Su documento dice Walter Renzo Piancioli, sin embargo es conocido por su sobrenombre “Willy”, compositor, cantante y líder de Los Tipitos, desde 1994. Con una vasta carrera de veinticinco años de trayectoria, por su parte Willy explora, también, su lado literario, incursionando como escritor hace bastante tiempo y con un segundo libro en su haber: “Mesa de luz” .
En forma paralela, el trío integrado por Raúl Rufino, Federico Bugallo y Walter Piancioli, lanzó en estos día “De mi flor”, el décimo sexto disco en su trayectoria, aunque esta vez la incursión es, de manera llamativa, de la mano del folclore, bajo la producción del peruano Lucho Gonzalez. Grabaron tres canciones del recordado Atahualpa Yupanqui, una versión folclórica de su hit «Campanas en la noche» hecha por el Colo Vasconcellos de los Wairas, y participaron otros invitados como Abel Pintos, Chaqueño Palavecino, Peteco Carabajal, Lito Vitale, Franco Luciani y el dúo Orozco-Barrientos.
Por Lucía Salto
-Walter, ¿desde cuándo empieza tu relación con la literatura?
-Desde siempre, de muy chico. Como teníamos una biblioteca en casa, leía muchísimo. Luego empecé a componer y escuchar composiciones que me gustaban, lo mismo pasa con la escritura, me parece: se trata de imitación. Luego de haber leído, pude volcarme a escribir, tanto poesía como canciones.
-¿Cómo es el proceso creativo para llegar a escribir tu segundo libro?-Algunos escritos fueron prosa poética que no tienen música y hasta a mí me parece, incluso, que no la necesitan. Por lo tanto es un proceso variado, ya que escribo todo en distintos cuadernos, los releo, los agrupo en capítulos temáticos y así voy armando el libro.
-¿Qué hay en tu mesa de luz?
-(Risa). Es un lugar bastante desprolijo, hay de todo. Tengo muchos comics apilados de la revista Fierro, que me encanta coleccionar; también hay muchas monedas de otros países, muchos cuadernos para escribir y hasta pilas que utilizo para distintos artefactos. ¡Es un descontrol!
-Si tuvieras que comparar “Siete cuadernos rayados”, tu anterior libro con “Mesa de luz”, ¿pensás que hubo una evolución en materia de prosa poética?
-Si lo tuviera que comprar, empezaría diciendo que antes me dedicaba a hablar de otras cosas, sobre todo temas relacionados a la infancia. Por ahí en el primer libro me apoyé más en la juventud, en una especie de melancolía; el último libro es más variado temáticamente, más positivo, habla de Dios. ¿Sabés? Yo no me había dado cuenta de esto, me lo hizo notar un chico de Radio La Tribu, que me hizo una entrevista el otro día, me dijo: “En Mesa de luz hablas mucho sobre Dios. ”Sin embargo yo siempre me mantuve alejado de la religión, y desde allí siempre sostenía esa posición. Era un tema que siempre me dio vueltas, entonces me encontré con un reclamo en el libro, a la deidad misma. Ahora tengo otra postura, supongo que el libro que venga, será diferente también. Sinceramente me sorprendió darme cuenta el énfasis que le puse anteriormente a la religión.
-¿Te seguís considerando ateo?
-Esa es una buena pregunta. Podría decirse que ahora no, ya que me considero agnóstico. Aunque es una pregunta tan clave la que hiciste que da para una charla más extensa, quizá merecería otra entrevista, ya que hablar sobre teología es apasionante y quisiera explayarme más en la respuesta que te pueda dar.
-Es inevitable hablar de De mi Flor, ¿cómo surgió la idea de realizar un disco con un tinte netamente folclórico?
-Lo veníamos hablando hace bastante tiempo ya que teníamos una necesidad impresionante de componer. Así que empezamos por ahí, por la composición, de ahí lo llamamos al maestro arreglador y guitarrita Lucho González para que venga a escuchar un poquito de lo que estábamos haciendo, entonces, inmediatamente empezamos a laburar. Por su parte, Lucho trajo algunas canciones tradicionales del folclore para sumar al repertorio. Fue un momento hermoso, ya que como si se tratara de una acuarela, empezamos a darle color y forma al proyecto; fue un hermoso modo de entrar en el género. Sin duda pienso que fue de la mano de Abel Pintos, Chaqueño Palavecino, Peteco Carabajal, Lito Vitale, Franco Luciani, Dúo Orozco Barrientos, grandes artistas que nos albergaron y me siento muy feliz por ello.
-¿Cómo fue trabajar con artistas del folclore tan consagrados?
-Fue emocionante. En primer lugar tengo que decirte que son personas que poseen un grado de profesionalismo impresionante, es gente grossa. Sin duda este disco, que tiene doce canciones, a su vez contiene la carga total de energía que proviene de estos músicos, fue muy agasajador tenerlos con nosotros.
-¿Por qué el disco se llama “De mi flor”?
-En principio te cuento que significa “Lo mejor de mí”. Lo primero que hicimos fue hablar con Carlos Oriban, que nos preparó los videos, y él nos pasó un glosario de palabras gauchescas, fue ahí donde encontramos ésta frase “de mi flor”. En un primer momento se nos había ocurrido ponerle “gringo”, porque veníamos de otro palo, pero después nos gustó más De mi flor. Nos pareció algo más universal, algo que nos identifica más, ya que considero que haber incursionado en éste género nos hizo sacar lo mejor de nosotros.
-¿Te hace recordar a la primera etapa de la carrera de los Tipitos?
-Puede ser, en realidad me recuerda mucho a cuando estudiaba. Es muy vertiginoso el entrenamiento musical del folclore. En esto estuvo Lucho en todo momento, él nos ayudó a tocar los instrumentos con fluidez, fue como una sensación de volver a estudiar, pero con la alegría de estar grabando un disco, lo cual considero que es un plus. No estudiamos para rendir un examen, sino para grabar un disco, entonces tenía otro tipo de responsabilidad. Por lo tanto supimos que teníamos que estar a la altura de las circunstancias. Nosotros nos impusimos una manera de laburar distinta, ya que componíamos dos temas por semana e íbamos al estudio a grabar directamente. Puedo decir que Lucho estuvo en todas, y acompañó mucho esta forma diferente de manejar la grabación de un disco con éstas características.
-¿Cuál fue la diferencia en el terreno de la grabación?
-En que en ésta oportunidad grabamos todos los instrumentos y por último la batería. Grabamos piano, guitarra, cajón peruano y, arriba de eso, el bajo, otra guitarra y al final la batería; fue como otra película, otra forma de tomar y enfocar el método de trabajo.
-En el disco fluyen géneros musicales como huayno, chaya, tinku, chacarera y folclóricos?
-¡Qué linda pregunta! Yo creo que se trata de colores y, como en toda paleta, hay variedad. Fuimos buscando los sonidos sobre la marcha, sobre todo en la etapa de composición. En mi caso, cuando conocí el género chaya, me pareció algo nuevo. Era un género que desconocía, ya que es muy parecido a una cueca, pero tiene su propia interna. Vendría a ser prima de la cueca pero son diferentes, y pienso que de eso se trata esta búsqueda, de variar los sonidos y crear un abanico.
-¿Cuál es tu canción preferida del disco?
-Siempre uno tiene preferencia por una canción u otra, pero en general todo el disco es buenísimo y divertido de tocar. Por eso recomiendo que lo escuchen y que cada canción sea como un color nuevo que descubran.
-¿Por qué eligieron incluir letras de Atahualpa Yupanqui en el disco? ¿Fue por una cuestión simbólica?
-Mirá, yo creo que Yupanqui nos persiguió desde el primer momento. Leí un libro de él que tenía mi vieja, llamado “Guitarra” y lo llevé al primer ensayo. Fue entonces que le pusieron la música a una letra que se llama “Las cruces”, después seguimos con “Los hermanos” y por último vino Lucho a traernos la canción “Doña Guillermina”, fue como un encuentro constante, una linda sombra que nos seguía a dónde íbamos, por lo que considero que nosotros no buscamos a Yupanqui, sino que fue exactamente al revés.
-¿Escuchabas folclore en tu infancia?
-Sí, totalmente. En casa se escuchaba mucho folclore, desde Mercedes Sosa, Jorge Cafrune, José Larralde, Eduardo Falú, Ariel Ramirez con Jaime Torres, todo lo relacionado con el género. Entonces aprendí a escuchar tanto los Beatles como Mercedes Sosa, eso me permitió tener una apertura mental muy importante con respecto a la música. Considero que la música es una sola y no hay que encasillarla, pienso que la música es universal. De eso se trata también Músicas Del Mundo, ¿no? ¡De lo universal! (Ríe).
-¿Este disco de folclore tiene que ver con una reinvención de Los Tipitos?
-Yo creo que tiene que ver con el esfuerzo que hicimos de tocar folclore. Y lo que te digo no es nada fácil. Con Lucho González en la producción puedo decirte que es un coach tremendo, ya que nos hizo tocar ritmos que son muy rigurosos en cuanto al swing que hay que tener para tocarlos. Fue estudiar y trabajar de una manera ardua. Fue un empezar de nuevo, ésta vez para tocar folclore. Tuvimos que realizar un esfuerzo intelectual y técnico, por lo que pienso que sí: el disco de folclore es una reinvención de lo que somos, para poder incursionar en otro tipo de género. Fue un gran avance para nosotros.
-¿Qué planes tienen en el futuro con respecto a la incursión en este género?
-Planeamos seguir tocando folclore, la idea sería hacer un repechaje de éste disco. También tenemos como deseo tocar Cosquín y en ambos festivales, tanto el de folclore como el de rock. Creo que podemos hacer un show mixto sin ningún tipo de problema.
-¿Qué se viene para el show en la Usina del Arte el próximo primero de junio?
-¡De todo! Va a ser un show muy lindo, en primer lugar tocamos nueve temas de éste disco y te cuento como primicia que vamos a conmemorar los quince años de Armando Camaleón, que es un disco que nos hizo popular y nos hizo llegar al público, por lo tanto vamos a tocar algunas canciones que hasta ahora no incluimos en los repertorios. Será un show variado y muy propio de Tipitos.
Mesa de luz, el nuevo libro de Willy de Los Tipitos, pasó por el Teatro Roma de Avellaneda
Walter Piancioli, el vocalista y líder de la banda de rock nacional “Los Tipitos” presentó, el 23 de mayo pasado, en el Teatro Roma de Avellaneda, su nuevo libro “Mesa de luz”. Con una combinación de música y poemas, se dio a conocer este nuevo material de prosa poética, editado por Serial Ediciones, en un ambiente íntimo pero muy convocante. Cerca de las 21 horas, Pinacioli subió al escenario del teatro para comenzar a recitar uno de los poemas de su libro, e inmediatamente después se hizo presente uno de los invitados de la noche: Gustavo Álvarez, con quien tocó “El viejo”. También participaron del espectáculo Leo Garcia, Chris Deimon, Los Borbotones, Raúl Ruffino, Federico y Facundo Bugallo y Gustavo Pegaso Álvarez, entre otros. La velada albergó no solo pasajes de su libro, sino también un recorrido musical que fue de “Corazón Delator” de Soda Stereo, interpretada por Leo Garcia y Los Borbotones, hasta una versión inédita de “Brujería” una de las canciones consagradas de Tipìtos.
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