra, llamado Mi vida entre las hormigas, ¿qué reflexión te dejó?
-Una vez llegaron dos personas al camarín y propusieron hacer el documental. No tenían ni idea de cómo hacerlo. “Notas y recopilar información”, me dijeron. Es una radiografía de Ilegales y de gente travestida y del manejo de las compañías. Apenas salió, se puso primero en venta. Y eso que es un documental de bajo presupuesto. Tuvo muchas vistas en las plataformas. Yo solamente contesté preguntas.
-Sí, pero profundizaron en la intimidad de tu vida, ¿o bien dejaste que suceda sin pudor alguno?
-¿Ocultar cosas? Lo mínimo. No tengo una vida edificante. Ni tampoco soy María Teresa de Calcuta. En tal caso, ella fue más edificante que yo. Los rockeros no hacemos voto de pobreza ni castidad. Valoro la soledad, he sido sincero. Otra cosa es que no tenemos la verdad absoluta, podemos equivocarnos. La realidad es subjetiva.
-Cuando estuviste en Buenos Aires, hace un par de meses, me acerqué a la presentación del documental. Estábamos en el patio del bar Strummer y contaste que practicás buceo, ¿qué te atrajo del mar?
-Siempre me interesó el mundo alrededor. En el mar está la botánica más hostil. Estudié la zoología. Me interesaba la manera de sumergirme, es algo extraño, es trascender. Entonces decidí introducirme en el Mar Cantábrico. Es un proceso físico y mental. Esas especies que están adentro hacen que tengas plena consciencia de nuestra naturaleza. Tomo decisiones cuando estoy buceando en el fondo del Mar Cantábrico. A veces se enfada ese mar. Y tratar de salir no es fácil.
-¿Qué quedó de esa época en la que te trompeabas cada dos por tres?
-Existía una agresión extrema y hacia mi persona de manera muy premeditada e imprudente. Nosotros veníamos de formación militar. En los ochenta en Madrid había matones de escuela, mucho resentimiento en la juventud. Muchos quedaron apabullados por gestión de sus abusos. Nos hemos sabido defender de ellos y les rompimos las caras. La cortamos justo en su momento. Fue lisérgica esa época. Muchos han aprendido lo que hay que hacer. Con decir que hoy me cruzo a algunos de esa época y me dan la razón. Una vez escuché a Alejo, de un grupo de Madrid, que expresó: “esta gente provocó a Jorge y él les rompió la cara”. También ayudábamos a otras bandas a defenderse. Eran tiempos de la arrogancia del rock & roll.
-Vivís solo en una casa enorme, ¿qué conservás allí adentro de tu historia como músico?
-En mi casa hay una serie de Strato, tengo guitarras Kramer, incluso hay una belga del año 1938. También tengo una guitarra que me regaló Andrés Calamaro. Yo le tengo que regalar una a él también. Además tengo una LP Gipson para jazz. Con parte del dinero que obtuve reinvertí en guitarras. Tener buenos instrumentos de alguna manera es ofertar al público lo mejor posible.
-¿Y cómo es tu relación con el público en la actualidad?
-El público no me parece despreciable. Hay que ofrecerle lo mejor siempre, aunque lo rechace. Para mañana agotaron las entradas para el show que daremos en la Rivera, en Madrid. En todos lados agotan los tickets ¿Qué más puedo decir del público? Un agradecido.
Ilegales se presenta en The Roxy Live! (Niceto Vega 5542) el viernes 14 de junio a las 21 horas, en el marco de su Rebelión Tour 2019.
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